Huellas dactilares, iris oculares y otros datos de identidad, incluidos tatuajes y cicatrices, de los migrantes detenidos en México son recopilados por el gobierno de Donald Trump.
De acuerdo con The Washington Post, los encargados son los funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos.
El diario estadunidense detalla que estos funcionarios tienen un "acceso sin precedentes" a las cárceles mexicanas migratorias para captar datos biométricos de los detenidos.
En los últimos 13 meses el gobierno de Estados Unidos ha obtenido datos de al menos 30 mil migrantes.
Dicha información es enviada al DHS, así como a centros de inteligencia, esto con el fin de determinar si es un delincuente o "extranjeros de interés especial".
Al respecto un funcionario de la Oficina de Narcóticos Internacionales y Aplicación de la Ley del Departamento de Estado citado por el diario norteamericano dijo: “Estos son programas bilaterales que desarrollan la capacidad mexicana de una manera que beneficia nuestra seguridad”.
LEE ADEMÁS: Texas y Arizona inician despliegue de Guardia Nacional
La Oficina de Narcóticos Internacionales y Aplicación de la Ley del Departamento de Estado ha invertido 75 millones de dólares para instalar el equipo en cárceles de inmigración en México.
Los centros del Instituto Nacional de Migración (INM), de la Secretaría de Gobernación (Segob), donde accedieron funcionarios de Estados Unidos, están en Tapachula, Chiapas, e Iztapalapa, en la Ciudad de México.
The Washington Post asegura que los siguientes centros de migración mexicanas donde practicarían dicho recopilado de información son en Tijuana, Mexicali y Reynosa, Tamaulipas.
El reportaje publicado por el medio estadunidense se da en medio de la instrucción del presidente Donald Trump de enviar a la Guardia Nacional de Estados Unidos a "cuidar" la frontera con México en lo que se construye el muro.
PUEDES LEER: ¿Qué es la Guardia Nacional de Estados Unidos?
Esta acción de Trump fue respondida por el presidente Enrique Peña Nieto con un discurso considerado el primer reproche público directo del mandatario mexicano al magnate estadunidense.
rgg