BOCA DEL RÍO.- La violencia en Veracruz recrudeció el fin de semana. El último hecho delictivo reportado el domingo en la tarde fue el asesinato de un niño de 10 años de edad.
El pequeño murió por una bala perdida, quedó tirado en el patio de su casa ubicada en la avenida Belisario Domínguez, del municipio de Las Choapas, al sur de la entidad veracruzana.
Del crimen hay un sospechoso detenido, una persona que acudió a la vivienda del menor para una fiesta y que, tras una riña, sacó un arma y disparó a su rival, pero hirió al infante.
En otro hecho, en Cosoleacaque, también en la región sur, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado logró la detención de dos personas dedicadas a robar hidrocarburos.
Los responsables iban con dos pipas y para su detención tuvieron que repeler una agresión armada por toda esa carretera.
El Poza Rica, una joven de 23 años de edad fue abusada sexualmente por un taxista, la abandonaron en un predio de la colonia Prensa Nacional, en donde otro conductor de taxi escuchó sus quejidos, se tomó valor para ir a ver y llamó al 911 para su auxilio.
Apenas hace dos semanas, una menor fue abusada por una persona que manejaba un taxi en esa misma ciudad, antes el responsable atropelló a la abuela y a la hermana pequeña de la víctima.
En la ciudad de Córdoba, una familia fue atacada a disparos por sujetos armados cuando viajaban cerca del centro de ese municipio, ubicado en la zona centro de la entidad.
En la agresión murió una mujer, mientras que un hombre fue trasladado a un hospital, pero al llegar a la sala de emergencias perdió la vida también.
La balacera dejó a otra mujer lesionada de bala y dos niños, los tres están internados en diferentes clínicas de ese municipio, bajo fuerte vigilancia médica.
En otras acciones, la Policía Ministerial del estado de Veracruz detuvo al comandante de Sayula de Alemán, Raúl Ricaño Ramírez.
El sujeto era el más alto mando de la corporación en esa localidad y la semana pasada fue víctima de un atentado cuando circulaba en su patrulla dejando como saldo un policía muerto, tres heridos de gravedad y la privación de la libertad de él y su escolta.
El viernes, ambos aparecieron, pero el sábado en la noche fue detenido por los oficiales acusado del delito de desaparición forzada.
En el municipio de Tlilapan, en la región centro del estado, murió una mujer y resultaron lesionados un hombre y un niño cuando estalló un polvorón dentro de su casa.
La familia tenía uno de los cuartos como bodega de pirotecnia y debido a una chispa estalló provocando la tragedia que destruyó toda la vivienda.
En la ciudad de Veracruz, un hombre que fue integrante de la extinta Policía Intermunicipal de la zona conurbada, murió cuando estaba comiendo en una tienda de pollos rostizados.
El sujeto recibió varios balazos cuando estaba sentado en una de las mesas, no hubo personas detenidas, pese a que los hechos fueron cerca del centro del puerto.
En Poza Rica, en el norte, en una riña un sujeto asesinó a un trabajador petrolero en el bar El Deportista. Una turba que vio todo detuvo al responsable que intentaba huir.
En el municipio de Tlilapan, pobladores quemaron una patrulla e hicieron desmandes luego de que un par de personas de la tercera edad quedaran lesionados de gravedad, tras ser golpeados por supuestos policías.
Los afectados señalaron a integrantes de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y a la Fuerza Civil, sin embargo, cuando sus vecinos llegaron al rescate ya no estaban los responsables.
Ante esto, los enardecidos ciudadanos arremetieron contra la Policía Municipal, que había llegado al auxilio, quemando la única patrulla que tiene esa población a su servicio.
Por su parte, la SSP niega haber golpeado al par de ancianos, afirmando que no contaban con efectivos en ese sector a esa hora.