Existe todo tipo de lencería. De encaje o de cuero, negra, blanca o de cualquier color. Para algunas mujeres es el complemento perfecto para una noche apasionada o simplemente una buena herramienta para elevar la autoestima. No obstante muchas mujeres han señalado que el uso de la lencería apela a la cosificación de las mujeres. 

¿Alguna vez has usado un bralette? ¿Te has probado una tanga? En comparación con la ropa interior de hombres, la ropa interior para dama tiene muchos estilos, generalmente provocadores cuando se trata de lencería. 

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Históricamente se asocia a la ropa interior femenina con las bailarinas de can-can en París, a finales del siglo XIX, su uso era específicamente para resguardarse del frío y para evitar infecciones en la zona íntima femenina. La lencería, por su parte, nace alrededor del año 1909 y fue el inicio de una constante de cambios en la moda íntima femenina. 

Las primeras  prendas constaban de dos piezas de lencería combinadas para convertirse en una, como una camisa con corsé y bragas. La lencería actual es muy distinta a lo que fue en sus orígenes, lo más parecido al corsé es el brasier. 

¿La lencería puede ser empoderante?

Muchas mujeres afirman que la lencería también puede ser empoderante, ya que es utilizada como una herramienta que beneficia a la autoestima de las mujeres. Para algunas mujeres usar lencería les hace sentir más bellas o sensuales y las motiva a amar a su cuerpo. 

Expertos en sexología incluso recomiendan el uso de la lencería como parte de los rituales sexuales, no sólo en pareja, sino también con una misma. La sexóloga Andrea Martín del Campo, afirma que utilizar lencería puede ser un “plus” para el autoerotismo y la masturbación. 

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Las mujeres cada día irrumpen con mayor fuerza en espacios patriarcales como la moda, para  reapropiarse de las prendas y significados de la industria lencera. Así, buscan que la lencería ya no sea utilizada para atraer a alguien más, sino para sentirse contentas con ellas mismas. 

Incluso, la famosa marca de ropa Victoria’s Secret lanzó una campaña recientemente, dedicada a crear ropa íntima femenina que fuera de las mujeres para las mujeres, un  panorama en el que los principales seguidores y compradores de la marca (los varones) quedan fuera. 

"Cuando el mundo estaba cambiando, fuimos demasiado lentos para responder. Necesitábamos dejar de ser lo que quieren los hombres y ser lo que quieren las mujeres", dijo Martin Waters, director ejecutivo de Victoria 's Secret, a The New York Times.

¿Usar lencería es autocosificación?

A pesar de que para muchas mujeres usar lencería es un acto que cultiva la  autoestima, muchas otras han señalado que se trata únicamente de una acción superficial, que no critica el significado de fondo en el uso de este tipo de prendas. 

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Según algunas críticas de la lencería, las mujeres parecen olvidar que se trata de una parte de la moda que tiende a cosificar los cuerpos femeninos, y además, tiende a exigir estándares de belleza irreales. 

Basta con mirar a “Los ángeles de Victoria’s Secret”, modelos que durante décadas impusieron el estándar de sensualidad que las mujeres debían aspirar a tener. Para esta industria, vender una idea de lo que es “sexy” a través de la cosificación de los cuerpos femeninos era toda una inversión.

En un artículo publicado por Vanitatis y escrito por la autora y periodista Marita Alonso, se cuestiona las concepciones de lo socialmente establecido como “sexy”, que generalmente promueven estándares de belleza:

“El problema es que si estos cánones promueven un tipo de belleza que las mujeres se desviven por conseguir, lo que la sociedad valora en realidad es la obediencia que las mujeres muestran por estos patrones y los sacrificios que sufren para alcanzarlos”, afirmó la autora.

Entonces, ¿usamos lencería por amor propio o por seguir estándares de belleza y entrar en estereotipos de moda?  “Es complicado saber cuándo eliges hacer algo porque realmente quieres o cuándo lo haces porque la sociedad así lo dicta. Esto ocurre, por ejemplo, cuando hablamos de la depilación”, enfatiza Marita Alonso.

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La realidad es que, así como algunas mujeres se sienten bellas con la lencería, muchas otras piensan a este tipo de ropa como otra arma patriarcal que impulsa la alienación de las mujeres a un régimen patriarcal que las cosifica y que les impone estándares de belleza sumamente restrictivos. 

¿Tú qué piensas? ¿La lencería es empoderante o cosificante?