El juez federal Uriel Villegas Ortíz, asesinado en su casa junto a su esposa y enfrente de sus dos hijas pequeñas, tuvo en sus manos varios casos importantes de capos de la droga al pasar por juzgados de Sonora, Guanajuato, Jalisco y Colima.
Ayer, La Silla Rota dio a conocer que Villegas Ortíz llevó uno de los casos de Rubén Oseguera González, “El Menchito”, hijo de Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El juez ordenó el traslado de “El Menchito” del penal federal número 13 de Miahuatlán, Oaxaca, al número 2 de Occidente en El Salto, Jalisco, mejor conocido como "Puente Grande".
La decisión fue muy criticada en su momento, pues el hijo del capo sería trasladado al estado con mayor presencia del CJNG, además, “Puente Grande” ha sido señalado en varias ocasiones por autogobierno y por las comodidades en las que viven capos.
Incluso, “El Menchito” tuvo que ser trasladado de “Puente Grande” al penal número 15 en Villa Comaltitlán, Chiapas, tras conocerse un supuesto intento de fuga de Oseguera González.
Uno de los últimos casos que tuvo el juez fue el amparo que solicitó Ismael Zambada Imperial, “El Mayito Gordo”, hijo de Ismael Zambada García, “El Mayo”, líder del Cártel de Sinaloa, contra su extradición.
Villegas Ortíz le negó dicho amparo y “El Mayito Gordo” terminó extraditado a Estados Unidos en diciembre pasado.
Otro caso reciente de Villegas Ortíz, en enero pasado, fue un amparo tramitado por Miguel Ángel Treviño Morales, “El Z-40”, uno de los líderes de “Los Zetas”, que se encuentra recluido en Puente Grande.
De acuerdo con El Universal, Uriel Villegas Ortíz también llevó casos sobre más miembros del CJNG, de los Arellano Félix, de los Valencia, estos últimos familiares de la madre de “El Menchito”, Rosalinda González Valencia, “La Jefa”.
Además, el juez federal tuvo en sus manos el caso de Luis Morales Villanueva, el policía de la Ciudad de México acusado de liderar una banda de secuestradores integrada por uniformados.
Durante la conferencia mañanera de este miércoles, Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, aseguró que Uriel Villegas Ortíz murió por hacer su trabajo.
“(El juez) estaba haciendo su trabajo y murió por hacer su trabajo. Tenía, hasta donde tenemos conocimiento, algunos juicios de personajes de la delincuencia organizada y estaba haciendo su trabajo y lo estaba haciendo bien”.
