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Los presidentes eternos en China y Rusia

Xi Jinping y Vladimir Putin se han perpetrado en el poder en sus países y todo indica que ahí seguirán

Escrito en MUNDO el

Desde el 14 de marzo de 2013, Xi Jinping es presidente de la República Popular China. En 1974 se unió al Partido Comunista de China. En 1999 fue nombrado gobernador de la provincia de Fujian. En 2000 fue nombrado secretario del PCCh de la provincia de Zhejiang.

El 15 de marzo de 2008 fue elegido Vicepresidente de la República Popular China, en la XI Asamblea Popular Nacional de China, al mismo tiempo que Hu Jintao fue reelecto presidente. El 18 de octubre de 2010 Xi fue nombrado vicepresidente de la Comisión Militar Central, de esta manera pasó a ocupar puestos destacados en el Ejército Popular de Liberación, el Partido Comunista de China y el Gobierno.

El 14 de marzo de 2013, tras la confirmación de la Asamblea Popular Nacional de China, Xi asumió la presidencia de la República Popular China.

(Imagen de Infobae)

La filosofía política de Xi forma parte de la constitución china como “pensamiento de Xi Jinping”, en similitud al pensamiento Mao Tse Tung.

A lo largo de su presidencia ha emprendido una amplia campaña anticorrupción la cual ha sido considera como la mayor "purga" de oponentes desde los tiempos de Mao.

El día 11 de marzo de 2018 el Comité Central del Partido Comunista de China votó a favor de la reforma de la Constitución que permitirá a Xi Jinping presentarse indefinidamente a la reelección, acabando con el límite de dos mandatos que se encontraba en vigor.

Xi se ha manifestado contrario al proteccionismo económico y a favor de equilibrar la globalización para «hacerla más incluyente y equitativa».

Por su parte, Vladimir Vladímirovich Putin es el presidente de la Federación Rusa, que ya había ejercido anteriormente por dos mandatos consecutivos (2000-2004 y 2004-2008), lo que lo convierte en el que más tiempo ha estado en ese cargo desde la caída de la URSS.

Es abogado y político de profesión. Encabezó el gobierno de su país bajo Borís Yeltsin y Dmitri Medvédev, así como Rusia Unida. También es, desde el 27 de mayo de 2008, presidente del Consejo de Ministros de la Unión de Rusia y Bielorrusia.

En 1998 encabezó el gobierno y lanzó la segunda guerra chechena, lo que acabó de convertirlo en uno de los políticos más populares de Rusia. Cuando Yeltsin anunció su dimisión el 31 de diciembre de 1999, Putin, de acuerdo con la Constitución rusa, se convirtió en presidente interino.

Ganó las elecciones presidenciales del 26 de marzo de 2000 con el 52,94% de los votos. Durante su gestión hubo altos índices de crecimiento económico, con un incremento del 72% en el PIB y una sustancial disminución de la pobreza. A diferencia de su predecesor, su gobierno gozó de amplio apoyo popular y fue reelegido en las elecciones de marzo de 2004 con el 71,31% de los votos.

(Imagen de El Comercio Perú)

En 2008, al no poder presentarse a un tercer mandato por no estar permitido en la Constitución Rusa, Putin impulsó la candidatura del entonces viceprimer ministro Dmitri Medvédev en las presidenciales de 2008, el cual ganó las elecciones. Putin se convirtió entonces en primer ministro. En los comicios de marzo de 2012 fue elegido nuevamente presidente (63,60% de los votos), aunque hubo acusaciones de fraude por parte de la oposición.

Históricamente, sus mandatos han sido ampliamente aceptados por los ciudadanos rusos, si bien Putin ha sido criticado por diferentes personalidades y medios de comunicación, especialmente fuera de su país, por supuestas violaciones a los derechos humanos y a las libertades religiosas ocurridas durante sus dos primeros mandatos.

Ha sido un personaje polémico por su manejo del conflicto checheno, así como también por reformas políticas que han sido interpretadas por algunos como un retroceso en las conquistas democráticas rusas, tales como el fin de las elecciones por voto universal y directo de los presidentes de las repúblicas de la Federación.

Se le ha acusado de utilizar selectivamente la justicia para disuadir adversarios, como en el caso del magnate petrolero Mijaíl Jodorkovski, y de haber impuesto el control sobre la televisión, cuyos principales canales volvieron a manos del Estado o de empresas cercanas controladas por éste.

De esta manera, los mandatarios de China y Rusia dejan ver, de acuerdo a su historia y a sus acciones y propuestas, que seguirán en el poder en los siguientes años. Lo que nos deja en la expectativa de ver qué será de sus gobernados y si sus aspiraciones de perpetuarse como gobernantes se cumplirán o no.

mlmt