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Víctor Hugo Lobo, el 'delegado del millón'

El perredista no había soltado el poder en la demarcación durante 9 años, y sólo lo alternó con su pareja sentimental, Nora Arias

Escrito en METRÓPOLI el

Ciudad de México (La Silla Rota).- Lo llaman “el delegado del millón” porque por menos de eso no autorizaba levantar la clausura de obras. Una opción era entregar a cambio un departamento de los que se pretendía construir.

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Es el perredista Víctor Hugo Lobo quien desde que llegó a la jefatura delegacional en 2009 no ha soltado el poder en Gustavo A. Madero y sólo lo ha alternado con su pareja sentimental, Nora Arias. Los dos han gobernado esa demarcación desde 2009, de manera alternada. Él acaba de pedir licencia para contender por una diputación plurinominal en el primer Congreso de la Ciudad de México pero de ganar la elección, su pareja volvería al poder delegacional.

Como ocurre en Coyoacán, con Mauricio Toledo, Lobo ha logrado constituir un cuasi cacicazgo a base de cooptación de cuadros vía la entrega de plazas en la delegación; lo hace también mediante los programas sociales, y se ha hecho temer por los empresarios, sobre todo los de la industria de la construcción, a quienes amedrenta para conseguir beneficios económicos.

De todo ello dan cuenta diversos actores de la vida en la delegación, quienes lo acusan de haber abandonado las grandes causas sociales para conformar grupos delincuenciales que se benefician política y económicamente.

Víctor Hugo Lobo fue impulsado a su primera candidatura a la jefatura delegacional en 2009 por Francisco Chíguil, que debió dejar el cargo luego de que durante su gestión al frente de Gustavo A. Madero ocurrió la tragedia del News Divine.

En dicha administración Lobo era el director de Servicios Urbanos. Cuando se convirtió en jefe delegacional se olvidó de Chíguil y fundó su propia corriente, Fuerza Democrática. Nueve años después, Chiguil intentará hacerse otra vez de Gustavo A. Madero, sólo que ahora por Morena y contra la pareja de Lobo, Nora Arias. 

GAM, la delegación más corrupta

José Luis Beato, ex dirigente en la ciudad de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), recuerda que a él le tocó la administración de Arias y el primer año de la actual de Lobo. Hasta hace dos años sus agremiados reportaban a la Gustavo A. Madero como la delegación más corrupta.

Los casos de extorsión se registraban más en el ámbito de la construcción de vivienda donde las autoridades delegacionales les pedían decenas de miles de pesos para continuar sus obras.

A mitad de la obra les amenazaban con cerrarles; les pedían dinero y venían a decirme que también les pedían departamentos”, dice el ex dirigente empresarial.

Añade que eso incluía a personas que querían construir un inmueble pero que no necesariamente eran desarrolladores inmobiliarios de gran calado.

Las palabras de Beato son avaladas por Jorge Cruz Elizalde, quien dirige la Coparmex en la delegación. Y afirma que aunque Nora Arias fue electa delegada en la anterior gestión, quien ejercía el poder era Lobo. Ella sólo aparecía en eventos públicos de carácter social. Si los empresarios deseaban una cita, ella no los recibía.

Afirma que a Lobo lo bautizaron como “el delegado del millón”, debido a que cuando clausuraba obras, pedía un millón de pesos para levantar las sanciones.

Señala al director Jurídico y de Gobierno, Ignacio Ruiz Avilés, como uno de sus operadores y como quien lleva los juicios cuando demandan al jefe delegacional por falta de pago. Dice que han presentado denuncias contra Lobo, pero que en el gobierno capitalino se han congelado.

Precisamente Ruiz Avilés fue exhibido el 6 de diciembre de 2016 por la diputada federal de Morena, María Chávez García, quien lo acusó y también al jefe delegacional de aplicar procedimientos administrativos “completamente carentes de la garantía de legalidad, infundados y faltos de motivación legal”, en contra de una empresaria a quien le clausuraron su negocio.

De acuerdo con la legisladora, el proceso jurídico de clausura estuvo viciado de origen;  la ciudadana acudió al Tribunal de lo Contencioso Administrativo de la ciudad de México, para pedir la nulidad y aunque ganó el caso, la delegación no había cumplido.

Este tema llegó a la tribuna de la Asamblea Legislativa donde se exhortó a Lobo a acatar la sentencia.

Control comprado con plazas en la delegación

El diputado de Morena, Paulo César Martínez, electo por el distrito VII de la Ciudad de México, que abarca la zona sureste de la delegación Gustavo A. Madero, explica cómo funciona el control político que ejerce Lobo:

Él llega a ser candidato en la Gustavo A. Madero en procesos internos del PRD; una vez ahí se encarga de la compra de dirigentes territoriales y no es que les dé dinero sino que los contrata, los incorpora a la delegación, les da una plaza, como jefe de departamento o coordinadores de proyectos. Una vez en la delegación, ese coordinador tiene que rendir pleitesía a quien lo colocó”, dice en entrevista.

