Miguel Herrera fue recibido como en casa tras su regreso al Estadio Azteca como estratega del América.
Desde que dio sus primeros pasos fue por la afición del Azulcrema, comenzaron las ovaciones, mismas que el ''Piojo'' respondió con un saludo hacia la tribuna.
Después del saludo se dirigió a la esquina derecha de las bancas, la más cercana al medio campo y desde ahí presenciar, con los brazos cruzados, la salida de los jugadores.
Cabe señalar que ningún jugador fue tan ovacionado como cuando nombraron a Miguel Herrera, quien portaba un traje negro.
Paul Aguilar y Darwin Quintero, jugadores que estaban cerca de la banda, fueron los mensajeros del ''Piojo'' en el primer tiempo, pues en varias ocasiones les llamó para darles indicaciones.
En cuanto el árbitro central pitó el inició del medio tiempo, Herrera no desaprovechó y de inmediato comenzó a hablar con los jugadores del América mientras caminaban al vestidor.
Para el segundo tiempo la molestia de Herrera cuando los suyos fallaban era más notoria, se tomaba el cabello y volteaba a la banca, en busca de una solución, incluso llamaba a su auxiliar para analizar.
Al minuto 66 comenzó a llover, el ''Piojo'''' reclamó por un supuesto penal sobre Oribe Peralta.
La molestia de Herrera aumentó cuando le marcaron el penal en contra a su equipo, mismo que dio la victoria al Querétaro. Miguel, desesperado, levantó los brazos y comenzó a dar indicaciones.
Al finalizar el cotejo se marchó solo a los vestidores con la mirada hacia el césped del Estadio Azteca.
Pero al parecer Miguel Herrera no estuvo contento con el marcador ya que lanzó las indirectas de forma directa.
El técnico del América indicó que la derrota se debió a la falta de experiencias de sus jóvenes y un penoso desempeño del árbitro, Óscar Macías, por no marcar lo que para él era un penal sobre Oribe Peralta.
El rival (Querétaro) nunca hizo nada por buscar la victoria, no fueron al frente, no hicieron nada para ganar.
También indicó que hubo dos jugadas iguales de penalti “una se marca y la otra no”.
Cecilio Domínguez está listo, pero eso no basta. Nos falta más profundidad, la inteligencia de saber que ellos estaban todos atrás, concentrados en no regalar espacios. Debemos ir evolucionando. Era un partido para no perderse. seguró molesto el técnico
Con información de Universo Deporte.
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