Culiacán, Sinaloa.- Desde el 2017, el capo sinaloense Fausto Isidro Meza Flores, El Chapito Isidro, considerado por la DEA como uno de los últimos líderes del cártel de los Beltrán Leyva, emprendió una estrategia legal para revertir las órdenes de aprehensión que existen en su contra por los delitos de delincuencia organizada. Y hasta el momento, los tribunales mexicanos han estado de su parte.
No así la Corte Federal del Distrito de Columbia, Washington, que mantiene un pedimento de extradición para que el capo originario del municipio de Guasave, en el norte de Sinaloa, sea arrestado y llevado al banquillo de los acusados, señalado por la Fiscalía de formar parte de la organización de Alfredo Beltrán Leyva, “El Mochomo”, sentenciado a cadena perpetua en abril de 2017.
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En cambio, los magistrados del tribunal colegiado en materia penal con sede en Mazatlán, confirmaron que el Ministerio Público Federal (MPF), adscrito a la PGR, integró la averiguación previa en su contra utilizando testimonios invalidados y juzgados, por lo que procedió a solicitar la cancelación del mandamiento judicial librado por el juez sexto de distrito de Los Mochis.
En Monterrey, el juez Segundo de Distrito otorgó en abril pasado la protección de la justicia federal contra otra orden de detención marcada con el proceso penal 175/2011, cuya resolución última se encuentra siendo analizada por un tribunal colegiado regiomontano.
Pero además, como estrategia legal, Flores Meza reclamó a las autoridades actos de “hostigamiento y tormento”.
Según el documento público obtenido por LA SILLA ROTA, “El Chapito” alegó que estos actos lo hacen las autoridades “al acudir constantemente a mi domicilio particular y amenazar a mis familiares con causarles algún daño en su integridad física, de no proporcionarles el lugar preciso en el cual me encuentro”.
Punto a punto, una orden de aprehensión sin efecto
De acuerdo con el expediente 18/2018, consultado públicamente en la Judicatura, el juez Sexto de Distrito le libró una orden de aprehensión por delincuencia organizada el 3 de mayo de 2013, una vez que la PGR había capturado a presuntos integrantes de la célula criminal que operaba en los municipios de Guasave, Sinaloa de Leyva, Ahome y El Fuerte, entre ellos uno de sus tíos, Agustín Flores Apodaca, “El Bellaco”.
Agustín Flores Apodaca, "El Bellaco". (Especial)
Para integrar las pruebas -señala el documento consultado- el Ministerio Público Federal adjuntó:
a) El parte informativo de la Policía Federal sobre la captura de El Bellaco en Guasave, ocurrida el 21 de junio de 2012, así como:
b) 7 declaraciones ministeriales de personas detenidas acusadas de formar parte de su organización. Entre ellas, principalmente la de El Bellaco, quien al ministerio público dijo que su sobrino era el líder del grupo.
A Flores Apocada se le aseguró una lap-top y una memoria USB con información clave del trasiego de drogas hacia Estados Unidos, pero el material estaba encriptado.
“En relación a las probanzas identificadas con los incisos a y b (citadas líneas arriba), el juez de amparo señaló que no podían ser tomadas en cuenta como indicio contra el quejoso (Meza Flores) ya que ambas probanzas fueron analizadas e invalidadas por el Juez Sexto de Distrito de Sinaloa”, señala el archivo.
Y es que a “El Bellaco” no se le pudo acreditar el delito de delincuencia organizada, solo el de portación de armas y drogas, en virtud de que el parte informativo de la Federal fue invalidado vía amparo pues los policías pusieron a disposición a Flores Apodaca 20 horas después de la aprehensión, por lo que su declaración ministerial en donde señala a “El Chapo” Isidro como su jefe, resultó anulada.
Así, los magistrados determinaron que aplicaba el lineamiento de “cosa juzgada”, dando a Flores Meza el amparo definitivo. “El Bellaco”, por su parte, contaba con una orden de extradición a la Corte Federal de Arizona, ejecutada el 21 de octubre de 2015.
