Gracias a que cuentan con inversiones financieras, pensiones, brindan asesorías o algún tipo de negocios, algunos funcionarios del gabinete federal ganan mensualmente más dinero que el presidente. O al menos, esta es la primera conclusión a determinar tras una revisión de las declaraciones públicas que presentaron algunos secretarios de Estado a la Secretaría de la Función Pública hace dos semanas.
La Silla Rota publicó el viernes que acorde a la declaración del mandatario, él afirmó que su único ingreso económico es su salario de 1.5 millones de pesos anuales que no posee nada más ya que, como declaró al inicio de su gestión, las propiedades que tenía están a nombre de su esposa (Beatriz Gutiérrez) y dependientes económicos, en este caso, su hijo menor.
Por eso es de llamar la atención que una selección de los secretarios de Estado más destacados, sí tienen ingresos adicionales por las funciones que desempeñaron anteriormente lo que significaría que su principal fuente de ingresos económicos, no viene de su trabajo dentro del gobierno federal. O bien, que varias de sus propiedades se encuentran a nombre de familiares o terceros.
Por ejemplo, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero; sabido era de la pensión que recibía como exministra de la Corte y pese a que ella declaró al inicio del sexenio que ese sueldo lo donaría para una casa de beneficencia. Al parecer no fue así pues su declaración a la Secretaría de la Función Pública no señala donación alguna de sus ingresos.
Alfonso Romo, jefe de la oficina presidencial, es de los pocos que reporta usar tarjetas de crédito y precisa tener dos adeudos con dos bancos. Sin embargo, similar al caso de Sánchez Cordero, su salario como funcionario público representa apenas la quinta parte de sus ingresos por negocios adquiridos antes en su faceta empresarial.
El secretario de Seguridad Ciudadana, Alfonso Durazo, es parecido: 1.6 mdp de sueldo como funcionario contra 7.1 mdp por asesorías; es decir, poco menos de la tercera parte de sus ingresos, proviene de su sueldo en la 4T.
El titular de la CFE, Manuel Bartlett, quien según su declaración anual gana más que el presidente (2.2 mdp y no los 1.5 mdp del presidente López Obrador). Pero, además, recibió 3.1 mdp por otros ingresos entre ellos fondos de inversión y participación en otras empresas en las que participa. Él, igual que Romo, tiene un adeudo con American Express.
La secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, quien además de su sueldo como funcionaria (1.6 mdp anuales) tuvo 171 mil 335 pesos por otros ingresos académicos. En su primera declaración al inicio del sexenio precisó tener tres departamentos y tres casas, algunos de estos en copropiedad. Más dos cuentas bancarias en pesos, dos en dólares y una en euros, pues señaló ser académica en universidades de Estados Unidos y Francia. Precisó además poseer siete joyas (cuatro collares, un reloj, un par de aretes y un brazalete) todos obsequios, señaló.
Sin embargo, en esta última declaración declara tener sólo una casa de la cual es propietaria y una deuda bancaria. En el caso de las joyas precisa que fueron adquiridas por compra-venta.
Caso aparte el de la secretaria de Economía, Graciela Márquez, quien antes de ser funcionaria pública era docente en el Colegio de México y el ITESM (Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores Monterrey) cuyo sueldo inicial de 108 mil 079 pesos se mantienen sin variaciones, pues hoy ganó en un año, como el promedio de los funcionarios, 1.6 mdp.
Antes de la 4T tenía una casa y dos departamentos, los tres adquiridos vía créditos, un automóvil y cuatro cuentas bancarias. Pero también tenía adeudos en tres tarjetas de crédito, más un préstamo personal y uno hipotecario. Ahora declaró contar con un solo departamento, el mismo vehículo, tres cuentas bancarias, ser accionista en la editorial “Libros Grano De Sal S.A. De C.V.” así como mantener deudas con algunos bancos y el Fovissste.
(María José Pardo)