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Viven en Tláhuac cinco meses de incertidumbre

Aquel día sus casas quedaron con las paredes ladeadas y en algunas esquinas rotas, ya que una grieta atravesó el piso de su hogar

Escrito en METRÓPOLI el

A cinco meses del terremoto del 19 de septiembre pasado, la situación para Norma Tinoco ha variado poco, luego de que vio como el terremoto de aquel día dañó la casa que su familia compartía con su mamá.

Vecina de la calle Pingüino, en la colonia Del Mar, en Tláhuac, la beneficiaria de los apoyos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) aseguró que en su caso aún no inicia la reconstrucción y tiene el tiempo encima para usar la tarjeta con 120 mil pesos, ya que le han dicho que por la cercanía de los tiempos electorales, solo hasta marzo podrá utilizarlos.

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“Pero cómo ocupar las tarjetas si no han hecho todas las demoliciones. Y los que quieren ocuparlas no funcionan”. Añade que tiene un dictamen cuyo diagnóstico es que por los daños registrados debe demoler su casa, pero no puede hacerlo, porque le dijeron que harán un estudio de mecánica de suelos para ver si puede o no volver a construir allí; una complicación adicional es que al no poder derrumbar su casa ahora tiene la presión de sus vecinos, quienes le han advertido que si su casa se cae y afecta a las aledañas, deberá pagar.

Este tipo que renuncia es el que nos iba a dar el certificado de la reconstrucción

Para aderezar la situación, dice que el ahora excomisionado para la Reconstrucción, Ricardo Becerra les había prometido gestionar un crédito del Instituto de Vivienda (Invi), pero con su renuncia -el 16 de febrero- teme que deberán volver a empezar otra vez a analizar el proceso de reconstrucción.

“Precisamente cuando tiembla nos envían esto”, y muestra el enlace de la renuncia del funcionario. “Este tipo que renuncia es el que nos iba a dar el certificado de la reconstrucción”, lamenta.

RECUENTO

Aquel día su casa quedó con las paredes ladeadas y en algunas esquinas rotas, ya que una grieta que venía desde la vecina calle de Gitana atravesó el piso de su casa.

Los primeros días posteriores al movimiento sísmico apenas hubo atención de parte de las autoridades y cuando por fin acudió el Director Responsable de Obra José Antonio Hidalgo, le hicieron saber a Tinoco que su inmueble debía ser demolido, y le pidieron firmar un documento donde debía hacer constar su aceptación y autorización de la demolición total, y que además no realizaría ninguna acción de juicio o demanda en contra de la autoridad por dicha decisión.

Estamos muy molestos, decepcionados y tristes

Pero el camino para demoler ha sido complicado. La vecina de la calle Pingüino, quien ahora renta al igual que sus hermanos y sus papás inmuebles en la colonia La Conchita, dice que a ella el Fonden le dio dos tarjetas, una de 90 mil pesos para materiales, pero que la suya no tenía fondos, y otra de 30 mil para mano de obra. Como no es la única vecina afectada, comparte que otros han recibido tarjetas que tiene 15 mil pesos, otras 20 mil o 5 mil.“El chiste es que nadie ha dicho que sus tarjetas funcionan y que tienen la cantidad que dijeron”.

Donde sí han hecho las demoliciones en algunos casos, como la calle fue atravesada por grietas, los mandan a comprar el material que le van a inyectar al suelo y cada costal cuesta 3 mil pesos y traen poco, además que se trata de personas que solo recibieron de ayuda 30 mil pesos, comenta.

Agrega que la situación es más complicada para las personas de la tercera edad a quienes se les complica ser sujetos de crédito, así sea del Invi, o en caso de serlo no les alcanza su pensión para pagar un crédito, porque o comen o se endeudan.

“Estamos muy molestos, decepcionados y tristes”, concluye.

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