Irapuato, Gto. Irapuato se sumó a las marchas pacíficas para pedir la legalización de la marihuana, la no criminalización de sus consumidores y para proponer que si se pretende disminuir la delincuencia en el país por la venta y consumo de drogas, la regulación de la Cannabis es la solución.
Para Jaqueline Galván Centeno, una artista irapuatense que realiza muñecos con prendas de personas que han fallecido, resulta ilógico criminalizar el uso de una planta curativa que la naturaleza provee, como la marihuana, “pero que se permita el consumo de alcohol que daña el organismo, provoca un sinnúmero de problemas sociales y haya hasta lugares de reunión y consumo, como los bares”.
Junto con Jaqueline, más de 200 jóvenes y adultos mayores participaron en la macha convocada por el Colectivo Arte y Cultura Viajeros Cósmicos, la cual partió desde el Parque Irekua hasta la Plaza de los Fundadores para pedir a las autoridades que avance la legalización de la marihuana, pero también para pedirle a las personas que respeten a quien consume esta planta, ya sea fumada o gotas.
Rosco es un artista irapuatense que pinta al óleo y mientras marchaba iba contando la anécdota de cómo su madre venció el cáncer con el uso de aceites provenientes de la marihuana.
“Si la naturaleza nos da plantas para curar las enfermedades, es ilógico criminalizar su uso”, dijo, al tiempo que entregaba folletos a las personas sobre los beneficios del consumo de la marihuana.
“Sí a la dosis personal”, “Contra el narcotráfico el autocultivo”, “Legalización” y “Hasta la victoria verde” eran algunas de las consignas que los consumidores de la Cannabis iban dejando a su paso por la avenida Guerrero.
A Elam Zárate, cantante de la banda de ska “Demencia social”, no le importó que detrás de él hubiera cinco patrullas de la Secretaría de Seguridad Ciudadana que escoltaban la marcha y prendió su cigarro de “mota”, pues dijo que se tiene que normalizar el consumo de la marihuana.
“Estamos en el Siglo XXI, estamos rodeados de tecnología, de cosas que nuestros abuelos no se hubieran imaginado y seguimos creyendo que la marihuana es dañina, es provocadora de problemas; si destinaran un 1% de todo lo que se gasta en hacer armas, en crear tecnología destructiva para investigar y hacer visibles los beneficios de la marihuana, todo mundo cargaría su propia dosis”.
La marcha culminó como empezó, de forma pacífica. No hubo represión ni hubo detenidos. Por primera vez Elam se pudo fumar su cigarro de marihuana en el tótem de Irapuato sin tenerse que esconder, sin tenerse que sentir perseguido, sin tener que sentirse delincuente.
KD