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Yo las llamo defensoras de derechos humanos

“Creo firmemente en aquellas posturas que aseguran que somos el resultado de las decisiones de nuestras ancestras” | Diana Avilés

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Escrito en OPINIÓN el

Me reconozco como una mujer resultado de las decisiones que tomaron quienes me antecedieron; creo firmemente que somos lo que somos, por lo que decidimos ser, pero también influyen en nosotras, las historias que se escribieron, incluso antes de nuestro nacimiento. Por eso la importancia que tiene en mi vida el reconocimiento de las otras mujeres, las que estuvieron, las que siguen estando y las que estarán.

A lo largo de los años, he tenido la fortuna de conocer mujeres grandes, maravillosas, combativas y sanadoras; la gran mayoría con historias de vida complejas, con secretos familiares que las asfixiaron hasta que ya no pudieron más y decidieron hablar o huir; ellas me han enseñado muchas cosas, algunas me han brindado la oportunidad de conocer sus historias de vida o me han compartido la forma en la que se liberan todos los días de las cadenas impuestas para las mujeres, así como de los motivos de sus luchas, esto último, me compromete aún más; compromiso con las que vienen, con las que me acompañan, con mi sanación y con mi libertad.

En el marco del 25 de noviembre, “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia en contra de las Mujeres” rememoro las acciones realizadas por niñas, adolescentes y mujeres hidalguenses comprometidas con una vida libre de violencia para todas, el día de lunes salimos a las calles, vimos el nacimiento del proyecto “Vulva Radio” que estoy segura será una fenomenal y enriquecedora experiencia, pusimos mesas informativas sobre lo que las organizaciones civiles y el movimiento feminista realiza todos los días, y salimos a marchar, para gritar juntas: “Ni una más”.

Este es un reconocimiento a ellas, las que luchan por la garantía de los derechos humanos de niñas y mujeres, a las que se van de voluntariado o a trabajar y dejan su casa y su familia, a las que se organizan en comunidades rurales y en las ciudades para trabajar con mujeres privadas de libertad, con mujeres indígenas, con niñas; a aquellas que se comprometen por la prevención de la violencia sexual y de los embarazos no deseados o no planeados en la adolescencia, a quienes luchan por el derecho a decidir y la no criminalización de las niñas y mujeres, a las que ponen la voz y el cuerpo porque algún día, no muy lejano, vivamos seguras y libres.

A ellas, a quienes los medios de comunicación tradicionales, los gobiernos conservadores y los grupos fundamentalistas señalan como provocadoras, necias, inconvenientes, locas, violentas y más… yo las llamo, defensoras de derechos humanos.

Por cierto, diputadas y diputados de Hidalgo, seguimos esperando que “Ya sea ley”.