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Nancy, Santiago y Bruno, el rostro infantil de la violencia en abril

El 32% de la población mexicana corresponde a menores de edad y respecto a los mayores de 18 años, los niños tienen un 30% más posibilidades de ser desaparecidos o asesinados

Escrito en NACIÓN el

“Los niños viven en un mundo donde la gran mayoría de sus circunstancias son impuestas”, escribe Guadalupe Nettel en su libro El cuerpo en que nací. El enunciado se materializa en los casos de Nancy, Bruno y Santiago, algunos de los sucesos que durante este mes de abril arrojó el contexto de violencia e inseguridad en México, y que involucran a menores como víctimas.

Continúa la pluma de la escritora mexicana: “Otros deciden por ellos: la gente que han de tratar, el lugar en el que han de vivir, la escuela a la que asistirán, incluso lo que deben comer cada día”, al igual, no tienen decisión sobre la forma, ni la mano que les dará muerte; a ellos o a sus padres, podría agregarse.

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Bruno, de cinco años de edad, fue dejado a su suerte sobre Periférico Sur tras el presunto secuestro y eventual asesinato de su madre; Nancy, robada afuera de Hospital General a los ocho meses de haber nacido; y Santiago, el bebé de un año que fuera una de las 13 víctimas del multihomicidio en Minatitlán del pasado 19 de abril.

A partir de 2011 -apunta el director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), Juan Martín Pérez- comenzó la tendencia en la que los infantes dejaron de ser víctimas colaterales por encontrarse en medio de balaceras, por ejemplo, y pasaron a ser blanco de los ataques.

En abril de 2019, mes que alberga la celebración del Día del Niño, se supo de varios acontecimientos que envolvieron a menores, casos en los que acabó su vida o la de alguno de sus padres; resultaron heridos o separados de sus familias.

Estas son sus historias.

SANTIAGO

Dos fotografías que circulan en redes sociales marcan la historia de Santiago: la primera lo muestra sentado con una sonrisa dibujada en su pequeño rostro mientras juega con algunos collares, al fondo hay cuatro globos que forman el número 2019; la captura es parte de los festejos por su primer año de vida, celebrado el pasado 17 de abril.

Tan sólo dos días después fue tomada la segunda imagen, como parte del registro pericial de la masacre de Minatitlán, Veracruz. En ella, Santiago aparece tendido sobre el piso, boca arriba, sin sonrisa, sin vida. Lo acompañan siete cuerpos de las 13 víctimas mortales que se anotaron en el ataque, entre ellos el de César, su padre, que sin éxito intentó protegerlo cuando inició la ráfaga. La madre del bebé fue ingresada al hospital por las heridas, en el momento ella cargaba a Santiago.

De los 17 casquillos calibre 223, 15 de 9 milímetros y 5 ojivas deformadas que fueron encontradas en el patio de la palapa “El Potro”, en la colonia Obrera, dos balas impactaron el cuerpo del pequeño. Una fue a dar a su arteria carótida, la otra -según los testigos- fue un tiro de gracia disparado por alguno de los seis sicarios, quienes remataron a todos los que yacían sobre el suelo, como Santiago.

De acuerdo con la Fiscalía General de Justicia de Veracruz, la primera línea de investigación apunta a la disputa entre “Los Zetas” y el cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), rivalidad previa que ambas organizaciones criminales han trasladado a la entidad veracruzana.

Santiago se suma a los 285 homicidios dolosos contra menores de cero a 17 años registrados durante el primer trimestre de este 2019. Es decir, en promedio México matricula la muerte violenta de tres niños al día, acorde con datos de la Redim.

En contraste, datos de la propia Red, señalan que el 1% de las carpetas de investigación abiertas en las que al menos un menor de edad es víctima de algún crimen de este tipo, logra una sentencia condenatoria.

Por lo pronto, las autoridades estatales han informado sobre “un par de detenciones” vinculadas con los presuntos responsables de los hechos.

Dentro del mismo ataúd blanco descansan los restos de Santiago y su padre. "Cuida a tu hijo. Van a estar por siempre juntos", fueron los dolientes gritos con que la abuela del bebé, madre de César, se despidió de ellos.

