BOCA DEL RÍO.- En la reja de la escuela primaria “José María Pino Suárez” hay un cartel negro con letras rojas que clama a las autoridades: Ya basta. La lona tiene las fotografías de los niños Joseph, Emily y de su madre María Aurora Méndez Castro, privados de la libertad en la ciudad de Córdoba, desde el martes en la tarde.
Los directivos del plantel decidieron suspender clases como protesta, por la desaparición de sus alumnos y de la mujer. Emilio Montiel, tío de los menores, afirmó que la familia recibe llamadas, les exigen el pago de 48 mil pesos para su liberación, dinero que no tienen.
La zozobra que hay entre los vecinos de la colonia 20 de Noviembre, de ese municipio, no es ajena a los 212 ayuntamientos que conforman el estado de Veracruz. En los últimos días hay un aumento en delitos de alto impacto.
La desaparición de los niños, alumnos de primaria, y su mamá, no es un caso aislado en la zona montañosa de la entidad. Apenas, el martes, el presidente municipal de Ciudad Mendoza, a unos 20 minutos de Córdoba, Melitón Reyes Larios, declaró a sus ciudadanos Estado de Emergencia, pues registran secuestros todos los días.
Los últimos plagios fueron los de una mujer, y su hijo de 12 años, a los que liberaron con vida luego de pagar un rescate. Además, la privación de la libertad de un trabajador de Pemex; del ex director del Instituto Tecnológico de Orizaba; de dos jóvenes residentes de una empresa y, en Río Blanco, del ex alcalde del municipio de Magdalena, localidad ubicada en la Sierra de Zongolica.
Los habitantes de Mendoza enviaron un documento al mandatario y al presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, exigiendo que decrete el estado de emergencia declarado por el alcalde, el día anterior, ante la “terrible inseguridad en la que viven”.
En el pliego petitorio, también solicitaron que deje de manera permanente a los policías que llegaron a reforzar los operativos de seguridad y que envíe otros 150 oficiales, de lo contrario podrían protestar cerrando las carreteras que comunican con Puebla.
La respuesta del gobernador, Cuitláhuac García Jiménez, a estos hechos de violencia fue la condena y la advertencia que no permitirá que grupos delictivos operen en Veracruz.
Además, aseguró que la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, le está haciendo el trabajo a la Fiscalía General, esto, tras el rescate del periodista, Marcos Miranda Cogno, en el puerto de Veracruz.
Delitos de alto impacto en todo Veracruz
El reportero conocido como Marmiko no es la única agresión que sufrió el gremio periodístico en las últimas horas. En Minatitlán, encontraron muerto a Sergio Martínez Armengol, después de estar secuestrado desde hace una semana.
La víctima era hermano de Ángel Martínez Armengol, un reconocido periodista que radica en la ciudad de Xalapa y que fue el conductor principal del noticiero de la televisora estatal “Radio televisión de Veracruz”.
Otro caso, ya ajeno a los comunicadores, fue el doble homicidio de dos policías en el municipio de Sayula de Alemán, en el sur del estado de Veracruz.
Los occisos fueron identificados como Wilibaldo Soñano Mendoza, primer comandante de la policía municipal y su escolta, Héctor Pablo Martínez. Ambos, cenaban en un restaurante a orilla de carretera.
El feminicidio de la maestra Magali “N”, también ha conmocionado a los pobladores de la ciudad de Huatusco, en la zona cafetalera del centro de Veracruz.
La mujer recibió dos disparos, el 11 de junio, por sujetos que ingresaron a una tienda para cometer un asalto. Testigos señalan que uno de los delincuentes caminó hasta donde estaba la profesora del Centro Escolar Veracruz y le disparó, sin motivo, un par de veces.
Después, investigadores de la Universidad Veracruzana identificaron a la joven como una recién egresada de la carrera de sicología que se había titulado con una tesis que hablaba sobre la violencia de género durante el noviazgo en la adolescencia.