PUEBLA.- Esta semana, el padre de Rodrigo manejaba su tráiler sobre la carretera federal Puebla-Atlixco, cuando sujetos armados intentaron obligarlo a frenar para robarle la unidad.
El trailero aceleró y los delincuentes optaron por abrir fuego contra la unidad, en la que viajaba el hijo del conductor en el camarote.
Tras disparar, los delincuentes huyeron mientras el trailero frenaba para conocer el estado de salud de su pequeño de tres años de edad.
El niño había sido impactado por una de las balas, la cual le quitó la vida, lo que fue corroborado por los paramédicos que llegaron al lugar del intento de asalto para intentar auxiliar al padre.
En la última semana, la violencia que se vive en Puebla también provocó la muerte de otro niño de 6 años de edad, quien jugaba con sus hermanos con el arma que había en su casa, ubicada en el municipio de Atoyatempan. Uno de sus hermanos la accionó accidentalmente y el pequeño recibió un balazo en la frente que le quitó la vida al instante.
De 2017 a la fecha, al menos 10 menores de edad han perdido la vida en Puebla al quedar en medio de tiroteos, balas perdidas, asaltos o estar relacionados con el crimen organizado.
Un caso representativo fue el que ocurrió en mayo de 2017, cuando un grupo de hombres armados atacó a una familia que circulaba por la autopista México-Puebla durante la madrugada; abusaron sexualmente de dos mujeres y mataron al hijo de una de ellas, un menor de dos años.
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Recientemente, el fin de semana en San Martín Texmelucan, un menor de 12 años falleció a causa de una bala perdida cuando dos grupos de delincuentes se enfrascaron en un tiroteo.
En abril de 2018, Edwin M. de dos años ingresó al Hospital del Sur tras ser herido por una bala perdida en Santa Ana Xalmimilulco, luego de que delincuentes se enfrentaron en las inmediaciones del campo de béisbol y una bala que perforó el techo de lámina del domicilio se impactó en la cabeza del menor.
En Atlixco, el 24 de febrero del año pasado se celebraba una fiesta de XV años en la localidad de San Juan Portezuelos y testigos refirieron que minutos antes de las 22 horas se escucharon disparos, resultó herido el menor Aarón Daniel P. de ocho años, quien perdió la vida poco después de ingresar al Hospital General Gonzalo Río Arronte.
Por asalto, el 13 de febrero pasado, después de retirar 30 mil pesos, una familia viajaba a bordo de su camioneta sobre la carretera Puebla-Tehuacán cuando fue interceptado por asaltantes que abrieron fuego contra el vehículo.
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La esposa del conductor sufrió un disparo en una pierna y su hijo de 3 años, Axel Emmanuel A., recibió un impacto en la cabeza que termino con su vida cuatro días después.
En octubre de 2018, en Zacatlán, otro niño de 4 años pereció cuando el vehículo en el que viajaba con su familia recibió más de 50 impactos de bala en pleno centro de la cabecera municipal.
A las víctimas indirectas, se deben sumar casos de “halcones” que han sido ejecutados a edad temprano y sus cuerpos han aparecido en el Triángulo Rojo o la capital poblana.
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