Uriel Flores Conchas “El Uriel” apunta a ser el nuevo jefe del grupo criminal Fuerza Antiunión. Tras la captura de su hermano, Jorge “El Tortas”, Uriel es señalado por la Fiscalía General de la República (FGR) y autoridades locales como su sucesor.
La Silla Rota cuenta con un reporte federal donde se detalla que “El Uriel” era el encargado de reclutar disidentes de La Unión de la B, así como expresidiarios que sirvieran como narcomenudistas o cobradores de cuotas.
De 24 años de edad, “El Uriel” mantiene contacto directo con su otro hermano, José Luis, recluido y sentenciado por secuestro desde 2001 y su hermana Yeni, sospechosa de lavar dinero de la banda.
Detención de "El Tortas"
Con base en la averiguación FAM/57/1831/12-11, “El Uriel” estuvo relacionado con un robo a negocio en 2012, pero un año después se determinó que era un delito no grave y el joven no pisó la cárcel.
“El Uriel” es oriundo de la colonia Guerrero, de la calle Moctezuma, como sus hermanos, pero se mueve también en los municipios mexiquenses de Toluca, Ecatepec, Tlalnepantla; Naucalpan y Cuautitlán Izcalli, donde presuntamente mantiene una alianza con el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) forjada desde el Reclusorio Oriente por “El Tortas”.
"El Uriel"
Uriel, por el contrario, nunca ha sido apresado y por él no pesan carpetas de investigación del fuero común, aunque en el ámbito federal sí está en la mira de la FGR.
Acorde con la dependencia, tanto él como “El Tortas” y sus hermanos Sabino, José Luis y Yeni fundaron Fuerza Antiunión en 2017 para disputar el control del narco con La Unión de la B, aunque todo comenzó como una venganza personal.
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El secuestro de Sabino
Al restaurante Los Machetes se presentaron varios individuos armados un día de diciembre de 2017.
“¿Dónde anda Memo?”, preguntaron a los empleados. Buscaban a Guillermo Sabino Flores Conchas, hermano de “El Tortas”.
Según los pistoleros, Sabino era el propietario y tenía que someterse al cobro de extorsión que tenía La Unión de la B.
Como no lo encontraron, lanzaron una amenaza. “Que no se haga pendejo, primer aviso”, advirtieron, según testigos que fueron entrevistados por agentes de Inteligencia de la Procuraduría capitalina.
En diciembre de 2017, tres meses después de que “El Tortas” fuera liberado del Reclusorio Oriente, supuestos miembros de La Unión raptaron a Sabino en la calle Héroes, colonia Guerrero.
“El Tortas”, que conocía al máximo líder de La Unión, José Alberto Maldonado López “El Betito”, habló con él para que liberaran a Sabino.
Ambos habían sido vecinos de la Guerrero e incluso habían mantenido un pacto de no agresión durante años.
“El Betito” negó que él hubiera ordenado el secuestro. Culpó a Hugo “El Güero” Díaz o Hugo Armenta.
Sabino fue liberado, pero en el hampa se corrió la voz de que había sido asesinado.
Antes de que pudiera comunicarse con “El Tortas”, éste mandó asesinar a los sospechosos del plagio y en enero de 2018 fue hallado sin vida “El Oso”.
Tenía Fuerza Antiunión marcada en la espalda y su cuerpo fue arrojado a un basurero en Tepito.
En respuesta, La Unión acribilló a uno de los principales operadores de “El Tortas”, Víctor Jesús Barajas y el 6 de mayo, la Antiunión hizo lo propio con uno de los hombres de mayor confianza de “El Betito”, Omar Sánchez Oropeza “El Gaznate”.
Para cuando Sabino regresó a casa, la guerra había escalado y no había marcha atrás.
Desde entonces se han perpetrado más de 25 asesinatos ligados a la pelea entre “El Tortas” y “El Betito”. El primero fue arrestado ayer en Tlalpan, mientras que el segundo cayó en agosto de 2018 en el Pedregal.
Las autoridades no tenían certeza de que Sabino seguía con vida hasta principios de este año, cuando lo ubicaron en dos casas de la alcaldía de Cuauhtémoc.
También fue arrestado por agentes federales el mismo día que su hermano “El Tortas”.
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Lavado, intacto
Aunque las autoridades han ido desmantelando a los grupos del crimen organizado en la capital, su estructura financiera no ha sido tocada.
La Silla Rota dio a conocer que la Secretaría de Seguridad Ciudadana capitalina y la FGR, en conjunto, revelaron la red de lavado de La Unión.
Un informe de más de 150 páginas, al que tuvo acceso esta casa editorial, señala que la organización criminal posee unos 100 lavadores de activos, pero también redes como falsos cirujanos, universidades y empresas de publicidad.
No obstante, dicha investigación no ha avanzado lo suficiente como para que la FGR obtenga órdenes de aprehensión y de cateo, pues las personas involucradas y sus domicilios están plenamente identificados.
Según el documento, “El Betito” registraba numerosos movimientos bancarios, cuya cuenta principal siempre tenía un saldo mínimo de 460 mil pesos.
Ayer, la FGR asentó en su reporte a medios que La Unión infiltró a corporaciones de seguridad en Ciudad de México, pero no precisó si hay una o más indagatorias en curso para desmontar su red de lavado.
MJP