En la averiguación previa contra “El Chapo” Isidro, la PGR también echó mano de un oficio emitido por el Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia (CENAPI), que el tribunal colegiado desechó por no cumplir con los requisitos de ley para ser una prueba contundente.
Nunca detenido
La DEA y el Tesoro estadounidense le atribuyen una edad de 36 años cumplidos el 19 de junio pasado. Según la ficha revelada en 2013, Meza Flores inició su carrera delictiva en el año 2000, cuando apenas contaba con 18 años.
La primera vez que su nombre apareció públicamente fue en la masacre de 7 personas en un crucero de la ciudad de Guamúchil, ocurrida en 2008, cuando el gobierno federal afirmó que la captura de “El Mochomo” llevó a Arturo Beltrán Leyva al rompimiento con el cártel de Sinaloa, comandado por Joaquín Guzmán Loera e Ismael Zambada García.
Con el ascenso del aliancista Mario López Valdez a la gubernatura en Sinaloa, las fuerzas policiacas y del Ejército concentraron sus operativos en la región del norte del estado, en donde dominaban los grupos vinculados a los Beltrán Leyva. Entonces inició una cacería intensa por capturar a “El Chapo” Isidro.
De 2011 al 2012, los operativos enviados por López Valdez lograron la captura de varios de sus lugartenientes, como Geovany Lizárraga Ontiveros, hermano de Samuel Lizárraga Ontiveros, “El Tortillero”, detenido en Querétaro en noviembre del año pasado. En respuesta, las huestes de Meza Flores y “Los Mazatlecos” atacaron a las corporaciones policiacas, provocando la muerte de más de 30 agentes policiales en distintas emboscadas.
Fotos y declaraciones fueron filtradas por el gobierno de Malova, en donde “El Chapo” Isidro aparece con su esposa en una iglesia, así como de la estructura del su clan, que incluía a los hermanos Jesús e Ignacio González Peñuelas, hoy detenidos.
En 2013 la exposición mediática de la organización también fue creciendo como la violencia que dejó cientos de homicidios y desapariciones forzadas. El Departamento del Tesoro boletinó a “El Chapito” y a su familia, entre quienes estaban su padre, Fausto Isidro Meza Angulo, su madre Angelina Flores Apodaca, su hermana Angely y su esposa Araceli Chan Inzunza.
"El Chapo" Isidro con su esposa Araceli Chan. (Especial)
Junto a los nombres de su familia, el Tesoro colocó el nombre de tres empresas presuntamente ligadas con el blanqueo de dinero: Auto Servicio Jatziry SA de CV (Jatziry es el nombre de una hija de Isidro), Constructora Jatziry SA de CV y Autotransportes Terrestres SA de CV, todas con domicilio en Guasave.
Pero a pesar del arresto o muerte de sus presuntos colaboradores, “El Chapo” Isidro nunca ha sido detenido. En agosto de 2014, tras la captura de “El Chapo” Guzmán en Mazatlán, la Marina estuvo a punto de detenerlo en Sinaloa de Leyva en un operativo que dejó 12 de sus hombres abatidos y un elemento de la U.S. Marshalls de Estados Unidos herido.
Según fuentes de seguridad en Sinaloa, esa fue la última vez que el gobierno montó una operación para ir en su contra. Desde entonces parece que se esfumó. Actualmente, según estas mismas fuentes, se le atribuye una presunta alianza con Aureliano Guzmán Loera, “El Guano”, hermano de “El Chapo” que se encuentra en una disputa violenta con los hijos del capo procesado en Nueva York.
En la celda que dejó Jesús Carlos Salmón Higuera, “El Macaco”, uno de sus pistoleros de Meza Flores, dejó su rúbrica tras fugarse con un ex colaborador de “Los Chapitos”: “100% Chapo Isidro”. Ahora, con dos amparos en la lista, al capo de Guasave le falta evadir la extradición que pesa en su contra todavía.
JGM