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NANCY

Domingo 14 de abril, 2019; una cámara de vigilancia aledaña al Hospital General de la Ciudad de México graba: una mujer, con una bebé en brazos y un joven se detienen al umbral de un expendio de pan. De inmediato la chica comienza a buscar algo dentro de la bolsa de mano que lleva con ella pero ante la dificultad de la tarea por llevar cargando a la menor, el joven toma a la niña. Libre para actuar y luego de buscar por algunos segundos, la mujer saca un poco de efectivo y antes de dárselo al adolescente toma a la bebé nuevamente entre sus brazos. 

Emiliano, primo de la bebé Nancy y quien la cuidaba mientras la madre de la menor visitaba a su hermana en el nosocomio, toma el dinero mientras pone atención a lo que le dice la mujer, “déjame a la niña, yo te la cuido”. El adolescente se lleva una mano a la cabeza, se acerca a la entrada del establecimiento, y decide acceder al lugar.

Estela, quien en el video viste de negro, tiene el cabello corto y teñido de rubio, comienza a pasear a la niña frente al local. Al llegar a la entrada intercambia nuevamente unas palabras con Emiliano, el joven se encuentra en la caja del expendio. La mujer hace una seña de que irá hacia afuera y sale de cuadro. La bebé de ocho meses había sido robada.

Las estadísticas marcan, de 2007 a 2018, alrededor de 6 mil 400 niños desaparecidos en México. Por su parte, la Red por los Derechos de la Infancia apunta un promedio de cuatro menores de edad desaparecidos al día. La mayoría son mujeres entre los 13 y 17 años.

Pese a que la carpeta de investigación señala que en el caso de la sustracción de Nancy, Emiliano también estaba a cargo de su hermanita de 5 años, Jenny, esta menor no aparece en la grabación. La versión asentada en expediente FCH/CUH-8/UI-2S/1532/04-2019 señala que la pequeña hermana del joven tenía ganas de hacer del baño, por lo que encargaron a la bebé con la mujer que posteriormente la robó.

No obstante, cuatro días después -el jueves 18 de abril- con ayuda de un retrato hablado difundido por La Silla Rota y gracias a la alerta del casero de Estela, se logró la detención de la mujer junto con su esposo. En perfecto estado de salud Nancy fue devuelta a Magdalena, su madre.

Estela y Antonio fueron detenidos mientras salían del domicilio que habitaban en la calle Lago Colín y avenida Aeropuerto, en el municipio de Nezahualcóyotl, Estado de México. Al inicio, los imputados arguyeron que habían pagado 3 mil pesos y una cadena de oro por la niña. “Le juro que una muchacha que nos dijo que ya no la quería nos la vendió”, mintió la mujer originaria de Oaxaca a trabajadores de la Fiscalía del Menor.

Posteriormente, tras ser reconocida por Emiliano, refirió que su sueño era ser madre, anhelo que no llegó tras varios años de intentarlo, por lo que se convenció que no nunca podría. Estela le dijo a su pareja que “movería cielo, mar y tierra” para que pudieran ser felices.

Una semana después de la captura se vinculó a proceso a Estela, mientras que su pareja quedó en libertad porque no participó en el robo de Nancy, detalló el Tribunal Superior de Justicia.

BRUNO

Un niño deambula sobre avenida Insurgentes, en la Ciudad de México, a las afueras del centro comercial Perisur. Son cerca de las 23:30 horas y nadie lo acompaña, lo que despierta la curiosidad de los desconocidos que lo observan. De acuerdo con testigos, Bruno descendió de una camioneta blanca, automóvil ocupado por María, su madre, y otro sujeto. Se le dijo que ahí su padre pasaría a recogerlo, es un lunes 25 de marzo. 

Luego de que nadie fuera por él al centro comercial, elementos de la policía capitalina llevaron a Bruno a la Fiscalía Central de Investigación para la atención de niños, niñas y adolescentes de la PGJ, su foto fue difundida para que algún familiar lo reconociera y acudiera por él.

