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México y España: ¿semejanzas?

¿Qué es una caña? | Mafer Álvarez

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Escrito en OPINIÓN el

"Se habla exactamente el mismo idioma", palabras que sonaban en mi cabeza cada vez que estaba en alguna de mis clases y no entendía nada de lo que se estaba explicando. Por suerte, la vida me puso a personas increíbles en el camino que, literal, traducían varias clases, y no porque no entendiera nada, sino porque aquellos que dijeron que hablábamos el mismo idioma no saben en el lío que estuve durante algún tiempo.

Y esto solo si hablo del idioma, pero qué hay de las diferencias culturales entre estos dos países de los cuales se dice que son muy semejantes. Pues bueno, comienzo diciendo que para los mexicanos el deporte nacional por excelencia y tradición es hablar con doble sentido o sarcásticamente, cosa que para los españoles esto se encuentra fuera de todo contexto: aquí son bastante directos y mientras nosotros para aceptar una invitación estamos entre el sí, el no o el no sé, ellos ya están en el lugar y seguramente tomándose una caña.

Esto nos lleva al siguiente punto, ¿qué es una caña? Pues básicamente es una cerveza y aquí hay de dos, o tomas Mahou o Estrella Galicia. En cambio, en México tenemos la cerveza con limón y la michelada, que puede ser gringa, cubana, rusa, tropical, la de coctel y hasta la que lleva gomitas con cacahuates, eso sí, absolutamente todas llevan el toque mexicano: el chile.

El aeropuerto

¡Por favor!; ¡podrías!; ¡me haría el favor de traerme o pasarme!; ¡muchas gracias! Es vocabulario que no le escucharás decir a la gran mayoría de los españoles, de ahí que piensen que los mexicanos somos un tanto cursis y adornados para el lenguaje. Por otro lado, coger no es un verbo, sino una acción pro-creativa y después de algún tiempo aún me da un poco de risa escuchar esta palabra.

En México se educa a los hombres de manera distinta, están acostumbrados a pagar la cuenta en una cita, dar regalos de aniversario, llevar flores, abrir la puerta del coche, dejar pasar primero a la mujer, es decir, ser todos unos caballeros. Y no es que en España sean groseros o que no haya hombres caballerosos, pero aquí no es tan usual ver algo así.

La concepción de tiempo para los mexicanos aún no la tenemos tan bien definida, nuestro famoso "ahorita" no quiere decir que haremos algo en este momento, quiere decir "en un rato, tal vez mañana o tal vez no lo hagamos" y si hablamos de puntualidad, los 5 minutos después de la hora pactada aún estará dentro de nuestro parámetro.

Entre el café y la tostada

Los mexicanos estamos acostumbrados a madrugar, para muchos la vida comienza desde las 5:30 am y las distancias que muchas personas recorren para llegar a su trabajo es enorme. Mientras que en Madrid la vida es mucho más nocturna, lo más temprano que comienzan a trabajar es a las 7:00 am y no pretendan encontrar muchas cosas abiertas a la hora de la siesta o en domingo, absolutamente todo estará cerrado. En México, la siesta se hace solo cuando estás enfermo y cerrar un lugar en domingo es impensable, ya que es cuando las personas salen y consumen más.

Ahora cuando miro atrás y recuerdo que me decían que no me preocupara porque al fin y al cabo era el mismo idioma, sucede lo siguiente: mi hermana le pide al mesero: "te molesto con servilletas, por favor" y el camarero/mesero contesta "no me molestas, es mi trabajo". Estas pequeñas diferencias culturales podrían no significar nada, pero basta con que lo vivas una vez para que sea una historia para contar.

Sí, México y España comparten mucha historia y tal vez muy poca semejanza. Pero la alegría y picardía que tiene un mexicano no se compara con nada.

¡Ay, México!

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