Las mujeres también pueden ser violentas y agresoras, ¿debemos ser sororas con esas mujeres? Esta semana un debate se desató entre las feministas de internet a causa de la detención de la youtuber Yosstop. 

Mientras algunas mujeres decían que Yosstop debía pagar por el delito que cometió y que las mujeres también debían exigir justicia por Ainara, otras mujeres pedían ser sororas con la youtuber, quien en uno de sus videos acusó al movimiento feminista de ser hipócrita por arremeter contra ella. 

Incluso, algunas feministas hablaron sobre la “sororidad selectiva”, es decir, cuando las mujeres deciden no ser sororas con todas las mujeres sino sólo con algunas. Algunas colectivas explicaron que la sororidad no debe ser selectiva, mientras otros grupos de feministas señalaron que la sororidad aplica para todas las mujeres. 

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¿Qué es la sororidad?

De acuerdo con la antropóloga feminista Marcela Lagarde, la sororidad es “Una experiencia de las mujeres que conduce a la búsqueda de relaciones positivas y a la alianza existencial y política, cuerpo a cuerpo, subjetividad a subjetividad con otras mujeres, para contribuir con acciones específicas a la eliminación social de todas las formas de opresión y al apoyo mutuo para lograr el poderío genérico de todas y al empoderamiento vital de cada mujer”. 

Pero ¿qué pasa con las mujeres que son agresoras de otras mujeres? ¿también debemos ser sororas con ellas? La sororidad no es sinónimo de amistad, porque podemos ser sororas con mujeres que no sean nuestras amigas, pero la sororidad tampoco es sinónimo de complicidad y apoyo incondicional a las mujeres que son agresoras. 

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En términos más sencillos, la sororidad es una alternativa política contra las relaciones que hemos aprendido bajo el sistema patriarcal, que impide el reconocimiento, el amor y la alianza entre mujeres. No obstante, ser sororas no implica que no podamos ser críticas de las actitudes violentas de otras mujeres. 

De acuerdo con Margarita Mantilla, socióloga e investigadora feminista,Socióloga e investigadora feminista con maestría en estudios de la mujer por la UAM-X, “la sororidad es una herramienta que ha abonado la teoría/praxis feminsita, la cual pone enfásis en las relaciones entre mujeres como ética y estrategia política para transformar la sociedad actual, la cual es decadente y desigual, con la finalidad de derribar al sistema patriarcal de raíz. Lo anterior más allá de si las mujeres establecen lazos de amistad o no.”

¿Debemos ser sororas con mujeres agresoras?

Muchas colectivas y feministas han señalado que la sororidad no es excluyente de la crítica hacia la violencia ejercida por otras mujeres y que también es válido alejarse de mujeres que te violenten, te agredan o no te hagan sentir bien. 

Por otra parte, algunas colectivas feministas señalaron que la sororidad debe ser recíproca, por lo que las mujeres no tienen la obligación de ser sororas con aquellas mujeres que sean violentas. 

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Incluso señalaron que ser crítica de las mujeres agresoras y exigir justicia para las víctimas no hace a las mujeres menos feministas. 

De acuerdo con la socióloga Mantilla, la sororidad mucha veces tiende a romantizarse y entenderse de manera superficial, sólo como la hermandad entre mujeres y amor entre las mismas, pero desde esta concepción superflua, quien se atreva a  hacer una crítica profunda, por ejemplo señalando las prácticas machitas y violentas de algún mujer, es señalada como poco sorora. 

“No hay que dejar de lado que: una cosa es querer la vida digna y plena para todas las niñas y mujeres, mientras que otra es solapar las prácticas violentas, esto nunca será justificable dentro de la mirada y práctica feminista, ya que desde la postura que el pensamiento feminista brinda, entendemos que la cultura machista atraviesa a todas las personas que han vivido en esta. La anterior reflexión genera la consciencia con la que comprendemos que ninguna persona está exenta de ejercer lo que promueve dicha cultura”, dijo Margarita Mantilla.

“En la estructura de dominación masculina y subordinación femenina en que vivimos (lógica de la sociedad machista) existen mujeres que se alían al patriarcado, promoviendo daño a otras. Las acciones de YosStop, dan cuenta de eso, el Feminismo nunca será para sustentar herramientas del patriarcado, mismas que la youtuber promovió. Si en el lapso de lo que va su caso se ha cometido misoginia en su contra, habrá que señalarlo con mirada crítica y como resultado de una cultura generizada que siempre trata distinto a las personas según sus propios mandatos y preceptos que responden a un sistema sexo/género, y eso no debería implicar victimizar a una mujer para revictimizar a otra. La mirada feminista implica un cuestionamiento constante de absolutamente todo lo que nos rodea, empezando por nuestras propias prácticas.”

¿Cómo saber con quién ser sororas?

La sororidad alude a la alianza de las mujeres con el objetivo de desmontar al patriarcado y crear lazos de apoyo en favor del empoderamiento y la libertad de todas las mujeres. Esto no implica que debamos apoyar a mujeres que tienen actitudes violentas con otras personas. 

Un ejemplo es el de Yosstop, la sororidad no implica apoyar a una mujer que violentó a otra mujer, en este caso, la violencia ejercida por Yosstop hacia Ainara en su video “Patética generación”, donde además de describir la violación de Ainara, Yosstop la llama “puta” en varias ocasiones. 

También, la sororidad no implica quedarte cerca de mujeres que te agredan física o emocionalmente. Incluso, no tienes por qué apoyar a mujeres que te han afectado intencionalmente en algún momento. 

 

“La sororidad no es selectiva, no dejamos de ser sororas por marcar las violencias de otras. Dejamos de ser sororas si solapamos el machismo y cualquier práctica que promueva misoginia. Todo está en la comunicación asertiva y crítica desde el feminismo, jamás desde el patriarcado, lo cual es desde la jerarquía, el aleccionamiento y la soberbia”, enfatizó Margarita Mantilla