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Puebla alerta por saturación de hospitales; aumentan las fiestas

El coronavirus tiene hospitales a punto del colapso, las cárceles son otro punto rojo en la entidad, pero población arma fiestas

Escrito en ESTADOS el

PUEBLA.- Hospitales a su máxima capacidad, jurisdicciones sanitarias cerradas por brotes de coronavirus, médicos y enfermeras que a cuatro meses de la pandemia aún exigen el material básico para atender a los pacientes, escasez de personal médico y hasta 195 reos contagiados tienen a Puebla con 10,726 casos positivos de covid-19.

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Desde que comenzaron a registrarse los primeros casos de contagios, médicos y enfermeras de los hospitales del sector salud en Puebla se han quejado por la falta de trajes aislantes, guantes, caretas y cubre bocas para atender a pacientes covid-19.

La situación se ha agravado por el nulo caso que los ciudadanos hacen a las medidas preventivas generadas, vía decreto, por el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, que este viernes, junto con el titular de Salud, José Antonio Martínez García, informó que hasta las 21 horas del 2 de julio se han aplicado 20 mil 732 pruebas, de las cuales dieron positivo 10 mil 725, lo que representa el 51.7 por ciento.

Todos los días Barbosa Huerta pide a los poblanos mantener las medidas preventivas para enfrentar la pandemia y no acostumbrarse a que la enfermedad llegue a cada persona por contagio, porque “el comportamiento social es un factor importante para disminuir el número de casos”.

Pero no es suficiente: con corte al jueves, Puebla registra 1,732 casos activos, entre ambulatorios y hospitalizados, en 82 municipios; 818 personas hospitalizadas, 173 de ellas en terapia intensiva, así como 1,512 muertes por coronavirus en todo el estado, 60 de ellas registradas entre las 21 horas del miércoles y las 21 horas del jueves.

Tener un ventilador no garantiza que se sobrevivirá al contagio: las estadísticas indican que sólo 36 por ciento de los pacientes intubados logra su recuperación, de acuerdo con Martínez García.

Estas cifras tienen al Hospital General de Cholula al 97 por ciento de su capacidad, al de Traumatología y Ortopedia al 91 por ciento y el de Huejotzingo a 85 por ciento. Las protestas y demandas del personal tienen más de una razón: de los 10,725 casos positivos, 2,250 son trabajadores del sector salud (21 por ciento), informó José Fernando Huerta Romano, subdirector de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud.

(Fotos Cuartoscuro)

En las protestas de médicos, camilleros, residentes, enfermeras, personal de limpieza ha habido desde golpes, como los registrados en abril en el Hospital de Especialidades del IMSS “Manuel Ávila Camacho”, hasta la de esta semana cuando trabajadores del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales del Estado de Puebla (Issstep) exigieron mejores condiciones de trabajo.

Huejotzingo, asunto de gravedad

En la región de Huejotzingo la situación es particularmente grave: el jueves se dio a conocer que de los 113 trabajadores de la Jurisdicción Sanitaria 05, ubicada en ese municipio, 108 fueron puestos en cuarentena por dar positivo a pruebas de covid-19.

La jurisdicción fue cerrada, de acuerdo con los propios trabajadores; aunque la versión oficial de la Secretaría de Salud es que “no es un cierre, sino que se está trabajando por guardias, como una medida de prevención”.

Esta jurisdicción sanitaria, a cargo de la doctora Nancy de Jesús Pérez, atiende pacientes de 21 de los 217 municipios de Puebla, entre los que se encuentran San Nicolás de Los Ranchos, San Juan Tianguismanalco, Santa Isabel Cholula, Tochimilco, Nealtican, San Andrés Cholula, San Martín Texmelucan, San Matías Tlalancaleca, Tlahuapan.

Apenas el 20 de junio, la doctora Nancy de Jesús pidió a la población extremar la prevención, “no queremos ver a nadie sin cubre bocas. No se expongan y no expongan por favor a sus compañeros, a su familia, cuidemos de todos, un minuto sin cubre bocas en la calle o en algún lugar público, puede marcar la diferencia, para que la familia de las personas que nos rodean puedan o no estar bien”.

Esta semana médicos y enfermeras del Hospital General de Huejotzingo exigieron trajes aislantes, guantes, caretas y cubre bocas para atender a pacientes covid-19. El hospital, del que es responsable la doctora Bertha Lizette Arronte Arellano, quedó reconvertido el 21 de mayo pasado para atender casos de coronavirus; de acuerdo con el titular de Salud, José Antonio Martínez García, el 16 de junio tenía ocupado el 100 por ciento de sus camas con ventilador y 84 por ciento de las camas sin ventilador.

