Ocho expolicías que laboraban en el municipio de Vista Hermosa, Michoacán fueron sentenciados a 52 años de prisión por colaborar con el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Un juez federal dictó estas sentencias, tras demostrarse su participación en el secuestro de dos elementos de la Agencia de Investigación Criminal de la Procuraduría General de la República (PGR), en 2013.
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Hasta la fecha, se desconoce el paradero de los agentes secuestrados hace cinco años.
Además, con las declaraciones de estos ocho expolicías, se logró dar con 35 fosas clandestinas en el municipio de La Barca, en Jalisco, donde se descubrieron osamentas de 67 personas, incluidas las de dos militares y tres civiles originarios de Sonora.
Las acusaciones contra los exuniformados son: delincuencia organizada en la modalidad de cometer delito contra la salud (venta de drogas); secuestro, portación de arma de fuego de uso exclusivo del Ejército; privación ilegal de la libertar, así como robo calificado de vehículo.
Se trata de José Alfredo Jiménez Nápoles, Rafael García López, Samuel Pérez Martínez, Jorge Armando Zendejas Solorio y Moisés Márquez González, quienes recibieron una sentencia de 52 años seis meses de prisión y seis mil 625 días multa, equivalentes a 406 mil 642 pesos 50 centavos.
En tanto, a José de Jesús Briseño Estrada le otorgaron una pena de 33 años de prisión y 800 días multa; a Ramón Mora Cárdenas o Ramón Alberto Mora Cárdenas y Josué López Guzmán se les sentenció a 15 años de prisión y 375 días multa, equivalentes a 23 mil 017 pesos 50 centavos.
De acuerdo con las investigaciones, estos exelementos realizaban tareas de vigilancia de militares, policías estatales y policías investigadores en Michoacán y Jalisco.
Además, las indagatorias dieron a conocer que era el CJNG el que estaba detrás de los muertos en las fosas, porque una gran mayoría eran miembros de Los Caballeros Templarios.
Con información de Milenio.
mvf