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Apatzingán: tintes de justicia tras 4 años de impunidad

La detención de seis policías federales sería el inició de una justicia por los civiles que fueron asesinados a manos de policías federales en Apatzingán

Escrito en ESTADOS el

Tuvieron que pasar 4 años para que comenzara la justicia luego de la masacre del 6 de enero de 2015, en Apatzingan, Michoacán, donde murieron, al menos, 16 civiles, a manos de policias federales.

El pasado jueves, la Fiscalía General de la República informó que seis de los policías federales que participaron en la matanza fueron detenidos en la Ciudad de México, con base en una orden de aprehensión girada por el Juzgado Octavo de Distrito de Procesos Penales Federales en Michoacán.

Los policías son acusados del delito de homicidio y cuatro de ellos por homicidio en grado de tentativa.

El día después de la masacre, el saldo registrado fue de 16 muertos, todos civiles, 2 policías federales heridos y 44 detenidos, sin embargo, a los pocos días 43 de ellos quedaron libres.

“Mátenlos como perros”

El 6 de enero de 2015 en Apatzingán, policías federales ejecutaron a civiles desarmados, dejando al menos 16 muertos y decenas de heridos. El excomisionado para Michoacán, Alfredo Castillo, dijo en ese entonces que los acontecimientos fueron producto de "fuego amigo".

La periodista Laura Castellanos en su reportaje “Fueron los federales” reconstruyó la masacre tirando la versión oficial del comisionado, y revelando las atrocidades cometidas en esa ocasión por los federales, hacia los civiles.

La periodista narra que los federales atacaron brutalmente a los civiles, cuando ninguno de ellos portaban armas largas. Seis de ellos tenían pistolas registradas y las pusieron en el piso. Sólo tenían palos y ramas de limonero como defensa.

Los civiles, identificados como guardias rurales fueron atacados luego de las protestas que llevaban a las afueras de Palacio Municipal de Apatzingan porque su grupo de la pisca de limón había sido disuelto por Castillo veinte días antes, sin pagarles sueldo alguno, sin consumar su objetivo y porque enfrentaban nuevas incursiones de templarios en sus localidades.

Esa mañana se había anunciado la presencia de un convoy de la Policía Federal, donde supuestamente se trasladaban los compañeros protestantes –algunos heridos- que habían sido detenidos días antes.

Un grupo de rurales fueron tras ellos para rescatar a los suyos.

Cerca del cruce de Constitución y Plutarco, los civiles alcanzaron la caravana de la Policía. Descendieron de sus vehículos y rompieron a palazos los cristales de la última camioneta de la caravana policiaca en busca de sus compañeros. Como respuesta, los oficiales detonaron en su contra sus ametralladoras M60.

“El tiroteo duró alrededor de 20 minutos. La avanzada de los civiles se frenó ante la descarga de proyectiles. En la punta quedó una camioneta blanca con siete muchachos menores de 20 años, entre ellos una adolescente de 16 años, portando palos como defensa”, dice el reportaje “Fueron los federales”.

La masacre fue liderada por Nicolás Sierra, “El gordo Coruco”, líder de su grupo G250 creado por el entonces Comisionado Federal de Seguridad en Michoacán, Alfredo Castillo, y que por ocho meses cazó en la sierra a Servando Gómez, La Tuta, cabeza del cártel de los Caballeros Templarios.

Castillo era la autoridad federal con mayor rango en Michoacán. Seis días después declaró a la prensa que en los dos sucesos el saldo fue de un atropellado y ocho muertos por “fuego cruzado”.

Rubén, un elemento de la Fuerza Rural, escuchó la balacera y brincó de su camioneta, cuando un policía federal le vociferó: “¡Levanta las manos y ponte de rodillas!”. Estaba por obedecer cuando a unos metros vio a otro hombre hincado, los brazos en alto, encañonado por los uniformados y posteriormente ejecutado.

Laura Castellanos reconstruye los hechos a partir de los testimonios de doce de los 44 detenidos y liberados del primer ataque (entre ellos un comerciante), siete sobrevivientes del segundo ataque (tres fueron hospitalizados), un representante legal, ocho testigos circunstanciales, ocho familiares de víctimas, personal del Hospital General Ramón Ponce y empleados del Servicio Médico Forense (Semefo).

Justicia para Apatzingán

Este viernes, en entrevista con la periodista Carmen Aristegui, Laura Castellanos habló sobre la detención de los oficiales y dijo que "será importante ver a quiénes señalan estos 6 policías como los mandos de los que recibieron órdenes" para la matanza en Apatzingán. Y aseguró que habría que ver hasta dónde va a llegar la justicia. “¿Va a llegar hasta Alfredo Castillo (ex comisionado en Michoacán)? o ¿hasta dónde va a llegar?”. preguntó la periodista.

La autora del reportaje "Fueron los federales" señaló en la entrevista que es muy relevante que se inicie justicia por esta masacre de Apatzingán. “En el gobierno de Peña Nieto ocurrió el mayor número de masacres con intervención de agentes del Estado, ocurrieron 8 masacres, la de Apatzingán es una de ellas"

"La gran pregunta es hasta dónde va a querer llegar el gobierno de López Obrador porque hay una cadena de complicidades a nivel municipal, estatal y federal", dijo.