Tras el accidente aéreo ocurrido este viernes en La Habana, Cuba, los restos humanos han sido recuperados en su totalidad y trasladados al Instituto de Medicina Legal de La Habana, en donde ya fueron identificados 33 de los 110 cadáveres.
En tanto, los tres sobrevivientes, de 19, 23 y 39 años, de nacionalidad cubana, se encuentran en estado crítico a causa de severos traumas craneales, fracturas y quemaduras.
Con la presencia de al menos 15 familiares, ha comenzado el proceso para identificar los cuerpos de los seis mexicanos, parte de la tripulación en la aeronave accidentada.
El director del organismo forense, Sergio Rabell señaló que se estima que el reconocimiento de las victimas dure varias semanas.
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Los familiares de la mayoría de las víctimas se encuentran en La Habana para colaborar en la identificación de sus seres queridos, incluyendo los parientes de los miembros de la tripulación.
La estadía de familiares es costeada por el gobierno cubano, se alojan en un hotel y son atendidos por médicos y psicólogos especializados en este tipo de situaciones.
Este lunes llegaron a la provincia de Holguín, a cuya capital se dirigía el avión, llegaron los restos de las victimas Suyen Lizandra Figueredo y su hija de siete años, Alexa Rivas Figueredo, quienes fueron recibidos por "una representación masiva" del municipio de Gibara, donde vivían.
Alexa Rivas es una de los cinco menores que murieron en el accidente aéreo, en el que también perdieron la vida otros tres niños de dos, cuatro y cinco años; así como un bebé de quince meses.
En el accidente murieron 99 personas de nacionalidad cubana, siete mexicanos, dos argentinos, un saharaui y un saharaui con pasaporte español.
TRABAJOS DE INVESTIGACIÓN
La zona de cultivos en La Habana, Cuba, donde este viernes se estrelló una aeronave, se concentran las investigaciones por parte de las autoridades cubanas y expertos de otros países, mientras que los familiares de las victimas colaboran en el reconocimiento de los cuerpos.
Los expertos trabajan recabando piezas del fuselaje, los motores y el interior del aparato, que Cubana tenía alquilado desde hace menos de un mes a la aerolínea mexicana Global Air, responsable del mantenimiento del avión, un Boeing 737 fabricado en 1979.
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Los restos de la aeronave son trasladados a una dependencia aeroportuaria, para después ser analizadas, según explicó hoy el jefe de la comisión de investigación y presidente del Instituto de Aeronáutica Civil de Cuba (IACC), Armando Daniel López.
Asimismo, precisó que se está buscando la segunda de las dos cajas negras del avión, aquella que registra los parámetros técnicos del vuelo, aunque el hallazgo del aparato no es “determinante” para llegar a una conclusión.
La primera caja negra, que contiene las grabaciones de la cabina de control, fue recuperada tan solo una horas después de que ocurriera el siniestro y hasta ahora no se ha difundido su contenido.
Este domingo se sumaron a las investigaciones dos expertos de las autoridades aeronáuticas de México, país de origen de la aerolínea propietaria del aparato, que superó la última revisión técnica en noviembre del año pasado
Cubana de Aviación lo operaba en régimen de alquiler, sin embargo, el contrato de arrendamiento señalaba que el mantenimiento técnico era responsabilidad de Global Air, la compañía propietaria, también registrada como Damojh.
La Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) de México anunció este domingo una nueva auditoría a Damojh a fin de verificar que las condiciones actuales de operación sigan cumpliendo con la normatividad.
El ministro cubano de Transporte, Adel Yzquierdo, advirtió que la zona del accidente se mantendrá preservada el tiempo que se requiera, ya que las labores de investigación pueden extenderse, incluso a meses.
Con información de EFE
cbl