Si se concretan las amenazas de Trump para imponer aranceles al acero y aluminio se provocará un deterioro muy grande en la globalización y se generarán políticas proteccionistas de manera masiva en todo el mundo. Al anunciarlo en el momento más álgido de la negociación del Tratado de Libre Comercio, Trump lo usa como escudo para lanzar una guerra contra China, que es el verdadero destinatario del mensaje, afirma Ismael Jiménez, editor en jefe de Forbes para América Central.
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Jiménez explicó que si bien nuestro país es uno de los productores de acero y aluminio más importantes de América Latina, en la relación con Estados Unidos nuestro país es deficitario. México compra 3 mil millones de dólares más al vecino del norte de lo que le exporta.
El editor de Forbes precisó que las ventas que hacen México y Canadá a la Unión Americana no llegan al 15 por ciento de las necesidades estadounidenses. En cambio, China es el mayor productor y desde hace siete años fija los precios en este mercado.
Sin embargo, desde hace tres años Estados Unidos prohibió la compra de acero y aluminio de China por considerar que incurría en prácticas de dumping en su producción. Estados Unidos era uno de sus principales clientes.
En opinión de Jiménez, lo que realmente busca el presidente Donald Trump es inhibir que lleguen más productos chinos al mercado norteamericano.
Las principales productoras de acero y aluminio de Mèxico son en realidad dos empresas transnacionales: Techint, de Italia, y Metalsa, de la India. Una de las productoras mexicanas más importantes es Xignus, que produce corrugados y varillas para la industria de la construcción.
El arancel que busca aplicar Trump también tendría efecto sobre los autos que se fabrican en México y se exportan a Estados Unidos como parte del TLC pues esos materiales todavía se utilizan en la fabricación de chasises y cabezas de los motores.
Asegura que México tendría que aplicar también un arancel a Estados Unidos para evitar que la economía mexicana sufra por el cierre de empresas minero-metalúrgicas, con la consecuente pérdida de empleos.
Si México no aumenta sus aranceles provocaría un grave desequilibrio en uno de los mercados más importantes del mundo”, aseguró.
jamp