La Procuraduría General de la República (PGR) entró de lleno a la campaña presidencial en México al difundir un video captado en el vestíbulo de una oficina de la dependencia, en un intento por generar sospechas en torno a la candidatura del panista Ricardo Anaya, según se detalla en el diario español El País.
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El rotativo destaca que Anaya, quien figura como segundo lugar en las encuestas presidenciales, puede verse en la grabación, ahí se niega a rendir una declaración en un supuesto caso de lavado de dinero, en el que no ha sido acusado directamente.
Ante las peticiones de la SEIDO para que declare, Anaya indica que sólo asistió para entregar un escrito dirigido al encargado de la Fiscalía.
La divulgación del video ha levantado el repudio de diferentes sectores en México, ya que se considera –apunta el diario- que el órgano se utiliza para golpear rivales.
A través de un comunicado, el Frente que encabeza el queretano Anaya calificó a la PGR como la “oficina de guerra sucia del PRI en contra de sus opositores”.
“Es denigrante ver a la PGR convertida en oficina de propaganda política, tratando de rescatar la campaña en ruinas del candidato del PRI, José Antonio Meade”, detalla la coalición conformada por el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano.
Como justificación de la publicación del video, la Procuraduría apuntó que esta acción se realizó por el “interés público mostrado por los medios de comunicación respecto a lo que aconteció” y que no vulneran derechos ni la presunción de inocencia de nadie.
El pasado domingo, el candidato presidencial acudió a la PGR para entregar un documento dirigido al encargado de despacho Arturo Elías Beltrán, bajo el mensaje de “tengo el derecho a no ser difamado, exijo que con la misma rapidez y sin pretexto alguno informen si después de cinco meses encontraron algún dato que pruebe alguna conducta indebida de mi parte”.
El aspirante pidió información sobre la investigación de la Fiscalía por la compra de una nave industrial propiedad de su familia en su estado natal, cuya transacción se habría hecho con recursos triangulados en una red de lavado de dinero que involucran al empresario Manuel Barreiro, un conocido de Anaya.
Anaya estaba acompañado en el video por excandidato presidencial del PAN, Diego Fernández; el presidente de su partido, Damián Zepeda; el dirigente de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado; el exsecretario de Gobernación, Santiago Creel y el presidente del PRD, Manuel Granados.
Cuando intentaba entregar el documento, un hombre ingresa y se presenta con el grupo como Mauro Fernando Rodríguez, titular de la Unidad Antilavado.
Entonces les dice: “si gusta rendir declaración se la tomamos en este momento, sin problema”.
Anaya responde: “con que nos reciban el escrito es suficiente, se lo agradezco”.
Entonces entra Fernández de Cevallos: “el escrito va dirigido al procurador… ya después para cualquier citación habrá tiempo… Ahí viene el domicilio, para no negarnos a cualquier cuestión que requiera la procuraduría, para no dar a la SEIDO lo que quizá corresponde a otra procuraduría”.
Tras este hecho, la PGR indicó en un comunicado que Anaya se negó a declarar en el caso de supuesto lavado de dinero, versión desmentida por el candidato.
Casi al final de la grabación difundida, se escucha casi como un murmuro de Anaya: “hijo de puta”, aunque en entrevistas posteriores Fernández de Cevallos aseguró que fue él quien lanzó dicho insulto.
Una de las críticas contra el video fue lanzada por Dante Delgado, presidente de Movimiento Ciudadano, quien apuntó que “el encargado de la Procuraduría está como un vil empleado del Secretario de Gobernación. Le pido al (secretario de Gobernación) Navarrete Prida que saque las manos del proceso electoral”.
Gobernación rechazó las acusaciones la mañana del jueves y afirmó en una conferencia de prensa que no está involucrado en el proceso electoral.
“Si alguien pretende trasladar algo que tiene que ver con pruebas a algo que tiene que ver con votos, se generan distorsiones”, dijo Navarrete.
Elías Beltrán también aprovechó la comparecencia para justificar nuevamente el video.
Lee aquí la nota original de El País.
lrc