Main logo

Niños jaliscienses, el blanco de los cárteles

Entre los grupos criminales y cárteles que más utilizan a los niños se encuentran Los Zetas, el cártel Jalisco Nueva Generación y el cártel del Golfo

Escrito en ESTADOS el

Dinero, ropa, alimento o medicinas, a cambio de que empaquen o vendan drogas, es lo que ofrecen las células del crimen organizado en Jalisco a niños y jóvenes de entre 8 y 20 años para formar parte de su estructura, de acuerdo con la dirigente de una asociación civil que rescata niños en situación de calle -como ella lo fue de joven- hace tiempo.

Puedes leer: Guaridas del narco: los 5 estados más violentos del país

Cada vez es más frecuente que cárteles del narcotráfico recluten a niños y adolescentes para que cometan diversos crímenes, entre los que se encuentran asesinar.

Los capos utilizan a los niños debido a que aún no tienen la mayoría de edad muchas veces no son enjuiciados y suelen salir más rápido de los centros de reclusión cuando son detenidos.

De acuerdo con el Inegi, hasta 2017, al menos 2 millones de niños de entre 5 y 17 años trabajaron en ocupaciones no permitidas en Jalisco.

Para Marco Antonio González Mora, secretario de la División de Estudios Jurídicos de la Universidad de Guadalajara, la situación de los jóvenes es lamentable “son jóvenes y se les hace todo muy fácil porque les ofrecen dinero, trabajo, incluso droga y los narcos aprovechan para poderlos reclutar".

Entre los grupos criminales y cárteles que más utilizan a los niños se encuentran Los Zetas, el cártel Jalisco Nueva Generación y el cártel del Golfo.

Su vivencia

Para “O”  y “J”, dos chicos que fueron reclutados por el crimen organizado, aseguran que “el monstruo de la calle tiene mil tenazas y no sabes ni por dónde va a llegar, aunque no quieras tropezar, tropiezas", refiere "O".

Ella fue niña de la calle y actualmente labora para una asociación civil que trabaja con menores de edad sin hogar o en extrema pobreza en la Zona Metropolitana de Guadalajara.

"O" asegura que los niños y jóvenes que buscan un trabajo son la presa preferida de las células delictivas.

"No es de que día que trabajan día que les pagan, no (...) la plaza les paga cada semana, si se enferman les pagan medicamentos, eso sí cumplen, cosa que el Gobierno no hace", relata "O" "Yo trabajé hace muchos años, antes de que me rehabilitara (...) cuando yo decidí dejar y empezar a alivianarme a una pareja, que era la que controlaba ciertos barrios, a él lo balearon y a ella la destazaron".

En la experiencia de “J” de 17 años, las células reclutan por plazas a sus prospectos.

"Lo que hacen es ir a diferentes lugares como Tonalá, Tlajomulco para recoger a muchachos que viven en la calle o andan en esos pasos (de la droga) para así llevárselos y los dejan en el cerro; como nadie los reconoce", refiere.

Una vez cooptados, los muchachos tienen alguien que cuide de ellos y así inician su vida delictiva.


Con información de Reforma y La Verdad


kach