El reto de conseguir la aprobación de la segunda reforma constitucional en materia de paridad, se logrará en un par de semanas. Al término de esta semana, al menos 15 legislaturas estatales habrán aprobado la reforma a la Constitución con la aplicación de este principio, que antes se restringía al legislativo, a otros espacios de decisión pública. Le toca el turno ahora a los Congresos Locales y han comenzado con paso firme y redoblado para aprobarla.
La primera legislatura local en aprobar el dictamen de paridad fue la del estado de Chiapas, el martes de esta semana. El miércoles se unieron a la aprobación de esta reforma los Congresos de Yucatán y de Quintana Roo.
Al momento de escribir esta columna, las legislaturas de Baja California Sur, Hidalgo, Jalisco, Morelos, Nayarit, Querétaro, Sinaloa, Tlaxcala, Zacatecas, Guerrero y Chihuahua, se encontraban sesionando para aprobarla. El viernes el dictamen será el único punto del orden del día de la sesión extraordinaria en el Congreso de Oaxaca y, al parecer, en el de la Ciudad de México. El lunes será el turno de la legislatura del Estado de México y el miércoles 5 de junio, se votará en el Congreso de Puebla.
Mujeres de todos los signos políticos se han unido en todo el país para hacer posible esta reforma. Legisladoras y no legisladoras han trabajado hombro con hombro para conseguir que las legislaturas locales aprueben primero, en comisiones y después en sesión de Pleno y, en la gran mayoría de los casos, de manera unánime, este dictamen de reforma constitucional.
La reforma constitucional en materia de paridad tendrá que publicarse en el mes de junio y comenzarán a correr los plazos para la reforma y armonización de diversas leyes para que cumplan con el principio de paridad en la administración pública, el poder judicial y los órganos autónomos, de los tres ámbitos de gobierno.
En materia de igualdad sustantiva este es un momento único en la historia de nuestro país. Los últimos cinco años han sido centrales para las mujeres en México. La paridad en el Congreso de la Unión y en la mayoría de las legislaturas locales, son clara muestra de ello. La segunda reforma de paridad no podría haberse logrado en un tiempo tan corto si las mujeres no ocuparan la mitad de esos espacios en el poder legislativo federal y de las entidades federativas. La paridad ha rendido frutos, ha cumplido con las expectativas que se tenían y ha conseguido abrir más espacios para que las mujeres puedan contribuir desde el espacio público al futuro de México.
México lidera a partir de esta reforma los esfuerzos internacionales para garantizar la igualdad sustantiva. Las reformas constitucionales y legales han abierto el camino que ha permitido llegar a cada vez más mujeres a los espacios públicos. Queda mucho por hacer, pero la aprobación de esta reforma arroja luz en la dirección correcta por la que debe transitar nuestro país para mujeres y hombres podamos escoger y materializar el plan de vida que nos hemos trazado. ¡Felicidades México!