El libro “Alas Rotas: Cómo prevenir la violencia sexual infantil y cómo ayudar a las víctimas” coordinado por la senadora Josefina Vázquez Mota es un recorrido testimonial, de análisis y propuestas en el ámbito psicológico y legal para apoyar a las mujeres, adolescentes e infantes, víctimas de violencia. En un entorno en el que cada dos segundos se llama al 911 para reportar una situación de violencia familiar, de acuerdo con cifras del SESNSP.

La destrucción de vidas y sueños de casi 5 millones de niños y niñas víctimas del crimen de violencia sexual, fue la causa para la coordinación de este libro. “Son cinco millones que tienen nombre, que tiene derecho a ser felices, a vivir una vida libre de violencia, por eso ‘Alas rotas’. Es un crimen del que ninguna de las familias está exenta. Un crimen que acaba con sueños, con vidas enteras, incluso haciendo sentir culpables a las víctimas”, dice en entrevista para La Cadera de Eva la senadora Vázquez Mota.

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México ocupa el primer lugar a nivel mundial de abuso sexual infantil, con 5.4 millones por año, según la asociación Aldeas Infantiles SOS. Los agresores están en el primer círculo de los menores. “Las personas que supuestamente deben cuidar y amar a los menores, abusan de ellos, los victimarios llegan a ser los padres, tíos, vecinos, los sacerdotes, profesores, entrenadores de gimnasia y fútbol”, señala Vázquez Mota.

“No son casa, son infiernos. En esta pandemia estos infiernos se han multiplicado para niñas y niños el lugar más seguro esta fuera de su casa y no dentro del lugar donde vive su victimario”, dice.

Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera  (UIF), señala en el prólogo que después del crimen organizado y del narcotráfico, el segundo negocio más rentable de todo el planeta, es el crimen de violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes.

Durante la pandemia, las denuncias ciudadanas por pornografía infantil aumentaron un 157 por ciento, entre enero y junio del 2020, de acuerdo con la Red por los Derechos de la Infancia (Redim).

La senadora reconoce las colaboraciones de Josefina Lira o Francisco Ibargüengoitia en el libro, quienes hablan de todos los daños psicológicos y físicos que la víctima, y el camino de reconstrucción por el que deben atravesar. Además, se propone el análisis de los dibujos de niños y niñas que pueden alertarnos si son víctimas de violencia sexual.

“No más secretos sucios, no más encubrimientos”

En el libro aparece el testimonio de Cristina Medina, quien dice que una familia no puede sentirse al margen. “Ella hablar de una familia amorosa, una familia donde sentía amada cuidada y justamente el mejor amigo de su papá es quien abusa a los 10 o 11 años, ella cree que una forma de proteger a su padre es callando”, cuenta Josefina.

“También está Maide, dice ‘amo y odio a mis padres’, ellos supieron que a los 5 años el abuelo la pareja de mi mama que entonces tenía 90 años iba por mí al kinder y cometía el crimen de violencia sexual. Aunque dejaron de ir a la casa, después regresaron como si nada. A ella se le dedica la contraportada, ‘no más secretos sucios, no más encubrimientos”’.

El 99.7% de los delitos de violencia sexual contra las mujeres no se denuncia, señaló un análisis de la organización México Evalúa y señaló que 6 millones de mujeres sufrieron algún delito de este tipo durante los últimos seis meses.

Violencia política

Detrás de la violencia hacia las mujeres, adolescentes, niños y niñas está una estructura patriarcal que alcanza todas las esferas, entre ellas, la política. Por esto mismo, la senadora señala que debe haber tolerancia cero ante cualquier forma de violencia. “Tenemos que trabajar en una cultura de cero tolerancia y trabajar en nuevas masculinidades para superar esa cultura patriarcal que tanto daño, tanta violencia y tanto mal ha provocado hasta ahora”, dice.

En cuanto a los casos señaladores de candidatos a gobernadores y funcionarios públicos con antecedentes misóginos y violencia sexual. Vázquez Mota señala que primero deben enfrentar los términos de la justicia.

“Nosotros requerimos que quienes toman decisiones de cualquier orden de gobierno, dese cualquier posición de poder sea público o privado, no importa, tenga preparación en esta materia y tengan un capacidad y un aprendizaje sólido robusto para respetar y reconocer los derechos de las niñas de las mujeres, para defenderos y promoverlos, sin ningún tipo de concesiones”, señala la senadora.

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Ajustes a la legislación

Para la prevención de la violencia sexual y sanción, el ámbito legislativo es fundamental. Josefina comparte que ya se tiene preparado un dictamen en el Senado para que no haya prescripción ante estos casos, las víctimas puedan denunciar y tener acceso a la justicia sin importar si pasaron 10, 20, 30 años. “Hay que ubicar que estos crímenes se cometen desde los cero años de edad”, advierte.

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Las personas que convivan con infantes no deberán estar en el registro de agresores sexuales “así como se piden cartas de antecedentes penales,  por qué no hacerlo de un registro como sucede en muchos países del mundo, cada vez que alguien conviva en un entrono de niños y niñas tenemos que tener la certeza que no es un depredador sexual”, señala.

También, Josefina habló de un cambio en la ley para que los niños no asistan a las visitas conyugales en las cárceles, ya que la organización Reinserta ha demostrado que ahí se comente la violencia sexual, niñas y los niños, quienes quedan totalmente vulnerables.

En cuanto a un acceso a la justicia con perspectiva de género, Josefina apeló a una capacitación a peritos, jueces y ministerios públicos. “Tenemos que lograr que esta realidad se incorpore en carrera tan importantes como medicina derecho, pedagogía y en prácticamente transversal”, señala.

Tenemos que trabajar con los gobiernos locales en los códigos penales en el sistema de Justicia y también en la comunidad y en las familias. “Tenemos que romper el tabú de no hablar sobre estos temas porque son una realidad y están a nuestro alrededor”, advierte.