ENFERMEDADES

¿Por qué antes se decía "Jesús te ampare" cuando alguien estornudaba?

La frase "¡Jesús!", quedó como parte de un “recuerdo siniestro que dejó en México el año 18” del siglo XX

Influenza Española.Créditos: Twitter @jpmcsherry / @THEVOICEVILLAG1
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La primer gran epidemia en el mundo del siglo XX, se dio en el año 1918, cuando una extraña gripe comenzó a azotar a Europa y la cual llegaría a México, según la sociedad, a través de un barco proveniente de España y que afectaron por primera vez a los pobladores de la ciudad de Nuevo Laredo, de acuerdo con Héctor de Mauleón en su columna para el diario El Universal

En un principio, la ciudad de Madrid en España fue de las primeras en presentar masivos contagios y muertes por esta extraña enfermedad, que en un principio fue manejada como “no grave”. 

Del otro lado del Atlántico, en México comenzaron a reportarse los primeros brotes masivos de esta ya bautizada “influenza española” al norte del país donde en un solo día se calcularon 85 defunciones y en ocho días, 20 mil personas se encontraban padeciendo la enfermedad

(Foto: Twitter @ApoliticoX)

SÍNTOMAS

Fue así que dentro de los primeros reportes se señaló que los síntomas más comunes  de esta influenza española se encontraban los de cualquier resfriado normal, sin embargo después de 72 horas comenzaba a escurrir sangre por la nariz y se presentaban severas lesiones en los pulmones. 

De acuerdo con Héctor de Mauleón, las personas que vivieron, padecieron y superaron esa enfermedad, cuando escuchaban a alguien estornudar decían: “¡Jesús!” o “¡Jesús te ampare!” como parte de un “recuerdo siniestro que dejó en México el año 18”. 

(Foto: Twitter @Corpoepa)

Asimismo se ha señalado que se cree que la enfermedad llegó a la Ciudad de México a través de un superintendente de la División del Norte llamado José Gómez y quien aparentemente presentaba los síntomas de una especie de neumonía con dolores de cabeza, y calentura mayor a 40 grados Centígrados. 

En gran medida, de acuerdo a lo señalado en la columna, la enfermedad en la Ciudad de México aumentó de forma exponencial debido a que no se tomaron las medidas sanitarias pertinentes. 

Como muestra de esto, las autoridades indicaron que la única medida de prevención era el aislamiento de los enfermos, además de que se aseguró que debido a la altura en la que se encuentra la Ciudad de México, el virus se iba a tornar inofensivo e incluso se indicó que la capital iba a ser la única en donde la influenza española iba a “desarrollarse benignamente”. 

DESARROLLO Y CAOS

Con el paso de los días, iban surgiendo más casos hasta que se fueron presentando los primeros centenares de personas con la enfermedad hasta así, en menos de un mes alcanzar los miles de hospitalizados por la influenza española

De acuerdo con reportes de los diarios de la época, los hogares de las personas guardaban a diversos familares enfermos al grado de parecer hospitales mientras que las calles se tornaban más vacías. 

“Bayer ofrecía a 1.50 pesos el remedio de la enfermedad. Pero la gente moría en proporciones aterradoras. Los panteones no se daban abasto. La gente velaba a sus muertos en las banquetas, esperando que un carretón pasara a recogerlos”, señaló De Mauleón. 

De igual forma, se detalló que las personas que habían contado con decesos en sus casas, esperaban a la gaveta en la calle a un costado de cuerpos envueltos en petate que se descomponían bajo el sol. 

CAO