El ex presidente de Brasil Luis Inácio Lula da Silva pasó su primer día en la prisión de la Policía Federal de Curitibia, en una celda que se encuentra aislada, considerada por el juez Sergio Moro como un privilegio para el ex mandatario.
Lula tiene permiso de dejar su celda de 15 metros cuadrados con dos ventanas, un baño y una cama, por tan sólo 2 horas. Tiene derecho a ese tiempo en el patio, pero siempre solo y aislado del resto de los presos.
Amigos cercanos a Lula han dicho que el aislamiento, considerado un privilegio por el juez, en realidad es una tortura para una persona tan extrovertida como suele serlo el ex presidente.
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Los miércoles tiene derecho a ver a su familia, mientras que sus abogados podrán visitarlo en el momento que quieran.
El domingo, Lula da Silva se levantó muy temprano y desayunó café con tostadas. Su rutina alimentaria será igual que la del resto de los presos: almuerzo a las 11:30 de la mañana, comida a las 15:00 y la cena será servida a las 17:30, según afirmó la Policía Federal.
El ex mandatario de Brasil es fanático del futbol, por lo que en las últimas horas del domingo vio el partido de los Corinthians de Sao Paulo vs el Palmeiras.
En el juego, los Corinthians mostraron una pancarta con la leyenda “fuerza Lula”.
Lula parece estar bien, aunque con indignación, según dijo su abogado Cristiano Zanin Martins, luego de visitarlo en prisión.
“Esta prisión fue decretada sin que hubiera fundamento jurídico”, señaló Zanin Martins en un video publicado después de visitar a da Silva en la prisión ubicada al sur de Brasil.
Pese a la situación, el Partido de los Trabajadores espera poder postularlo en agosto como candidato presidencial, pues además de que encabeza las encuestas, tienen la esperanza de revertir la situación.
Su abogado mantiene el optimismo de una posible liberación, pues aseguró que tienen la “expectativa de que en el futuro próximo podamos revertir la prisión”.
Con información de El Mundo y Clarín
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