MEDIO AMBIENTE

Medio ambiente, “palabra” que no gusta a AMLO; se mofa y pregunta por el otro “medio”

A manera de chiste, el presidente Andrés Manuel López Obrador en su conferencia matutina comentó que no le gusta la palabra medio ambiente

Créditos: Cuartoscuro y La Silla Rota
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El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha respondido con ironía a las críticas recibidas por la construcción del Tren Maya en la península de Yucatán, proyecto que ha sido objeto de controversia debido a sus posibles impactos en la selva, cenotes y sitios arqueológicos de la región. En lugar de centrarse en estos aspectos, el mandatario ha optado por destacar los beneficios económicos que, según él, traerá la obra.

Durante una conferencia de prensa, AMLO abordó el tema del medio ambiente y las preocupaciones de los críticos del proyecto. En tono sarcástico, el presidente cuestionó el uso del término "medio ambiente", argumentando que no le gusta porque no entiende dónde está "la otra mitad del medio". Con este comentario, AMLO intentó restar importancia a las críticas y preocupaciones medioambientales, enfocándose en cambio en los aspectos positivos del proyecto.

A pesar de todo, durante la misma conferencia mañanera, AMLO comentó que los pseudoambientalistas ya están "más relajados" y se "están portando bien" 

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El Tren Maya es una de las iniciativas más ambiciosas y grandes del gobierno de López Obrador, misma que busca impulsar el desarrollo económico y social en el sureste de México. El proyecto contempla la construcción de una red ferroviaria de aproximadamente 1,500 kilómetros que conectará los principales destinos turísticos y culturales de la península de Yucatán, con el objetivo de fomentar el turismo y la inversión en la región.

A pesar de los argumentos económicos a favor del Tren Maya, diversos sectores de la sociedad mexicana y organizaciones internacionales han manifestado su preocupación por las potenciales consecuencias negativas que la obra podría tener en el entorno natural y el patrimonio cultural de la zona. Se teme que la construcción y operación del tren puedan provocar la deforestación de grandes extensiones de selva, la contaminación de cenotes y la afectación de sitios arqueológicos, algunos de ellos aún no explorados.

Ante estas inquietudes, el gobierno mexicano ha asegurado que se están tomando las medidas necesarias para minimizar el impacto ambiental del proyecto y garantizar la preservación del patrimonio arqueológico y natural. Sin embargo, las declaraciones irónicas del presidente López Obrador respecto al medio ambiente han generado descontento y desconfianza entre quienes consideran que estos temas deberían ser tratados con mayor seriedad y responsabilidad.

Contexto

El Tramo 5 del Tren Maya, así como otros tramos del mismo, que han sido objeto de controversia por amparos legales y protestas de ambientalistas, actualmente se encuentra detenido. Sin embargo, habitantes de la región de Quintana Roo defienden que dicho proyecto reactivará la economía local en una zona que ha sido abandonada. Mientras tanto, las autoridades afirman estar trabajando en la Manifestación del Pacto Ambiental, lo cual permitirá la reanudación de las obras.

En la presentación pública del Tramo 5, se produjeron enfrentamientos entre autoridades, ambientalistas y pobladores en relación a la viabilidad del proyecto. Los ambientalistas sostienen que la construcción del Tren Maya comenzó de manera ilegal, al no contar con los permisos ambientales necesarios y ofrecer información insuficiente sobre los planes de conservación medioambiental.

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) llevó a cabo una consulta pública en Tulum, con la asistencia de más de 300 personas de diferentes comunidades de la región. El Tramo 5, actualmente suspendido por orden judicial debido a la falta de la Manifestación de Impacto Ambiental, recorrerá 67.6 kilómetros y pasará por Playa del Carmen, Puerto Aventuras y Tulum.

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El costo total del Tramo 5 Sur se estima en 31,501 millones de pesos, financiados por el gobierno federal. Durante la construcción, se instalarán oficinas portátiles para los trabajadores y almacenes para guardar los materiales de construcción.

A pesar de la consulta pública realizada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), las preocupaciones ambientales continúan y las respuestas de las autoridades no han sido del todo claras. José Urbina Bravo, miembro del colectivo Selvame del Tren y buzo de cuevas, cuestionó las explicaciones dadas por Fonatur, alegando que no abordan adecuadamente los planes de conservación ecológica.

Urbina Bravo también expresó su preocupación por los cambios en la ruta del proyecto en el ejido Jacinto Pat, ya que considera que mantener el tren sobre la carretera en Playa del Carmen habría sido una decisión más acertada. A pesar de estas inquietudes, Efraín Olivares, gerente de obras de Fonatur, aseguró que se están tomando medidas para proteger los cenotes y las cuevas, como la construcción de pilotes en zonas con cavidades y la realización de estudios del suelo.

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Sin embargo, el Centro para la Diversidad Biológica y Greenpeace México han entregado un documento de 114 páginas a la Semarnat, en el que señalan omisiones e inconsistencias en la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) presentada por Fonatur para el Tramo 5 Sur. Las organizaciones exigen la negación de la autorización solicitada para las obras, la clausura total del proyecto y la evaluación de un cambio de trazo sin impactos negativos al medio ambiente.

DJC

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