TAICHÍ

Contra la "basura mental"... Emilio, un maestro del Taichí en Xalapa

El maestro Emilio da sus clases en el parque de los Berros, en Xalapa. Considera que el Taichí implica un aprendizaje integral para mejorar la mente, el cuerpo y las emociones

Contra la basura mental...Emilio, un maestro del Taichí en Xalapa.Créditos: Carlos Caiceros
Escrito en VERACRUZ el

XALAPA, VER.- El maestro xalapeño de Taichí, Emilio David Caraza, difunde gratuitamente el arte marcial en Xalapa. Hace cuatro décadas comenzó a introducir dicha disciplina en Veracruz, luego de que uno de sus maestros le enseñó que el taichí chuan “no se cobra, pero no se regala”.

Actualmente sus discípulos aprovechan las redes sociales y plataformas como TikTok para compartir parte de las enseñanzas de Emilio. Ellos realizan cooperaciones voluntarias, pues además aprenden técnicas del Chi kung, que pueden servir como terapia.

Maestro Emilio en una de sus clases. (Foto: Carlos Caiceros)

Aprovechando espacios y parques públicos de la capital veracruzana como el Parque “Los Berros”, durante las mañanas realizan los movimientos lentos y fluidos característicos de la medicina china tradicional, enfocándose en el ejercicio físico, pero también en mejorar su mente y respiración.

“Me siento como el introductor del Taichí aquí en la región de Xalapa y de Veracruz, tanto por la enseñanza como por la parte médica; he estado tanto en el norte como en el sur del Estado, incluso dando consulta a través de la quiropraxia para corregir problemas de columna vertebral, de postura y problemas degenerativos”, menciona.

Emilio David Caraza sostiene que como arte marcial el Taichí implica un aprendizaje integral, enfocándose en mejorar la mente, el cuerpo y las emociones, lo que considera primordial para el ritmo de vida que llevan jóvenes y adultos.

“La repercusión a nivel del organismo genera un nuevo estado de salud (…), la parte emocional la vas purificando, la vas limpiando. Los sentimientos hacia los demás son otros, empiezas a apreciar a la gente, tus pensamientos son un poco más finos, más depurados, precisos y menos llenos de basura mental. En una palabra, te vas limpiando, es lo que hace el Taichí”.

Graduado en Santa Cruz, California, en Estados Unidos, Emilio ha destacado por su habilidad y por su trayectoria. Es cofundador de la Licenciatura en Naturopatía (Medicina Natural) en la Universidad Popular Autónoma de Veracruz (UPAV) impartiendo herbolaria, historia de la naturopatía, masaje holístico y terapéutico, quiropraxis, kinesiología, propedéutica, farmacognosia y Taichí manos libres y con bambú en sedes de Coatepec, Xalapa y del puerto de Veracruz

Sus alumnos llegan cada día de 9:00 a las 10:00 horas, en algunas ocasiones provenientes de otros municipios, estados y países, pues consideran a Emilio un verdadero maestro del arte marcial que, si bien puede servir para la lucha cuerpo a cuerpo, en tiempos recientes se lo considera más como una práctica “físico-espiritual” que mejora la calidad de vida y acerca a sus seguidores a técnicas como la meditación.

Personas viajan a Xalapa para tomar clases con el maestro Emilio. (Foto: Carlos Caiceros)

SALUD NO SE SIENTE

Emilio David Caraza afirma que su aprendizaje comenzó debido a que en su niñez y juventud tuvo múltiples problemas de salud. Sin encontrar solución a sus males, su inquietud lo llevó al libro “La nueva ciencia de curar” del alemán Louis Kuhne, con quien aprendió los beneficios del ayuno.

Al mejorar su estado de salud también comenzó a acercarse “a lo oriental”, pasando por el yoga y llegando finalmente al Tachí, que lo dejó cautivado.

El movimiento me dejó boquiabierto, es un movimiento estético que repercute en nivel de salud porque haciéndolo mueves tu energía interna. Los chinos consideran que tenemos meridianos o canales en el cuerpo que se pueden acceder con movimientos específicos”. 

Sus primeros instructores fueron José Luis Hernández y Luis Herrera, así como Rocío Sagaón, entre otros. Su interés fue tal que decidió viajar a la Ciudad de México a mejorar y estudiar medicina naturista en el extranjero, concretamente en el Institute for Traditional Medicine and Preventive Health Care, en donde también perfeccionó su técnica de Taichí con bambú. 

