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Balas, bombas, tanques, muertos… la guerra “silenciosa” en Michoacán

Durante los últimos días, Tierra Caliente ha sido escenario de cruentas batallas entre células del CJNG y autodefensas; autoridades federales no intervienen

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MORELIA.- Las huellas de la guerra ahí están, nadie las puede ocultar ni negar, pero para las autoridades no pasa nada en Tierra Caliente, sitiada por células del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) desde el fin de semana.

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De acuerdo con reportes de inteligencia, Aguililla, es el principal centro de operaciones de la organización criminal que lidera Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, en la entidad.

Sin embargo, y a pesar de la operación de un cuartel militar, para el gobierno federal no existen los muertos, ni los desplazados; tampoco los desaparecidos, ni “los de blanco”, ciudadanos obligados a servir de escudo humano para el cártel.

“Todos viven en paz y tranquilidad”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador el 2 de junio cuando le preguntaron sobre la situación en Aguililla.

Otro búnker, hasta el domingo pasado, era la cabecera municipal de Buenavista, donde estaba como jefe de plaza del CJNG, Santiago Quintero Magallón, “El Maguey”.

Durante el poderío de este lugarteniente, convoyes militares y de Guardia Nacional pasaban por esa zona, pero en silencio; no veían, ni escuchaban nada.

El líder criminal operaba impune y abiertamente; asesinaba y dejaba sus huellas de sangre en terracerías o el asfalto de las carreteras.

Tras la privación ilegal de la libertad de Ángel Gutiérrez, “El Kiro”, el domingo pasado, y al no contar con el apoyo del estado y la federación, los autodefensas de Tepalcatepec, Los Reyes y Peribán, decidieron buscar y rescatar al fundador de la lucha civil armada.

A esos operativos se sumó el antagonismo de Cárteles Unidos con el CJNG. Esa cabecera municipal se convirtió en un campo de batalla que se extendió a otras zonas.

Los choques a tiros se suscitaron durante lapsos largos y durante tres días por lo menos, guerra en la que se utilizaron rifles de asalto, Barrett calibre .50 y drones cargados con explosivos C-4.

TESTIGOS MUDOS

Las viviendas, negocios y automóviles destrozados por la lluvia de plomo y los granadazos pintaron ese poblado de la realidad, de lo que viven todos los días sus habitantes.

Videos grabados por los mismos pobladores de Buenavista dan cuenta de los estruendos, pero también del daño generado en sus viviendas o locales comerciales.

“Qué grande es Dios, la verdad. Estábamos todos hasta adentro del local, llega una bala, estaba yo parado, pega en la cortina y yo siento así algo como que hasta chiflando el airecito”.

“Estaba también ahí Beto, nos rozó a los dos y nomás ¡tium!, como que pegó algo adentro; estábamos llenos, como unas 40 personas y la señora (de los tacos) dice: ‘ay, me dieron’ y que se ve el dedo que se le estaba hinchando porque traía un anillo y rebotó”, narra un poblador, uno de tantos momentos vividos durante las balaceras.

Cuenta que por fortuna, el disparo ya había perdido fuerza, aunque la bala sí alcanzó a rozar de rebote en el pecho a la señora.

El hombre recorre una calle donde se registró uno de los múltiples encontronazos, imágenes en las que también se aprecia el paso de la guerra armada.

Otro poblador también documentó en grabaciones el paso del plomo y de los explosivos.

Describe el daño que hicieron las balas en árboles, estructuras y viviendas, así como locales comerciales. Otros más narran los momentos de infierno que vivieron.

Los habitantes refieren que al menos 21 personas murieron en esa batalla y que al menos tres de las víctimas eran pobladores que habían quedado entre el fuego cruzado.

¿Y LA INTERVENCIÓN OFICIAL?

A pesar de que circularon fotografías, audios y videos de las personas muertas, las autoridades callaron, se volvieron mudas e invisibles.

Cuestionada al respecto, la Fiscalía de Michoacán, indicó hasta este martes que habían realizado tres actuaciones por la muerte del mismo número de personas.

Durante los ataques, una mujer presuntamente integrante de Cárteles Unidos, que pretendía colocar explosivos a un dron, murió al explotar el artefacto en sus manos.

Se trata de una mujer originaria de Chiapas que formó parte de la Guardia Nacional; fue identificada como Esthela de Jesús “N”.

La Sedena informó que Esthela causó baja de la Guardia Nacional el 16 de febrero y que es considerada presunta responsable del delito de deserción. 

Esthela de Jesús formaba parte del 28/o. Batallón de la Guardia Nacional en Apatzingán, Michoacán.

“Es decir, que los muertos solo existen en el departamento de quejas y aclaraciones, pero no el total de personas fallecidas o lesionadas”, recriminan los pobladores.

La lucha civil armada ha tomado el control de la cabecera municipal de Buenavista a petición de habitantes y productores, tras varios meses de asedio criminal del CJNG.

Advirtieron que permanecerán en vela ante la falta de autoridades responsables directamente de la seguridad de la ciudadanía.

EL DETONANTE

Ángel Gutiérrez y su familia fueron privados de la libertad el pasado domingo, cuando iban en camino a Apatzingán, para asistir a una cita médica. La madrugada de este martes fue rescatado por los grupos de autodefensa.

“El Kiro” reportó vía telefónica que un grupo armado al servicio del CJNG los seguía a la altura de la cabecera municipal de Buenavista.

Las autodefensas de Tepalcatepec y de otros municipios ingresaron a Buenavista e iniciaron la búsqueda del ganadero y de su familia.



La guardia comunitaria fue recibida a tiros por una célula criminal del CJNG y comenzaron los enfrentamientos que se extendieron hasta la noche de ayer.

El ganadero de 55 años de edad fue encontrado en un cuarto abandonado de una propiedad ubicada en la orilla de la cabecera municipal de Buenavista.

Tras su rescate, “El Kiro” fue trasladado a Tepalcatepec, donde fue atendido por especialistas, que lo reportan delicado de salud.

Uno de los médicos que atendió al exfundador de las autodefensas, informó que recibió a Ángel Gutiérrez con cuadros agudos de desnutrición y deshidratación.

Además, su estado de salud se deterioró debido a padecimientos de hipertensión, diabetes y problemas cardiacos. Ello, debido a que en el tiempo que estuvo privado de su libertad, no fue medicado para sus padecimientos.

El médico señaló que “El Kiro” también llegó con un daño sicológico mayor y que hasta el momento no ha podido hablar con él sobre lo ocurrido.

Así que la movilización de la lucha civil de Tepalcatepec y de grupos armados de la región, sigue en esa localidad ubicada a 160 kilómetros de la capital michoacana.


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