Al día siguiente Bruno fue recogido por su tío, tras ser identificado por la hermana de su madre. Los familiares negaron que el niño hubiera sido abandonado y refirieron que no sabían el paradero de ninguno de sus padres.

El último contacto que habían tenido con la mamá del menor había sido a las 18:00 horas del lunes, hora habitual en que la madre pasaba por su hijo a clase de natación, luego de concluir su turno como Jefa de Unidad Departamental de Agua Potable Magdalena Contreras y Tlalpan del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex), empresa a la que pertenecía la camioneta robada.

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María y Bruno se dirigían a su casa en San Jerónimo Lídice cuando fueron secuestrados por una banda delictiva. Uno de los sujetos, Eduardo “N” fue quien decidió dejar a Bruno en Perisur.

Fue hasta el 19 de abril que se supo nuevamente de María, cuando su cuerpo fue hallado sin vida en la zona boscosa de Los Dinamos, dentro de la alcaldía Magdalena Contreras, con el auxilio de la última ubicación detectada del teléfono celular de la mujer. No hay indicios de tortura o violación.

“Hemos seguido el teléfono de la mamá (...) la última vez que lo prendió estaba en la zona boscosa de Magdalena Contreras", declaró la Procuradora Ernestina Godoy.

Ese mismo día en que fue encontrado el cadáver, Rodrigo de la Riva Robles, subprocurador de Averiguaciones Previas Centrales, afirmó que una persona había sido puesta a investigación.

Tres días después, a menos de un mes de que Bruno fuera encontrado, la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ-CDMX), informó sobre la detención de cuatro presuntos responsables del asesinato de María. Estos admitieron ser integrantes de una banda dedicada al robo de automóviles para después comercializarlos en el estado de Oaxaca.

Cuando la madre de Bruno quiso defenderse, los ladrones la convirtieron en otra de sus víctimas.

La camioneta de matrícula E75ATN, según los detenidos, podía ser localizada en la entidad oaxaqueña.

ABRIL, MES DEL NIÑO

32% del total de la población mexicana, es decir 39.97 millones de personas, son menores de edad. Al presentar los retos para la reciente administración federal, antes de que Andrés Manuel López Obrador asumiera la presidencia, la Redim notificó al tabasqueño a través de un informe que en México un niño tiene más posibilidades de ser desaparecido o asesinado, 30% respecto al riesgo que sufren las personas mayores de edad.

Dicha dependencia señaló que los cuatro mil 299 asesinatos de bebés, niños y jóvenes registrados entre 2015 y 2019 por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), representan alrededor del 4% del total de víctimas de este delito.

En un panorama amplio, del año 2000 al 2017 se registró un total de 19 mil 151 asesinatos de menores que oscilan entre los cero y 17 años de edad.

Más casos de abril 2019:

José Rodrigo de ocho meses y Fernando de siete años, Tabasco (21 de abril): resultaron heridos luego de que la camioneta en la que viajaban junto a su madre y hermana mayor, quienes murieron en el lugar, fuera abatida por sujetos vinculados al crimen organizado, quienes -se estima- buscaban matar al papá de los menores, Fernando “N”, presunto huachicolero en el cobertizo de Pemex, Comalcalco. 

Niña de 4 años asesinada, Ciudad de México (23 de abril): Al ver frustrado su intento por robar un vehículo, un ladrón disparó hacia la parte trasera del auto, en donde se encontraba acostada la niña, quien recibió el impacto de bala en la cabeza. La tía de la menor conducía el automóvil y la trasladó al hospital Materno Infantil de Chalco, en donde perdió la vida. 

Tres menores pierden la vida en balacera, Morelos (13 de abril): Una balacera registrada en el restaurante “Los Estanques” en Cuautla, cobró la vida de seis personas, de las cuales tres eran menores de edad, dos niñas y un niño. Se presume que los sicarios iban por Raymundo Isidro Castro Salgado, “El Ray”, identificado por las autoridades estatales y federales como líder en la entidad del CJNG. “Ya estuvo… no nos vamos a quedar con los brazos cruzados”, expresó el gobernador Cuauhtémoc Blanco.