PACHUCA.- Miguel Hidalgo y Costilla es considerado el padre de la patria, pues llamó al levantamiento de las armas en 1810 que culminó en 1821, cuando se consumó la independencia nacional.
En ese sentido, fue 48 años después, en 1868, que se le rindió tributo al tomar uno de sus apellidos compuestos para asignarle el nombre a una nueva entidad de México, misma que arrastraba diversos problemas.
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Como la ingobernabilidad que había en la época, además de la amplitud territorial del Estado de México y el poco desarrollo de las comunicaciones junto a los altos niveles de inseguridad y levantamientos indígenas.
Primer intento
Un primer intento para crear una nueva entidad federativa con algunos territorios que pertenecen al actual estado de Hidalgo fue a través de un proyecto presentado ante el Congreso Constituyente en 1823.
El documento había sido suscrito por Cristóbal Andrade, quien era un representante de Huejutla, y a través del oficio solicitaba apoyo para formar la provincia de La Huasteca, pero su plan fue rechazado.
Los días previos y posteriores al decreto de creación
El 17 de marzo de 1868, en sesión del Congreso de la Unión, fue aprobado crear el estado de Hidalgo con los distritos de Actopan, Apan, Huejutla, Huichapan, Huascazaloya, Ixmiquilpan, Tula, Pachuca, Tulancingo, Zacualtipán y Zimapán.
Pero fue hasta el 16 de enero de 1869 cuando la misma Cámara federal emitió el decreto del presidente Benito Juárez que contenía la orden de erección estatal; para su geografía política Pachuca fue designada como capital.
El 21 de enero de 1869 Juan Crisóstomo Doria González fue nombrado gobernador provisional; y fue hasta la creación de la primera Legislatura estatal en 1823 que se convocó a elecciones y se declaró a Antonio Tagle como primer mandatario.
¿Y el nombre?
A la incipiente entidad, en el Congreso de la Unión le fue asignado el nombre de Hidalgo, en honor a Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla Gallaga Mandarte y Villaseñor, considerado padre de la patria.
Mientras que su escudo estatal fue diseñado por Diego Rivera e ideado por José Vasconcelos en 1922, pero fue adoptado mediante decreto oficial publicado en el Periódico Oficial del Estado de Hidalgo (POEH) el 24 de enero de 1980.
¿Por qué Pachuca lleva “De Soto”?
Al nombre de la capital hidalguense le fue agregada la denominación “De Soto” en reconocimiento de Manuel Fernando Soto, quien era originario de Tulancingo, y quien es considerado el más importante impulsor en la creación del estado.
Esto pasó antes de que Hidalgo fuera estado
De acuerdo con registros arqueológico, el artefacto humano más antiguo encontrado en Hidalgo fue un hacha en Huapalcalco. Además, en la actual geografía estatal habitaron numerosos grupos indígenas.
Principalmente los toltecas, quienes fundaron Tulancingo y hoy Tula de Allende. En el siglo XIV, los mexicas se establecieron y debido a la cercanía de esa región con la Gran Tenochtitlán la conquista española llegó pronto a suelo hidalguense.
Ya en la Nueva España, en 1552, fueron se descubiertas las minas de plata de Mineral del Monte y Pachuca. Mientras que durante la Independencia el primer levantamiento insurgente fue en Huichapan en 1821.
Esto pasó después de que Hidalgo fuera estado
En enero de 1876, el presidente constitucional Sebastián Lerdo de Tejada anunció su postulación a la reelección, que era permitido por la Constitución, pero el general Porfirio Díaz se alzó en armas y comenzó la Revolución de Tuxtepec.
Que fue un movimiento armado basado en el Plan de Tuxtepec y con el cual el 16 de junio de 1876 Pachuca fue atacada por tropas porfiristas al mando de los coroneles Sóstenes Vega, Tito Flores, Rafael Rubio y Juan Fuentes.
Y aunque fue montada una defensa hecha por el jefe político y por el entonces gobernador Justino Fernández Mondoño, se vieron obligados a retirarse y el 23 de junio de ese año llegaron a la capital estatal suficientes tropas federales a las órdenes del general Alonso.
Meses después, el 20 de noviembre de 1876 el Congreso de Hidalgo desconoció a Sebastián Lerdo de Tejada como presidente de México y al gobernador estatal, respectivamente, y reconocieron la Rebelión de Tuxtepec.
Ante esa situación, Joaquín Claro Tapia fue designado como mandatario interino; cinco días después, 25 de noviembre de 1876, de forma victoriosa entraron a Pachuca las fuerzas revolucionarias de Rafael Cravioto, quien luego fue designado gobernador.
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