Pero si alguien se sale de la línea de trabajo establecida por Lobo, entonces es despedido o le crean faltas administrativas, incluso lo pueden acusar de robo y le crean problemas, afirma.

Coincide con Cruz Elizalde en que sí ha habido quejas de parte de burócratas pero no son atendidas porque tiene cómplices en los órganos de justicia.

Martínez asegura que la cooptación pasa también por los programas sociales como entrega de uniformes deportivos, tenis, despensas, cobijas e incluso los mismos paseos que hacen desde las casas de cultura, los Chapultepec o al Auditorio.

Eso va cooptando, ‘estás conmigo, te doy camión para que vayas a Chapultepec, no estás conmigo no te doy nada”, resume.

El castigo para quienes no están con él incluso llega al grado de excluirlos de los programas de pavimentación y renovación de banquetas, como documentó en la colonia Nueva Tenochtitlán.

¿Qué pasa ahí? Que los que votan por el PRD tienen banquetas, los tienen identificados. Los que no votan por ellos no tienen banquetas, les fallan las luminarias, el desazolve no llega, las fugas no son reparadas, las fachadas; todos los programas delegacionales están al servicio de este personaje, se ve a simple vista”.

El diputado de Morena señala que para el control político-electoral, Lobo cuenta con una estructura propia, llamada Fuerza Democrática, que se acerca a dirigentes de colonias, les ofrece apoyo a cambio de que les lleven credenciales de elector y a cambio reciben recursos.

Pero si además quieren formar parte de la estructura del gobierno delegacional, como jefes de unidad, de verificaciones o del jurídico o si aspiran a un cargo de elección popular, entonces deben invertir para formar una estructura. Con dinero de grupos como taxistas o microbuseros, “cuidan” las casillas, y en la junta distrital tienen gente afín para garantizar un recuento de votos favorable.

Los que están ahí, nosotros lo denunciamos en el proceso electoral del 2015, son esposos, primos de los mismos operadores que tienen dados de alta como trabajadores de la delegación y en ese conteo de votos se cierra la pinza. Con la manipulación de actas, abren paquetes, ven urnas de manera discrecional, cuentan con la captura de distintos resultados, cambian la tendencia y esa es la que envían al Instituto Electoral. Si aun así no da y el proceso se impugna la compra de magistrados es al por mayor”.

Recuerda que en 2015 Morena ganó cuatro distritos en la delegación pero perdió la jefatura delegacional, pese a que los votos de dicha elección eran menores que los sumados por las diputaciones.

El legislador teme que para este proceso se repita la mecánica y que los órganos electorales encargados de mantener la legalidad no lo hagan o se comporten de manera parcial, que usen las instituciones para validar un triunfo cuestionable, que puede convertirse en un conflicto social.

Afirma que todos los que son precandidatos o candidatos del PRD le son fieles a Lobo, porque además saben que serán recompensados.

En cambio a los de Morena los castigan. En la precampaña de Claudia Sheinbaum hubo un intento de intimidación en Cuautepec, sin llegar a los sillazos que ocurrieron en Coyoacán.

“A nosotros nos mandaba a su hermano para bloquearnos eventos, quitarnos carpas, sillas, él y otros, lo tenemos fotografiado”, asevera.

De acuerdo con el morenista han presentado denuncias ante la Fiscalía Especializada para Atender Delitos Electorales (Fepade), la Procuraduría General de Justicia capitalina y ante la Comisión de Derechos Humanos, pero no les han hecho caso.

De las grandes causas al beneficio de unos cuantos

César Cravioto, quien también es diputado local de Morena por un distrito de Gustavo A. Madero, asegura que Lobo es uno de los mejores ejemplos de cómo el PRD pasó de luchar por las grandes causas, a ser un partido que solo busca el interés de algunas familias y líderes que se han fortalecido a través del manejo de clientelas y grupos delincuenciales.

El también coordinador de la bancada de Morena en la Asamblea Legislativa, afirma que el control de Lobo en la delegación ha llegado a tal grado que son pocas las voces que cuestionan su gestión, pero quienes lo hacen hablan de que su control lo consigue por el método de cooptación y amenazas en lo político, y de extorsión en lo económico.

Y mientras todo ello ocurre, la inseguridad se ha agravado y los servicios empeoran. Cravioto sostiene que la delegación atraviesa una crisis en materia de seguridad, las calles y el alumbrado están en pésimas condiciones y los deportivos y espacios públicos que antes podían usar los ciudadanos ahora están “tomados”.

 

Santa Isabel Tola era un espacio de la comunidad; llegó Lobo y se lo apropió. O en Risco que también llevaban años con el mejoramiento barrial, llegó y se los quitó a los vecinos que llevaban 10 años administrándolo”.

Carlos Cruz, director de Cauce Ciudadano, organización que hace trabajo social en la delegación, considera que los delitos como robos han aumentado y zonas como Cuautepec están en el olvido; no se ve a las autoridades y la delincuencia campea, afirma.

La ausencia de la autoridad delegacional en algunos territorios genera dos lecturas: o hay contubernio o hay complicidad con la delincuencia”.