Los espacios académicos no se libran de los males del patriarcado, las mujeres dedicadas a la investigación y creación de conocimiento se enfrentan a la desigualdad en muchos aspectos, especialmente cuando se trata de brechas salariales y remuneración económica. 

Un estudio publicado por la universidad de Harvard reveló que en el ámbito laboral y de investigación las mujeres “venden” su trabajo de peor forma que los varones. Según las y los expertos, esto se debe a que las mujeres tienden a subestimar su trabajo. 

Los resultados del estudio dan cuenta de que tanto hombre como mujeres consiguen el mismo número de doctorados en ciencias de la vida en universidades norteamericanas, pero solo una de cada cuatro cátedras de investigación son ocupadas por mujeres.

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Además, el estudio revela que las mujeres ganan menos y reciben menos fondos para realizar sus proyectos de investigación. Por si fuera poco, cuando las mujeres consiguen sacar adelante alguna investigación, obtienen menos reconocimiento que sus colegas varones. 

La desigualdad de género en la academia y la oferta del trabajo académico femenino

Los autores del estudio sugieren que el origen de la desigualdad de género en la academia tiene diversos factores, pero que ninguno de esos factores tiene que ver con una menor calidad en las investigaciones llevadas a cabo por mujeres.

Por el contrario, el estudio hace énfasis sobre la forma en que las mujeres promocionan su trabajo y se percataron de que las mujeres “venden” su labor a un costo menor. Para llegar a esa conclusión se analizó el lenguaje de 6,2 millones de artículos de investigación publicados entre 2002 y 2017 y descubrieron que las mujeres son menos propensas a emplear adjetivos como “novedoso”, “único” o “sin precedentes” a la hora de presentar sus trabajos. Los artículos que venían acompañados de adjetivos más elogiosos eran un 13% más citados que otros de similares características.

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Otro trabajo, publicado a finales de 2019, apunta hacia la diferente forma que tienen hombres y mujeres de percibir su desempeño en el puesto de trabajo. Las autoras de la investigación “The Gender Gap in Self-Promotion” realizaron un test con veinte preguntas sobre ciencias y matemáticas a 1.500 personas. Al terminar, le pidieron a cada individuo que predijera cuántas de ellas había acertado. Además, midieron cómo se promocionaba cada uno con preguntas subjetivas. El resultado fue que los hombres suelen percibir su desempeño un 33% por encima de como lo hacen las mujeres.

Académicas Desvergonzadas

La cuenta de Twitter Académicas Desvergonzadas, que surgió con la intención de señalar las desigualdades de género en la academia, ha explicado que el síndrome de la impostora es uno de los primeros problemas a los que se enfrentan las mujeres académicas para autopromocionar su trabajo. 

La segunda es que para hacerlo es necesario “irrumpir en un espacio público que históricamente ha sido masculino, que en muchas ocasiones no deja de ser un terreno hostil con unas lógicas y unas prácticas con las que no nos sentimos del todo identificadas (competitividad agresiva, ego desmedido, seguridad fingida, incapacidad de reconocer los miedos o las dudas, etc) que caracterizan tanto el espacio público, como el universo académico.” dijo la portavoz de Académicas Desvergonzadas para un artículo del medio S Moda.

Para enfrentar las desigualdades de la academia las mujeres han unido fuerzas, uno de esos casos es la cuenta “Académicas Desvergonzadas”, que busca visibilizar el trabajo hecho por mujeres académicas y abrir más espacios de incidencia femenina. 

Con información de: Women Now y S Moda