Maestro Emilio. (Foto: Carlos Caiceros)

“Descubrí que había un Taichí de bambú y más adelante descubro que hay uno de espada (…), el de bambú es bellísimo y he podido hacer mi técnica particular, no solamente la que maestros chinos me enseñaron, incluyendo los norteamericanos. Destaqué dentro de mi generación en Santa Cruz, California”.

Tras terminar sus estudios de medicina naturista, acupuntura, quiropráctica y kinesiología, pudo perfeccionar técnicas como el Chi kung, que actualmente enseña en el parque de Los Berros:los instructores que enseñan en Xalapa la mayoría han sido mis alumnos”.

Ante los beneficios que ha tenido en su vida, Emilio David Caraza sostiene que su intención es difundir esta arte marcial y que más personas aprendan para mejorar sus vidas, pues se pueden atender enfermedades del sistema digestivo e hígado, artritis y padecimientos reumáticos, además del sistema nervioso, incluyendo problemas de obesidad y espina dorsal. 

“La salud no la sentimos, sentimos la enfermedad. Es cuando extrañamos la salud, cuando estamos enfermos, la salud prácticamente no se siente”

MEDITACIÓN 

Como vegetariano y naturista, Emilio David Caraza invita a cuestionar las prácticas de salud comunes en la sociedad. Él incluso atiende en su consultorio de la calle Pino Suárez, en el centro de Xalapa, luego de que con los años discípulos y conocidos comenzaron a consultarlo y pedirle consejos de salud, recomendándoles alimentos verdes en vez de carnes, embutidos y “fritangas” propias de la región.

“Yo seleccioné una escuela en Estados Unidos en Santa Cruz con tal suerte y tino porque es uno de los mejores institutos de investigación y de enseñanza. Tuve maestros norteamericanos excelentes, incluyendo los maestros chinos que son una maravilla”.

A su regreso a México, Emilio dio clases en la Universidad Veracruzana (UV) por 11 años en el consultorio del Gimnasio Universitario, mejorando sus movimientos y profundizando en el estudio y práctica de las 84 mil posiciones que puede tener el cuerpo humano.

“Aprendí el Taichí, el Taichí bambú, de espadas, todas son disciplinas que yo trato de compartirlas, de enseñarlas. Mis clases son gratuitas porque uno de mis maestros orientales dijo el Taichí no se cobra, pero no se regala”, refirió el maestro.

Asegura que, aunque prefiere omitir la palabra deporte, el Taichí es una de las técnicas más completas de movimiento corporal que permite desarrollar el plano físico, emocional y mental de las personas, lo que incide de forma evidente en el carácter y modo de ser.

Clase del maestro Emilio. (Foto: Carlos Caiceros)

“El Taichí te permite ser un poco mejor conscientemente, no es una conducta forzada, obligada por la sociedad. Te brota ese nuevo comportamiento, una nueva forma de ser, pensar y sentir, eso es lo que sucede, es una disciplina completa que parte de una actividad física que actualmente se ha descuidado mucho”.

El maestro incluso cuestiona que jóvenes y adultos acudan a gimnasios para practicar la halterofilia, de la cual no es partidario, o que se enfoquen en deportes desgastantes como los maratones que implican correr hasta 50 kilómetros, fomentando la competencia pero sin preocuparse por mejorar el estilo de vida de las personas de forma integral.

Igualmente critica el consumo de carne de forma desmedida, señalando que diversos estudios demuestran que dicho hábito alimenticio está relacionado con tumoraciones y la aparición de problemas cancerígenos en Veracruz.

“Cuando vas al médico te dan medicamento para quitar el dolor; analgésicos para desinflamar. El médico debe de ser un educador de la salud, pero generalmente no existe una educación de la salud. Lo que nosotros hacemos es el manejo de todas las capacidades, desarrollarlas de forma integral, tanto el cuerpo, las emociones y los pensamientos”.

Emilio considera que las personas se enfocan en desarrollar una parte de sus vidas, pero descuidando otras, lo que termina incidiendo negativamente de una u otra forma que impide un desarrollo armónico. 

Además, actualmente también busca difundir los beneficios de la meditación vipassana, considerada una forma de meditación de atención plena originaria de la India centrada en la respiración y en las sensaciones corporales para desarrollar una conciencia del momento presente.

“De todas las técnicas que existen es la menos contaminada, la menos degenerada. Ahora todo mundo hace meditación, pero imaginan la playa, las olas, el mar, las gaviotas, cuando eso es una visualización. También ponen música para viajar mentalmente, cuando la música te conduce a una audición, eso no es meditar, es auditar”.

Clase de Taichí con el maestro Emilio. (Foto: Carlos Caiceros)

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