Main logo

“La narcocumbre”: cuando los capos más poderosos se unieron contra “El Chapo”

“El Mencho”, “El Z-42”, “El Chapo Isidro” y “El Viceroy” fueron los protagonistas de esta presunta reunión para “pacificar” el país y combatir a “El Chapo”

Escrito en NACIÓN el

Era junio de 2014, habían pasado seis meses de la segunda captura de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, líder del cártel de Sinaloa. Su reclusión en el penal del Altiplano significó una oportunidad para desplazar a la que –en ese entonces– era la organización del narcotráfico más poderosa del país.

Por ello, los líderes de las organizaciones criminales que le pisaban los talones a Guzmán Loera no lo pensaron dos veces cuando organizaron una reunión con el fin de reorganizar el territorio, pacificar el país y crear una alianza criminal.

Este encuentro, según fuentes de inteligencia estadunidense y mexicanos citados por Infobae, ocurrió en Piedras Negras, Coahuila, en esos años municipio controlado por “Los Zetas”.

La reunión fue protagonizada por Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, líder del cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG); Omar Treviño Morales, “El Z-42”, jefe máximo de “Los Zetas”; Vicente Carrillo Fuentes, “El Viceroy”, cabeza del cártel de Juárez; y Fausto Isidro Meza, “El Chapo Isidro”, cabecilla de los Beltrán Leyva.

La idea era crear algo similar a “La Federación”, una de las alianzas del narcotráfico más poderosas, misma a la que -en un principio- participaron algunos de los miembros de la reunión del 2014.

Dicha “Federación” se formó tras la primera fuga de “El Chapo”, liderada por el propio Guzmán Loera; Ismael Zambada García, “El Mayo”; Juan José Esparragoza, “El Azul”; Ignacio “Nacho” Coronel; Arturo, Alfredo, Héctor y Carlos, los hermanos Beltrán Leyva; y los Carrillo Fuentes, del cártel de Juárez.

“La Federación” duró unos años, pero luego rompió.

El evento de 2014 fue inusual, pues el CJNG mantenía una fuerte rivalidad principalmente con “Los Zetas” y, ligeramente, con los Beltrán Leyva. Sin embargo, un enemigo mayor los unió: el cártel de Sinaloa; todos y cada uno de ellos, en algún momento, tuvieron una dura guerra o traición de los sinaloenses.

Por ejemplo, con el cártel de Juárez formaron una alianza a principios del nuevo milenio, pero el asesinato de Rodolfo Carrillo Fuentes, hermano de “El Viceroy”, y el de Arturo Guzmán Loera, hermano de “El Chapo”, provocó la fractura y posterior guerra.

Los Zetas”, por su parte, nacieron como brazo armado del cártel del Golfo, y desde entonces su enemigo natural fue el cártel de Sinaloa. El enfrentamiento entre ambas organizaciones provocaron los escenarios más sanguinarios de la “Guerra contra el Narco”.

Los Beltrán Leyva también eran aliados del cártel de Sinaloa, incluso eran primos de “El Chapo”, pero la supuesta traición de Guzmán Loera al “poner” a Alfredo Beltrán Leyva, “El Mochomo” para que fuera detenido derivó el rompimiento y el eventual enfrentamiento.

Finalmente, el CJNG, creado como brazo armado del cártel de Sinaloa, se separó de ellos tras la muerte de Ignacio “Nacho” Coronel, quien era su único enlace con los sinaloenses, comenzando disputas de territorio.     

Infobae detalla que de dicha reunión no hubo más detalles y autoridades negaron tener información al respecto.

Sin embargo dicha alianza no se habría consumado o se rompió de forma inmediata, la violencia continuó y desde prisión “El Chapo” siguió controlando los hilos del cártel de Sinaloa.

Por su parte, “El Viceroy” y “El Z-42” fueron detenidos al poco tiempo de dicha reunión, mientras que “El Chapo Isidro” quedó como el jefe máximo del cártel de los Beltrán Leyva tras la muerte o detención de los hermanos.

Los Beltrán Leyva habrían sacado provecho de esta reunión, pues de acuerdo con la Administración para el Control de las Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) mantiene alianzas con el CJNG), el cártel de Juárez y “Los Zetas”.  

“El Mencho”, en tanto, se hizo de un enorme poder con el CJNG, fue el único que logró desplazar a “El Chapo”, convirtiéndose en la organización criminal con más presencia en México y una de las tres más peligrosas del mundo.