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Abandonan a autodefensas de Culiacán; hay desplazados

Fuerzas federales dejan sola a la Fuerza Comunitaria Rural, la cual no está armada; habitantes de Aguacaliente de los Monzón comienzan a irse

Escrito en ESTADOS el

A un costado del Río Humaya un puente pequeño de concreto se cubre de polvo. Es la entrada a la comunidad de Aguacaliente de los Monzón, y desde ahí, se advierte cómo se va convirtiendo en una fortaleza.

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El poblado pertenece a la sindicatura de Tepuche, en Culiacán, y tiene poco menos de 800 habitantes. La comunidad rural se encuentra al norte a poco más de 16 kilómetros de distancia de la capital sinaloense.

A la entrada, justo al cruzar el puente, una amplia cancha de futbol, una de voleibol y unas estructuras tipo asadores dan la bienvenida al sitio.

Pero en las últimas semanas eso cambió. Lo explican los vecinos. El puente, de lado a lado, tiene dos pilares de concreto sólido cubiertos de una gruesa lámina de acero, y de extremo a extremo un cable acerado de alta tensión. La idea es detener por la fuerza a todo vehículo que intente cruzarlo.

En el margen derecho del río unas zanjas que se extienden varios metros hacen la suerte de barreras y más atrás unas trincheras de costales, tierra y piedras. Están listos y se presentaron como la Fuerza Comunitaria Rural, integrada por al menos siete comunidades de la zona. Fue el 10 de marzo pasado.

Ese día, con barricadas en las entradas y salidas del pueblo, con lo que controlan el acceso de vehículos, además de trincheras, los habitantes de Aguacaliente de los Monzón, aseguraron que se iban a defender con palos o con lo que tengan en la mano para evitar que grupos armados se apoderen de la tranquilidad de sus casas y la paz de sus familias.

Esa mañana, al menos 300 habitantes de media docena de pueblos aledaños a Tepuche se reunieron en Aguacaliente para exigir a las autoridades militares que se coloque una base militar en las inmediaciones, y evitar que ocurran situaciones como la denunciada la semana pasada, en Paredones, un poblado a una media hora del lugar, en la zona rural al norte del municipio de Culiacán.

“La Fuerza Comunitaria Rural se organizó de nuevo en esta comunidad, en Agua Caliente de los Monzón ya hace décadas se encontraba esta fuerza rural, pero se había extinguido, por así llamarlo, porque era un pueblo de paz, era un pueblo pacífico y ahorita como estamos viendo la delincuencia y la inseguridad aquí en Culiacán, volvió a resurgir”, señaló Andrea Zebada, una joven vecina del lugar.

Una calma fuera de lo común

Una joven afirma no tener miedo que se conozca su nombre porque lo que busca es que la autoridad los voltee a ver. Junto a ella, vecinos externan el temor de que su pueblo sea tomado por comandos y causen destrozos, y en el peor de los casos, se desencadene una ola de inseguridad por una disputa interna del Cartel de Sinaloa, según narra RíoDoce.

Insisten en no formar parte del conflicto. De vez en vez cruzan jóvenes a bordo de motocicletas y alzan la mano. Levantan un poco de polvo. Saludan. Se van. La mujer continúa con el recorrido, se detiene en cada punto a mostrar cada una de las trincheras apostadas, todas dirigidas a la entrada al pueblo y al margen izquierdo del río.

Salieron a la luz la mañana del martes 10 de marzo. Banderas blancas y azules con sus emblemas y la exigencia que ya es del dominio público: un destacamento militar. Junto a su comunidad vecinos de otros poblados como Palos Blancos, Tecolotes, la Mojonera, Caminaguato, San Rafael, la Boca, Tecorito, y la misma sindicatura de Tepuche, entre otros.

La mujer explica que el miedo es debido a lo sucedido la colonia Lomas de Rodriguera, con la que prácticamente hacen frontera al extremo norte de Culiacán. También hace alusión a lo sucedido en Paredones, donde presuntamente grupos armados ingresaron y quemaron viviendas.

Las autoridades municipales y estatales les prometieron la instalación de cámaras de videovigilancia y rondines, los manifestantes dieron a la autoridad un plazo de 72 horas para ver atendida su solicitud, de lo contrario se “armarán” con palos, piedras o lo que sea.

Al final de la reunión, invitaron a los medios de comunicación a escuchar a los vecinos de dicho poblado sobre su situación. La convocatoria sería en el centro del pueblo a las 9:30 de la mañana en las canchas de basquetbol. Sin embargo, el sitio estaba desolado. Unos perros ladrando, balidos del ganado, las gallinas cacareando y nada más.

Algunos vecinos comentaron que nada ha sucedido. Únicamente algunos han ido dejando sus hogares para irse a Culiacán. De la violencia y grupos armados nadie quiso opinar.

Y mientras los rumores siguen, al norte de Culiacán se percibe una calma fuera de lo común.

Rechazan base militar

La demanda de los habitantes de Aguacaliente de Los Monzón para la instalación de una base militar fue rechazada por la Comandancia de la Novena Zona Militar.

En un comunicado, vecinos de esta comunidad, señalan que la respuesta de la milicia fue de hacer rondines permanentes, así como la colocación de cámaras de videovigilancia.

“No era lo que nosotros esperábamos sino que queríamos una base permanente, pero ellos nos brindaron lo que estaba a su alcance porque no cuentan con el personal para atender a todos los pueblos y se envió patrullas y la vigilancia,  pero en caso que se observe se deje de nueva cuenta sin protección se volverá a manifestar la necesidad”.