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Conacyt endurece asfixia presupuestal a comunidad científica

Aunque el Conacyt reconoció que “esta situación es apremiante y preocupante” para todos sus becarios, científicos denuncian que aún no hay una respuesta clara

Escrito en NACIÓN el

“Algunos de nosotros no hemos tenido beca desde agosto del año pasado”, lamentó una becaria de Conacyt-Sener Hidrocarburos que dejó de recibir el apoyo económico y se encuentra varada en Reino Unido a la espera de que las autoridades resuelvan si le dan la extensión de la beca, ya que no hay recursos pues estaban en uno de los fideicomisos que el presidente Andrés Manuel López Obrador extinguió el año pasado. 

Al menos 14 becarios de Conacyt-Sener se encuentran en esta situación y hasta la fecha sólo han recibido largas del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, que desde finales del año pasado los mantiene en el limbo. 

Los estudiantes de posgrado enviaron un comunicado a las autoridades, en respuesta recibieron dos correos del Conacyt. En el primero les indicaron que en las últimas semanas de abril recibirían más información de solicitantes y todo se enviaría a la Secretaría Técnica de los Fondos. 

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Asimismo, les señalaron que “próximamente tendremos la confirmación de fechas para celebrar las Comisiones de Evaluación durante la última semana de abril y las primeras dos semanas de mayo, en que se presentarán los casos de ajustes a la vigencia y conclusión de beca”. Posteriormente tendría que sesionar el Comité Técnico Administrativo. 

Aunque el Conacyt reconoció que “esta situación es apremiante y preocupante para todos los becarios de dichos fondos”, no hubo una respuesta clara. 

En un segundo correo enviado, les informaron que ya se había realizado el primer paso que era la Comisión de Evaluación, pero nuevamente el proceso se quedó atorado. 

“Aún no contamos con fechas para los Comités Técnicos de ambos fondos; ya que se está en espera de una resolución, para conocer si es posible autorizar nuevo recurso posterior a la publicación de la extinción de los fideicomisos”.

En octubre del año pasado, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador extinguió 109 fideicomisos, como parte de su combate contra la corrupción. Uno de esos era el Fondo Sectorial Conacyt-Secretaría de Energía Hidrocarburos, de donde salían los recursos para los becarios. 

La Silla Rota publicó desde el pasado 5 de abril el calvario que viven los beneficiarios de la beca Conacyt-Sener Hidrocarburos ya que el Consejo los dejó abandonados en Reino Unido sin una alternativa. 

“SOMOS COMO LOS HUÉRFANOS DEL CONACYT”

Una de las investigadoras afectadas por esta situación, quien prefirió mantener su nombre en el anonimato,  señaló que la situación es preocupante, porque no está recibiendo el apoyo del Conacyt, no puede trabajar de tiempo completo porque en teoría tienen la beca y además en septiembre se le acaba la visa, por lo que si no le dan una solución,  podría no terminar su posgrado. 

“Ya no sabemos con quién ir, somos como los huérfanos del Conacyt, estamos en medio, en el limbo”, señaló la científica, quien añadió que la mitad de la beca la otorgaba la Secretaría de Energía, pero ni ella ni sus compañeros han podido tener contacto con algún funcionario de esta dependencia.

El otro problema, expresó la investigadora, es que regresar a México tampoco es una opción, porque estarían incumpliendo una cláusula de la beca. 

“Nos dejan súper abandonados y hasta nos preocupan las repercusiones de qué pasa si no acabo mi doctorado, porque en teoría si no acabas le debes dinero a Conacyt, porque tienes que devolver el dinero, entonces es cómo te debo dinero por no acabar porque no me dejaste acabar”, criticó. 

La investigadora expresó que se siente enojada y frustrada, porque la falta de apoyo económico está frenando el que pueda concluir su doctorado, por eso pide al Conacyt y a Sener que haya claridad y certeza, que les digan a los becarios si les aprobarán la extensión de la beca o no, para que ellos puedan saber qué hacer, pero ya con una respuesta concreta.  

“MI ÚLTIMA FUE EN MARZO”

En la misma situación se encuentra otro becario de Conacyt-Sener, quien también solicitó mantener el anonimato ante el temor de que si se conoce su identidad no le acepten la extensión de la beca que solicitó. 

El  científico envió su solicitud en septiembre del año pasado y se supone que el Consejo tendría que haber dado una respuesta en un mes, pero no fue así. A la fecha no ha resuelto su situación, por lo que está en la incertidumbre ya que el último pago de su beca fue en marzo. 

Él pidió que se le extendiera la beca por un año, pues la pandemia  provocó que no pudiera hacer su trabajo en campo como tenía planeado para su investigación, pero se siente desilusionado al no saber si podrá terminar. 

“Al principio, estaba con las expectativas altas de que podía obtener la extensión, pero ahorita me siento frustrado, porque no puedo hacer nada”, lamentó el científico.
 

Cuando al investigador se le preguntó si volver a México con su posgrado incompleto es una opción, hizo una larga pausa y luego respondió: “Pues si no puedo quedarme aquí por cuestiones de visa, tengo que regresar”. 


Detalló que eso es lo que más le preocupa, porque su visa termina en julio de este año, para aplicar nuevamente necesita dinero y una carta de Conacyt que acredite que es becario. Explicó que la visa cuesta entre 800 y mil libras, que serían más de 27 mil pesos mexicanos, pero necesita que le aprueben la extensión de la beca para poder pagarla. 

Esta no es la primera ocasión en la que el Conacyt, que encabeza María Elena Álvarez-Buylla, deja sin apoyo a la comunidad científica, ya que este año no se emitió convocatoria para realizar posgrado en el extranjero y aunque recabaron firmas para pedir que se abrieran estas becas, tampoco hubo respuesta. 

Otros temas que han sumado a la tensa relación entre el Conacyt y los científicos mexicanos son el reciente cambio al reglamento del Sistema Nacional de Investigadores y la nueva Ley General de Humanidades, Ciencia, Tecnología e Innovación, ya que ambos documentos fueron elaborados sin la participación de los investigadores.

 

(djh)