ROBO A TRANSPORTE

“Nadie habla de lo que arriesgamos”: robo a transporte de carga aumenta 36% en México

En un año los asaltos a traileros aumentaron bajo un nuevo modus operandi, surgido durante la pandemia de covid-19

Chofer de tráiler en la ruta Veracruz-Puebla-CDMX narra cómo lo golpearon y amenazaron para asaltar su camión
Héctor Saltos Carrillo.Chofer de tráiler en la ruta Veracruz-Puebla-CDMX narra cómo lo golpearon y amenazaron para asaltar su camiónCréditos: Inés Tabal | LSR Veracruz
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Guanajuato.- Miedo y angustia son las emociones que se enfrentan Rey Lara y Martín Godínez cada que salen de casa para ir a trabajar. Son “hombres camión”, como se hacen llamar con orgullo, siendo los chóferes de tráiler. Todos los días pasan hasta 14 horas detrás del volante y hasta un mes lejos de casa, de carretera en carretera, para llevar diversas mercancías a todos los rincones del país.

Rey Lara no ve a su familia, en la Ciudad de México, desde hace 21 días. Él trabaja para una empresa de transporte que lo requiere constantemente en la ruta entre la Ciudad de México - León. Siempre le preguntan cómo está, por dónde anda y qué está haciendo, el temor es mucho.

“Nadie habla de eso, de lo que arriesgamos. Llevamos toneladas de mercancía y manejamos de noche”, dice. Rey escucha, un día sí y otro también las historias de los conductores de transporte de carga que son asaltados, atacados y hasta asesinados.

El robo a transporte de carga modificó su modus operandi desde el inicio de la pandemia por covid-19, en 2020; pero el nuevo esquema fue más tangible desde 2021, tanto que los asaltos aumentaron de 333 a 454 para 2022, un aumento de 36.6%.

Las empresas que se dedican a la recuperación de estos vehículos han detectado que, en los estados donde los delincuentes se dedicaron antes al robo de combustible (huachicoleo), ahora roban mercancía en carretera, dando prioridad a alimentos como arroz, frijol, semillas y despensa.

La razón: es más fácil su venta en mercados y Centrales de Abasto, para allegarse de dinero en efectivo sin mayores contratiempos.

El escenario de robo

Ricardo Bustamante, presidente de la Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada e Industria Satelital (Amesis) afirmó que las empresas transportadoras de mercancías debieron utilizar la tecnología para enfrentar este tipo de robos. Así, en los últimos 2 años recuperaron entre el 97% y 98% de vehículos de carga robados en carretera.

La mayoría fue gracias al uso de GPS para seguimiento y rastreo vía satelital de sus unidades en carretera.

“El Estado de México lleva la delantera siempre. Le siguen Jalisco, Guanajuato, Puebla y Veracruz. Los 5 estados suman el 75% de robos en todo el país. El resto de los estados también tiene, pero en menor medida”.

Sus estadísticas arrojan más datos. Por ejemplo, el mayor aviso sobre asaltos se da entre las 5 y 7 de la mañana –cuando las unidades van cargadas a tope–, a esa hora aparece la delincuencia para robar los camiones llenos. En respuesta, las empresas comenzaron a cambiar sus horarios.

“Entonces el robo se ha ido repartiendo, pero entre las 5 y 7 de la mañana seguimos registrando el 20% de los robos a nivel nacional. Es la hora promedio del día en que más asaltan. Los miércoles es el día más robado y el resto (lunes, martes, jueves y viernes) baja la cifra. En menor medida, sábado y domingo”.

En el resto de los horarios ocurre entre el 3% y 6% de los robos. Paradójicamente, la madrugada registra los menores índices de robo, hasta solo representar el 1%.

Conducir con angustia

Cuando sale a carretera, Rey Lara maneja bajo estrés, no solo por el hecho de tener que estar atento a la seguridad tras el volante; también va angustiado por estar alerta de cualquier comportamiento sospechoso a su alrededor.

Maneja vigilando la velocidad de los que van adelante o atrás de él. Si un coche que va delante disminuye su velocidad, él piensa que quizás es alguien que lo quiere asaltar; si el que va atrás está muy cerca de él, también. Suelta un suspiro y le da gracias a Dios cuando se van.

A Rey no lo han asaltado, pero su compañero Martín, originario de León, no ha corrido con esa suerte. Estaba manejando de madrugada cuando le aventaron piedras para distraerlo del camino.

“Se escondieron entre las piedras y las aventaron”, recuerda. Fue una escena aterradora: el rin de una de las llantas se dobló y ésta comenzó a aventar aire. A pesar del miedo, Martín no quiso detenerse y manejó por 10 minutos más hasta llegar a donde estaban elementos federales. Eso fue en la carretera 45 de Tepeji del Río, Hidalgo.

Aun cuando se salvan de algún asalto, nada les asegura que lleguen sanos a casa. Martín hoy tiene secuelas de un derrame cerebral ocasionado por un accidente en la carretera Aguascalientes - Silao. Sufre visión borrosa y mareos, pero no puede dejar de trabajar.

“Uno se encomienda a Dios y lo hace por la familia. Ya qué hace uno, es el trabajo y el sustento diario de la casa”.

Menos asaltos donde “reina” el crimen

Paradójicamente, en las entidades con mayor registro de presencia del crimen organizado, los robos al transporte de carga son mínimos, según datos de la Amesis.

