TIJUANA.- Jóvenes que creían haber encontrado una oportunidad para estudiar secundaria y preparatoria abierta en Baja California terminaron defraudados cuando las supuestas escuelas “desaparecieron”.
Natalia Bustamante tenía apenas dos semanas inscrita en Tijuana cuando supo que uno de los cuatro centros educativos que hoy están siendo acusados había cerrado sin explicación en la ciudad de Mexicali.
Platica que cuando otras personas se enteraron de la misma noticia comenzaron las preguntas al responsable, de nombre Karim, y este huyó dejando a estudiantes y profesores en la incertidumbre.
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“Todos quieren su certificado válido o que les den su certificado. Algunos quieren su dinero de regreso. Son muchos sueños rotos, tiempo perdido y documentos perdidos”, dice la joven de 25 años.
De una carpeta con hojas arrugadas saca los horarios de clase y el plan de estudios que se supone cumpliría este año para finalmente cursar la preparatoria, todo un reto luego de vivir un tiempo en la calle.
Gastó 3 mil 300 pesos solo entre inscripción, gafete, uniforme y mensualidad, con un descuento de mil pesos por haber sido recomendada por un amigo que también resultó timado, pero al final el único reclamo de Natalia es recuperar su certificado de secundaria.
La Secretaría de Educación del Estado (SEE), tiene registro ya de aproximadamente mil víctimas entre las ciudades de Tijuana y Mexicali, pero esperan más.
Así fue el fraude
Natalia encontró a decenas protestando en las oficinas de educación en Tijuana cuando acudió a buscar la reposición de sus documentos y se unió al grupo para manifestarse frente a la Fiscalía General Estatal (FGE), donde bloquearon parcialmente la vialidad.
Vianey Cuellar estaba allí y se ha dado a la tarea de reunir todo lo que pueda comprobar el fraude, así que la parte trasera de su vehículo estacionado frente a la fiscalía está repleta de libretas, carpetas con apuntes y documentos impresos.
“Para obtener un certificado de preparatoria era un mínimo de seis meses. Pero hubo personas que estuvieron por un año y dos años”, dice.
Cuando ella descubrió el problema en Mexicali ya solo esperaba su certificado de bachillerato pero ni siquiera alcanzó a preguntar qué estaba pasando.
Acudió al Centro de Asesorías Técnicas Tijuana (CEATT), ubicado en una plaza comercial de Zona Centro, y solo encontró profesores desorientados como ella en las oficinas vacías.
“Les dijeron: `Vamos a suspender clases porque vamos a hacer un ajuste administrativo´. Pero la escuela CEATT, desapareció”, cuenta Vianney.
Hasta donde sabe por amistades que concluyeron sus estudios en el mismo centro y no han tenido problemas con sus certificados ingresando a universidades privadas, el centro tenía al menos cinco años funcionando.
¿Qué han hecho las autoridades?
“Este tipo de centros de capacitaciones no están regulados por nosotros ni están en nuestro radar. Nosotros supervisamos todas las escuelas que tienen un registro de validez oficial”, dijo al respecto el secretario de educación en Baja California, Gerardo Solís Benavidez.
Las autoridades educativas ahora están pidiendo a quienes hayan egresado que se acerquen para verificar si sus certificados son válidos o no, porque hay más sitios en el país funcionando de la misma forma: como empresas y no como escuelas.
“Cerraron una plataforma oficial, a nivel nacional, porque se detectaron que había situaciones de muchas impresiones de documentos oficiales”, mencionó el secretario de educación en Baja California.
Desde el pasado 25 de enero existe una denuncia colectiva ante la Unidad de delitos patrimoniales de la fiscalía estatal y esta dijo que formará un equipo de trabajo para investigar el posible fraude.
Los otros centros señalados por los estudiantes son IECA, CBC y ACIT.