Wendy Ida es una abuela de 65 años originaria de California, Estados Unidos. Madre de Sky, de 42 años y a quien confunden constantemente como si fueran hermanas.
Wendy no es diferente al resto de las personas, el tiempo pasa para ella como para todos. Hasta hace algo más de 20 años su vida seguía un rumbo esperado, terminó la universidad, se puso a trabajar, conoció a un hombre, se casó y se embarazó. Era una mujer dedicada a su hija y esposa abnegada
Corría todo el día. Llevando y trayendo a mi hija al colegio y a sus clases particulares, trabajaba y después llegaba hacía la cena para toda la familia. No me cuidaba con la comida ni me interesaban los ejercicios.
A los 43 años, Wendy vivió una situación que la dejó en la depresión, su marido la dejó y su autoestima se fue al fondo.
Pensaba que era el final. A esa edad me sentía realmente mal. Derrotada.
Hasta que un día, Wendy se decidió a cambiar, y emprendió el camino de la vida sana. Se puso a hacer ejercicio y cambió sus hábitos alimenticios. A los 57 años tuvo su primera competencia fisicoculturista y con 60 años celebró un récord mundial Guiness al hacer 37 burpees (uno de los ejercicios cardiovasculares más completos) en un minuto.
Hoy con 65 años, Wendy Ida ya es abuela, su hija Sky de 42 años le dio un nieto. La rutina que Ida realiza para “sentirse mejor que nunca” respeta un régimen estricto de alimentación y al menos dos horas diarias en el gimnasio.
Tengo 65 años y estoy en la mejor etapa de mi vida. Cuando digo la edad que tengo la gente no me cree y me piden ver mi licencia de conducir. Las personas creen que estoy en mis 30. De hecho algunos creen que tengo 20 y tantos. Además, cuando estoy con mi hija creen que somos hermanas. Eso pasa muy a menudo.
Ahora Wendy se transformó en una entrenadora personal y consejera de vida sana, quien desde su cuenta de Instagram, inspira a sus más de 13 mil seguidores.
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