VIOLENCIA FEMINICIDA

México, como en la Edad Media, quema a sus mujeres

Datos de la Secretaría de Salud señalan que al menos 47 mujeres fueron quemadas de forma intencional en el país, en lo que va del 2022

Margarita fue quemada viva por sus familiares en medio de la disputa de una casa en Cuautla, Morelos.
Feminicidios.Margarita fue quemada viva por sus familiares en medio de la disputa de una casa en Cuautla, Morelos.Créditos: Cuartoscuro
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A pesar de haber 7 siglos de distancia, la Edad Media y el México actual parecen compartir la desmesurada violencia en contra de la mujer, y de manera muy particular, la quema y tortura de éstas.

En la época medieval, las mujeres eran masacradas y lanzadas a la hoguera por ser consideradas “brujas ya que gustaban de las matemáticas, la alquimia o simplemente se disponían a realizar labores consideradas masculinas.

Lo anterior pareciera distar de la realidad actual, sin embargo, día con día salen a la luz actos de violencia que, de manera específica, incluyen la quema mujeres de diversas maneras: ácido, alcohol, gasolina

En entrevista para el programa de radio Mesa de Debate entre El Heraldo de México y La Silla Rota, la ministra Yasmín Esquivel habló sobre estos intentos de feminicidio o feminicidios consumados.

“Estas agresiones se empiezan a convertir en algo aún más grave, que es cuando se dan estos ataques con sustancias corrosivas, químicas o flamables, donde se incendia a las mujeres. Esta saña que se da, esta exposición, esta exhibición, nos parece aún más grave”.

DE MARÍA ELENA A MARGARITA…

En 2019, México se cimbró ante la noticia de una joven de 28 años, residente en la ciudad de Oaxaca, que fue rociada con ácido y sufrió graves quemaduras de su cara y cuerpo.

El ataque fue perpetrado por personas enviadas por Juan Antonio Vera Carrizal, un político local que mantuvo una relación con la joven María Elena Ríos, cuando trabajó para él. Cuando ella decidió terminar esa relación sentimental, él ordenó el ataque.

En 2020, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, una mujer que trabaja como policía en el municipio fue quemada viva por sus compañeros, cuando ella les confesó –en una plática casual– que es lesbiana.

“No quiero perder mi trabajo”, esa fue la primera declaración de la joven que sufrió quemaduras en su brazo derecho y su cuello.

Este año no ha sido la excepción. Johana Cisneros, de 17 años de edad, fue encontrada calcinada el pasado 2 de mayo, al interior de su propio domicilio, en Chihuahua.

En Puebla, el pasado 27 de junio, una mujer fue rociada con ácido por dos hombres que pasaron a bordo de una motocicleta, quienes tras haberle gritado la palabra “guapa”, le aventaron dicho líquido en un brazo y le causó severas quemaduras.

Arith Alejandra, una joven de 25 años pasó varios días desaparecida, hasta que fue encontrada sin vida, mientras su cuerpo ardía en llamas el pasado 30 de junio.

Estos hechos fueron reportados por bomberos de la ciudad de Hermosillo, en el estado de Sonora, quienes tras el reporte de un incendio dieron con el hallazgo de los restos de la joven que logró ser identificada por portar brackets en los dientes y calcetas de corazones con mariposas.

Para el 16 de julio, el país volvió a estremecerse con el caso de Luz Raquel Padilla, una joven madre de un niño con trastorno del espectro autista que fue amenazada por uno de sus vecinos, por los ruidos que hacía su pequeño.

Luz Raquel denunció varias veces, ante las autoridades y en redes sociales, las amenazas que recibía. Incluso, el edificio donde vivía estaba lleno de pintas donde la amenazaban de muerte. Ese 16 de julio fue quemada viva en el parque enfrente de su edificio.

El caso más reciente es el de Margarita Ceceña, residente en Morelos, a quien unos familiares la quemaron viva también, en medio de la disputa por unos inmuebles. El 24 de julio Margarita perdió la vida, con el 80 % de su cuerpo calcinado.

UNA IDEOLOGÍA PATRIARCAL

La iglesia católica fue la responsable de miles de asesinatos y quema de mujeres durante la edad media, con la justificación de que habían cometido un pecado y tenían que pagarlo. Una de las razones era el adulterio pues, aparte de actuar de manera “impura”, engañaban a su pareja infringiendo por completo lo establecido por la religión.

Lo anterior pareciera lejano, pero en casos recientes dichos actos de violencia se han suscitado en parejas sentimentales, como el caso de un sujeto llamado Arturo Hernández, quien roció con solvente a su pareja sentimental para posteriormente prenderle fuego. Los hechos se dieron el pasado 4 de mayo en la Ciudad de México.

Estudios señalan que al menos 40 mil mujeres fueron víctimas de la quema de cuerpos en plazas públicas durante la edad media. Historiadores señalan que, en diversas ocasiones, tras los juicios establecidos, se realizaban quemas de manera colectiva con el fin de “limpiar al planeta de seres presuntamente impuros”.

De acuerdo con cifras de la Secretaría de Salud, entre enero y junio del 2022, al menos 47 mujeres fueron quemadas de forma intencional en el país.

Uno de estos casos es el de Liliana de 23 años de edad, quien denunció que, en la ciudad de Salinas Victoria, Nuevo León, tres sujetos la drogaron, golpearon, violaron y le prendieron fuego para después tirarla en un lote baldío.

A pesar de que la dieron por muerta, Liliana logró sobrevivir. Le causaron quemaduras en la mayor parte de su cuerpo, tras ser dada de alta, ella misma declaró que, debido al dolor tan fuerte de los actos de violencia, solicitó a los doctores que acabaran con su vida.

De acuerdo con datos históricos, dentro de los inquisidores que juzgaban a las llamadas “brujas”, había manuales sobre cómo y por qué se debía de juzgar de tal manera. Incluso, de forma directa, se señaló que las mujeres solían ser más débiles que los hombres y, por ende, “el diablo decidía poseer sus cuerpos”.

Con fogatas, tortura o decapitación, la violencia en contra de las mujeres se volvió una constante mayoritariamente durante el periodo comprendido entre el siglo XIII y el siglo XVII en Europa bajo los parámetros de la sociedad que había en aquel entonces.

Si bien en la actualidad no hay textos que señalen una persecución contra un género o tipo de persona en específico, los ataques a las mujeres demuestran un tipo de violencia generalizada.

Sin embargo, a más de 700 años de distancia, casos como el de Luz Raquel Padilla o el de Margarita Ceceña demuestran que la violencia en contra de la mujer está vigente e impregnada en la sociedad mexicana.