El juez Brian Cogan, quien está al frente del juicio de Joaquín Guzmán Loera, se ha mostrado repetidamente en contra de que se den detalles sobre los asesinatos y la violencia en los testimonios presentados ante el jurado.
De acuerdo con New York Times, los asesinatos por el narcotráfico son más que los de la mafia y más violentos incluso. En el primer mes de testimonios, se han escuchado que personas fueron apuñaladas en el rostro, baleados en la puerta de sus casas y otros a los que por poco le arrancan la cabeza.
Al brindar su testimonio, Juan Carlos Ramírez Abadía, el sanguinario principal proveedor de cocaína de “El Chapo”, quien asegura que participó en al menos 150 asesinatos, fue interrumpido por Cogan cuando iba a dar detalles sobre estos crímenes.
No entiendo la relevancia”, afirmó y se dijo preocupado por que la defensa le estuviera “dedicando mucho tiempo” a las ejecuciones de Ramírez.
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Algo que los jueces realizan comúnmente es limitar las pruebas perjudiciales. Esto con el objetivo de no influir en los sentimientos de los acusados.
Pero, la decisión de restringir los testimonios sobre violencia parece que disgustó a los abogados de Guzmán, asegura NYT. Argumentaron que la decisión de Cogan no les permite explorar a fondo la naturaleza violenta de los testigos del gobierno.
El asesinato es un acto infame y los actos infames van directamente al corazón de la credibilidad de alguien”, afirmó William Purpura, uno de los abogados, ante el tribunal. “Tenemos derecho a repasar todas estas malas acciones para mostrar qué tipo de personaje es este”.
Hasta el momento los representantes del gobierno no se han expresado contra las instrucciones del juez.
cmo