OPINIÓN

Intromisión del CEN del PAN

El Estado mexicano se ha encargado históricamente de enseñar a sus gobernados, la falta de respeto irrestricto e incumplimiento de la ley, haciendo que el poderoso se imponga contra aquellos que no tienen recursos económicos o influencias para defenderse

Escrito en GUANAJUATO el

Las malas prácticas se aprenden rápidamente. En el ambiente que vivimos todos los mexicanos, sin ley, sin respeto a los mínimos principios humanos y de convivencia social y con el ejemplo todos los días de un gobierno federal, donde su máximo representante, el presidente de México, da lecciones de violar permanentemente el marco constitucional y las leyes que de ella emanan, la ley de la selva impera todos los días, donde el más fuerte hace y deshace a su antojo.  

Ya de por sí, los mexicanos hemos vivido siempre en un Estado, sin derecho. Donde el derecho se aplica de manera muy peculiar, acorde a la interpretación singular de aquellos que hacen “justicia”, mientras el Estado mexicano se ha encargado históricamente de enseñar a sus gobernados, la falta de respeto irrestricto e incumplimiento de la ley, haciendo que el poderoso se imponga contra aquellos que no tienen recursos económicos o influencias para defenderse. Hoy la ingobernabilidad es total. 

Al grado, de ver cómo en cada municipio, entidad federativa e institución pública la anarquía y los excesos de poder, se convierten en el día a día de toma de decisiones caprichosas y fuera de todo marco jurídico. Por supuesto, que los partidos políticos y sus respectivas dirigencias no son la excepción, todo lo contrario. El líder en turno, acompañado del séquito de incondicionales que administran y gobiernan el instituto político, toman cómo botín personal al partido, para sacar raja y beneficiarse del poder, así como para los suyos

Es el caso del presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, Marko Cortés. Que la semana pasada de visita en Guanajuato, dio a conocer una decisión absolutamente personal y arbitraria, considerando que en el caso de la próxima candidatura a puesto de elección para gobernador del estado, esté recaería en una mujer. Eso sí, señalo, “se garantiza piso parejo para todos”. Menos mal, que aclaro que existiría “piso parejo” para todos y todas aquellas personas interesadas en participar en dicho proceso. 

Nos siguen tratando como tarados, como estúpidos, burlándose de todas y todos los ciudadanos en general y en particular, para aquellos miembros del panismo, que esperan una elección interna de su partido democrática y pareja para todas y todos aquellos que quieran participar, sin ser así. Dejando fuera aquellas personas que, por razón de su género, al no ser mujer, estarán fuera de la competencia. Y todo, porque a un mequetrefe se le ocurrió que tenía que ser así.
 
Pero eso sí, ponen el grito en el cielo y denuncian los excesos de AMLO con acciones y conductas autoritarias, cuando son exactamente iguales. Se rompen las vestiduras al dar a conocer la falta de democracia interna en MORENA o en otros partidos, cuando se conducen igual o peor. Siempre tienen el pretexto o excusa para diferenciar y justificar sus actuaciones, insisto, creyendo que el pueblo es tonto y que finalmente, tendrán que votar por lo que hay. Guste o no.
 
Al final de la jornada de la semana pasada y de los abruptos del máximo representante del partido, nos regalan una tierna imagen de los exmandatarios del estado, acompañando al actual Gobernador, para dar la impresión de unidad hacia dentro del partido en el estado y estar en contra de la decisión centralista del líder del panismo nacional, como si fuera suficiente para restaurar la imprudencia y la intromisión de un déspota dirigente, que actúa igual que todos sus pares.  

Sin importar a nadie, a los de casa y mucho menos al presidente del CEN del PAN, que ellos, los de siempre, ponen y disponen de acuerdo con sus intereses personales y políticos, a quien designan para tal o cual puesto de elección popular. Al fin y al cabo, el pueblo va a votar por la marca de siempre, sin importar de quién se trate. Da lo mismo un hombre, que una mujer, siempre y cuando garantice sus intereses y no, de ninguna manera, los de la ciudadanía

Nos quejamos de tiranos federales, cuando en lo local, también los hay.

¿No cree usted?

Dr. Carlos Díaz Abrego