En la entrada de la pulcata -como les llaman a las pulquerías principalmente en el Distrito Federal-hay un corazón pintado en la pared. Es grande y lo abraza una serpiente roja que nos hace pensar que estamos en un lugar de Dioses.
Mientras, Elías vende pulque a dos chicos que llegaron a comprar cuatro litros para llevar. Les dice: “Es a 28 el litro”, ellos le contestan: “dos por 50, ándale”. Elías dice “orale pues”.
Estos dos chicos que llegaron a comprar a la ‘Pulquería El 200’, en busca de una bebida embriagante que pudiera reemplazar una caguama. Que está en el mismo precio, 50 pesos, pero con la diferencia que por esta misma cantidad la gente se lleva dos litros de pulque.
“A mí esto del desabasto me ha convenido, vendo más pulque”, cuenta Elías mientras despacha unos litros que saca del refrigerador.
El desabasto de cerveza ha provocado que la gente esté en busca de alcohol. Pues los refrigeradores de muchas tiendas están vacíos, y en las que sí hay cerveza están muy cara.
Elías platica su situación con una sonrisa en la boca. Habla de sus ventas y al parecer le ha ido bien, y aún más con el servicio a domicilio. Con la cuarentena la gente está encerrada en su casa, y no hay algo más cómodo “que llevarles el pulque hasta la puerta”, dice Elías.
Los clientes que llegan pueden pedir pulque curado, se le llama así al pulque de sabores. De plátano hasta frutos rojos, así es la amplia variedad de sabores. En la lista hay unos frescos y otros dulces, pero todos prometen satisfacer el paladar de cualquiera.
En la tarima del negocio se leen los sabores: durazno, arándano, piña-coco, mazapán, amaranto con lechera, mango, guayaba, tamarindo y hasta galleta. Lo que los caracteriza es que al tomarlo se sienten los trocitos de fruta o el ingrediente estrella. Y si está frío el sabor es mucho mejor.
Elías dice que el pulque es mejor que la cerveza. “Es más nutritivo, es natural, está más barato y te embriaga igual que la cerveza, llegas al mismo estado pero de una forma más natural”, cuenta.
En Cocina Fácil le dedicaron un artículo al pulque. Ahí se lee que esta bebida protege la flora intestinal, reduce el insomnio, se considera nutritivo, aumenta el apetito, calma la sed y ayuda a las mamás a producir leche en periodo de lactancia.
En la Pulquería El 200 el negocio va como viento en popa. Ahora el pulque es la bebida de los Dioses que buscan entre la escasez de cerveza. La gente quiere tomar la bebida prehispánica que los indígenas ofrecían a sus Dioses. Los productores tallaban los magueyes para hacer el pulque desde hace siglos, estudios revelan que la bebida existía 200 años antes de Cristo. De ahí el origen del nombre ‘Pulquería El 200’.
Ahora el temor de Elías y su familia es que dejen de producir pulque sus proveedores, “los de Cortijos” como les dice él. “Pues ahorita muchos ya dejaron de ir a tallar los magueyes. Tienen que ir a producirlo, pero con todo esto (la pandemia) han dejado de salir. Entonces nos da miedo que se acabe. De hecho tengo que marcarles y decirles cuando voy por pulque, y nomas me venden 40 litros”.
Con dos galones por dos o tres días sobrevive el negocio. Dos galones guardados en el refrigerador listos para servirse. Dos galones que en época de coronavirus se consumen muy rápido. Dos galones que no son nada en la cuarentena, cuando la gente está acalorada y con ganas de tomar por la aburrición que trae el confinamiento.