La falta de atención a las demandas del personal de salud tiene consecuencias: “la Federación ha enviado medicamentos, envió 30 ventiladores para terapia intensiva, necesitamos más ayuda, más. Hoy nuestro problema es (que no hay suficiente) personal médico, no medicamentos”, dijo el gobernador Barbosa Huerta.

La XXV Zona Militar con sede en Puebla habilitó una parte de sus instalaciones para atender a pacientes con covid-19 que necesiten terapia intensiva. Serán al menos 20 camas, con panel de gases medicinales, las destinadas para dar tratamiento a quienes sean transferidos por el Centro de Regulación de la Secretaría de Salud del estado.

Y mientras el sector salud pasa predicamentos para cumplir con la atención a los pacientes, la incredulidad de la gente se mantiene intacta: el 29 de junio, por ejemplo, autoridades municipales de la ciudad de Puebla suspendieron una fiesta en la colonia Constitución Mexicana: 60 personas, la mayoría menores de edad, pagaron 35 pesos por entrar.

La historia, con diferentes actores, es la misma que la del 25 de mayo, cuando fue clausurada la papelería “Faty”, ubicada en la colonia 10 de Mayo, por vender pulque durante la pandemia, así como pulquerías más: una ubicada en la 4ta Sección de San Ramón y otra en Bosques de Manzanilla.

Ese mismo fin de semana, también fueron suspendidas dos fiestas donde se vendían bebidas alcohólicas, una de ellas en la Junta Auxiliar Santa María Xonacatepec, el botanero “Deseo 54”, de Infonavit Amalucan; Micheladas “La Cabaña”, en San Isidro Castillotla, y la Miscelánea Nuevo Día, en San Diego Manzanilla, de acuerdo con información oficial de la Unidad de Normatividad y Regulación Comercial del Ayuntamiento.

Las cárceles, foco rojo

La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ubicó a Puebla como uno de los tres estados con más reos contagiados y fallecidos por covid-19: tiene, al miércoles 1 de julio, 195 casos y 24 muertes, cifras que contrastan con los 173 contagios y 19 defunciones que reporta el gobierno del estado.

El estado tiene 22 centros penitenciarios con 7 mil 916 reos que rebasan en 31 por ciento la capacidad que es para 6 mil 12 reclusos. De acuerdo con la CNDH, en el Centro Estatal de Reinserción Social de Puebla “no se cumple con la medida sanitaria de ‘sana distancia’ derivado de la sobrepoblación y hacinamiento en algunos espacios; no se verifica la aplicación de medidas generales de limpieza en las diversas áreas del centro ni con los privados de la libertad; no se aplican pruebas para detección de covid-19; el personal médico no cuenta con los insumos necesarios para hacer frente a la pandemia y manifestó no tener conocimiento de los protocolos con los que se encuentra actuando el establecimiento; durante el reparto de alimentos de las personas privadas de la libertad se conglomeran en diferentes puntos del centro, no respetándose la ‘sana distancia’”.

En su informe más reciente, publicado el 1 de julio pasado, informa también que “el grupo de 19 personas positivas a covid-19, alojadas en el área de ingreso, se encontraban hacinados, deambulando libremente por ese espacio y teniendo contacto con otras personas privadas de la libertad que les llevan insumos y productos”.

Este panorama no impidió que en la cárcel de Ciudad Serdán se permitiera la boda de Beatriz, “La Reina del Sur”, y Juan Carlos, “El Mollejas”, un ex policía municipal de Cuautlancingo, preso por robo a casa-habitación.

Beatriz, una de las dos autodenominadas “La Reina del Sur” que hay en Puebla, es procesada por homicidio calificado, tentativa de homicidio, asociación delictuosa y delitos contra la salud; fue detenida tras una balacera en la que murió un policía municipal conocido como el “comandante Veneno”. Juan Carlos pertenecía a la banda “Los Mollejas” dedicada al robo de casa-habitación.

Ella ingresó al penal de San Miguel. Él, al de Huejotzingo. Ambos fueron trasladados al penal de Ciudad Serdán donde se conocieron y se casaron sin medidas, como la sana distancia, con las que se debe cumplir durante la pandemia.

Así el estado de Puebla y sus 6 millones 169 mil habitantes se enfilan al lunes 6 de julio, fecha propuesta por la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac), la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) y la Asociación de Hoteles y Moteles de Puebla para reiniciar actividades después de 110 días de permanecer cerrados.