“Afortunadamente en estos estados está muy controlado el robo. Yo creo que es tanto el control que tienen ‘los narcos’, que allá prácticamente no hay robos, hay muy pocos, tenemos el 1%, no es nada”, destaca Ricardo Bustamante.

La Amesis destaca que, en respuesta a este aumento en los robos, las empresas rediseñaron sus protocolos de seguridad. Primero: evitar que sus camiones se detengan en ruta para evitar robos en puntos claves.

“Lo más importante es el factor humano. El operador debe ser una persona de confianza para evitar que esté coludido con las bandas. En este momento, entre el 85% y 90% de los robos ocurren cuando el chofer se detiene en algún punto, los amagan, no les permiten usar el botón de pánico y es cuando activamos el monitoreo en ruta para detectar desviaciones o paradas no autorizadas”.

Según la información que recopilaron, detectaron un segundo factor y es que los ladrones pueden ir también en camionetas armadas y hacer que se detenga la unidad. Aquí es donde utilizan un aparato (Jamer) para bloquear la señal de ubicación satelital conocida como GPS.

“Cuando pierdes la señal de una unidad que tenía cobertura, debes estar pendiente y activar el protocolo de seguridad. Contactar con las autoridades y hacer un cerco para tratar de recuperar la unidad lo más rápido posible. Cuando el ladrón se lleva el Jamer, la señal se reactiva y, si no fue dañado, recibimos las posiciones de dónde estuvo y en algunas ocasiones podemos recuperar mercancía”.

En algunos casos se ha detectado que el ladrón se lleva la unidad a un lugar preciso, descarga la mercancía y hasta separan la caja del tractocamión y la entierran. “Incluso hay mafias que se llevan ambas cosas”, agregó.

Lo que más se roban

La mercancía más robada son los abarrotes, cerca del 35% que se vende, principalmente, en mercados a costo menor del real. Electrónicos, material de construcción y farmacéuticos es relevante, pero no son la mayoría, excepto en temporada navideña, cuando crece el robo de mercancía electrónica (tabletas, teléfonos, televisiones).

La Amesis también ha detectado que aquellas empresas que sí cuentan con cámaras y GPS, pero que no son monitoreadas suelen tener graves pérdidas.

“Las pérdidas por robos que no se reportaron a tiempo fue de alrededor 1,500 millones de pesos en 2022. Es una cifra alta, cada cabina puede llevar entre 3 y 5 millones de pesos. Y creo que eso se puede reducir”.

El cambio en custodia de mercancía

Marcos Castillo, socio director general de CR Nova Security, detalló que, durante la pandemia de covid-19, la custodia de mercancía en tránsito se incrementó considerablemente, ya que las empresas apostaron por mover sus mercancías más rápido.

“Incrementó este mercado por lo menos en 25%, el movimiento debe ser más ágil para que la mercancía llegue bien. Por ejemplo, nosotros nos aseguramos de que esas mercancías lleguen al anaquel o al usuario final”, resumió.

Y relató que, así como empresas –como CR Nova Security– innovan en materia tecnológica, la delincuencia organizada también.

“Ahora se roban todo, pero lo que ellos quieren es dinero rápido, así que roban un camión de arroz y en la Central de Abasto te lo compran inmediatamente y te pagan en efectivo. A una pantalla de TV le puedes sacar más dinero, pero te cuesta más trabajo venderla. No les conviene tener bodegas con camiones llenos de mercancía que es difícil vender”.

Castillo afirmó que el uso de tecnología sumó a su negocio. Redujo el número de custodios para equilibrarlo con el uso de tecnología como, por ejemplo, uso de cámaras y seguridad tecnológica durante los traslados.

Sus estadísticas arrojan que el binomio entre personas y tecnología (bajo el concepto de soluciones tecnológicas integradas) creció en 45%. Lo describe así: “ahora en lugar de tener dos vigilantes en una zona de acceso, tenemos solo uno con una cámara de reconocimiento facial y temperatura; tiene analíticos de video para identificar si es hombre o mujer y un promedio de edad; si cumple con la vestimenta y tiene equipo de seguridad”.

La propuesta al gobierno

Ricardo Bustamante, presidente de la Amesis explicó que se requieren centros de descanso a nivel nacional donde el operador de un camión pueda estar seguro, porque los centros de seguridad cada 100 kilómetros es un proyecto que sigue “en papel”.

Otro punto, agregó, es que los elementos de la Guardia Nacional destinados a carreteras son insuficientes. “El comandante en jefe nos ha dicho que no tiene personal y le hace falta gente, pero si hubiera más seguridad en las carreras principales donde roban, podríamos erradicar un poco esto”, dijo.

Ejemplifico que, si un robo ocurre en un punto, se desplazan dos o tres unidades; pero si hay otro robo 30 kilómetros adelante y un tercero a otros 50 kilómetros, entonces el personal de policía es insuficiente.

“Entonces siempre habrá un robo que no atiendan. A nosotros, afortunadamente, nos atienden en tiempo, pero hay ocasiones en que la policía llega después de 90 o 120 minutos, entonces, ya no sirvió de nada”.

“Y queremos poner esos corredores que hemos trabajado con la Canacar, para que el gobierno nos apoye. Que sean grandes, enormes, para que el operador pueda descansar, darse un baño, dormir y comer. Lugares seguros donde esté la Guardia Nacional”.

“Los transportistas se apoyan, pero falta el apoyo del gobierno. Aunque la delincuencia es como las cucarachas: hoy las aplastas aquí y mañana se van a otro lado”.