Main logo

Guadalupe fue violada por sus compañeros de secundaria; FGE no acredita el crimen

Guadalupe fue violada por compañeros de la telesecundaria,sin embargo, la Fiscalía General del Estado no ha acreditado la violación

Escrito en ESTADOS el

Ciudad de México (La Silla Rota).– Hace 10 meses Guadalupe, una menor de 14 años, fue violada en la telesecundaria donde estudiaba en Tlatlauquitepec, Puebla; tres de sus compañeros la encerraron en el salón y la violaron. Sin embargo, la adolescente no ha tenido justicia, pues la Fiscalía General del Estado (FGE) no ha acreditado el delito de “violación”, pese a que la joven ha sido sometida a tres estudios para saber si en realidad sufrió abuso. 

El 22 de marzo, Guadalupe, acompañada por su madre Sonia Escobar, viajó cuatro horas hasta la capital de Puebla para que un médico legista del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) le realizara un tercer estudio vía vaginal. Pese a todo el tiempo que ha pasado desde que dos de sus tres compañeros la penetraron, el médico señaló que aún sufre desgarre, pero se negó a acreditar el delito de violación y la han citado a un cuarto estudio, pero “después de las vacaciones de Semana Santa”, dio a conocer Página Negra.

A Irlanda la trataron violar y asesinar en Puebla

De los tres estudios que le han realizado, uno acreditó la violación, otro la negó y el tercero solo confirmó que había un desgarre. Cuando la médico legista de la FGE negó la violación en el segundo estudio, la agente del Ministerio Público que las atiende en la Fiscalía Especializada en Delitos Sexuales y Víctimas de Violencia Intrafamiliar le dijo a Sonia que probablemente a su hija solo la habían tocado y levantado la falda, pero no la violaron

“Mamá, no soy una niña de dos años que no sabe lo que me hicieron”, le dijo Guadalupe a su mamá tras escuchar el comentario.

Estrés postraumático

Como si eso fuera poco, Sonia tiene que pagar con sus propios recursos atención psicológica para su hija, pues después de lo ocurrido, en las noches Guadalupe se jalaba el cabello y se lastimaba las manos. Ni el DIF municipal ni ninguna otra dependencia le ha brindado atención a la víctima y tampoco se han acercado a ella. Además han recibido múltiples amenazas, incluso de muerte, por parte de los familiares de los jóvenes involucrados. En su momento, también los maestros de la escuela amenazaron a Guadalupe para que no le dijera nada y estuvieron llamando a la señora Sonia para que “se arreglaran y llegaran a un acuerdo”.

“No digas nada porque ellos son tres y a ti te va a ir peor”, le dijo la maestra a Guadalupe cuando se enteró de lo ocurrido.

El crimen

Imagen ilustrativa

El 3 de mayo de 2017 los alumnos de la Telesecundaria “Jaime Torres Bodet” estaban ensayando para el festival del Día de las Madres. En ese entonces, Guadalupe tenía 14 años, cursaba el segundo grado y asegura que siempre la molestaban sus compañeros.

Esa mañana, Guadalupe no salió a ensayar con el resto de sus compañeros porque la maestra le dijo que no tenía las habilidades para participar y decidió encargarle un trabajo y dejarla en el salón junto con los compañeros que no iban a participar.

Fue entonces cuando Ángel Daniel N., Juan Diego N., y Arnaldo N. tomaron por la fuerza a Guadalupe, la golpearon, la violaron y le tomaron fotografías y video.

-¿Gritaste para pedir ayuda?

-No pude, me tapaban la boca y me estaban golpeando.

Al ser cuestionada por el médico legista, Guadalupe dijo que de los tres jóvenes, dos de ellos la penetraron y el tercero la tenía sometida.

-¿Pero sí introdujeron su pene?

-Sí

-¿Cuántos?

-Dos

-¿Usaron protección?

-No

¿Sangraste?

-Sí

¿Pero no estabas en tu periodo?

-No

Guadalupe asegura que es muy incómodo para ella responder las preguntas a las que es sometida una y otra vez: “me da pena, es muy incómodo”, dijo. ¿Y si te las hiciera una mujer en el lugar de un hombre? “Es igual, me siento muy incómoda”, respondió.

Después de lo ocurrido, los maestros de inmediato se percataron de los hechos y lejos de apoyar a Guadalupe, la amenazaron para que no dijera nada. Al no querer asistir los siguientes días a la escuela, Guadalupe le dijo a su mamá que unos compañeros la habían tocado, solo eso.

Entonces, Sonia fue a poner una denuncia por acoso sexual y los maestros de la Telesecundaria pidieron hablar con ella para llegar a un “acuerdo”. Fue después de un mes, cuando Guadalupe le confesó a su mamá que en realidad, la habían violado.

“Tardé un mes para decirle porque yo estaba amenazada. Ya no quise regresar a la escuela y le dije a mi mamá que era porque me habían tocado y me alzaron la falta pero después ya no pude, ya no aguanté y le dije”, comentó.

Fue así que Sonia acudió nuevamente a poner otra denuncia, ahora, por el delito de violación.

Los tres estudios

Imagen ilustrativa

Después de poner la denuncia correspondiente, Guadalupe fue examinada por un médico de la Fiscalía en el municipio de Tlatlahuitepec. El dictamen afirmó lo dicho por la niña al concluir que fue víctima de violación tumultuaria.

El caso llegó a la ciudad de Puebla y ahora Sonia tiene que trasladarse con su hija hasta la Fiscalía Especializada en Delitos Sexuales y Víctimas de Violencia Intrafamiliar para ser atendida. Desde lo ocurrido, se han traslado a la capital poblana siete veces y lejos de mostrar avances en la investigación, ponen en duda sí en verdad existió algún delito.

Aquí, en Puebla, Guadalupe fue sometida a un segundo estudio que le realizó una doctora, también perteneciente a la FGE y el resultado fue que no existió violación alguna.

Nuevamente Sonia y Guadalupe llegaron a Puebla para realizarle a la menor un tercer estudio. Esta vez, la mamá solicitó que fuera otra persona quien lo realizara y advirtió que tenía que ser como el primer médico lo hizo, de lo contrario “no tenía caso”.

Esta vez, médicos del Tribunal Superior de Justicia fueron los encargados de revisar a Guadalupe. La menor que en septiembre pasado cumplió los 15 años presentó desgarre pero no acreditaron la violación.

Mientras tanto, Sonia exige justicia para los responsables que le causaron dolor a su hija. A pesar de las constantes amenazas por parte de los familiares de los jóvenes involucrados, de que toda la comunidad le dio la espalda y de que las autoridades no le creen, las dos mujeres siguen en pie y Sonia indicó que si es posible, llegara hasta el Fiscal Regional para que el delito cometido a su hija no quede impune.

La única ayuda con la que cuentan hasta el momento, es el transporte que las traslada de Tlatlahuitepec a Puebla y las lleva de regreso sin costo alguno. Una de las abogadas de ese municipio le dijo que podía entrar a un programa y fue así como evitó estar pagando pasaje cada vez que es solicitada en la ciudad de Puebla.

Sonia tiene otra hija de 9 años, a quien deja al cuidado de sus tías cada vez que tiene que salir con Guadalupe, pues su esposo trabaja fuera del municipio y no tiene quién la cuide.

Actualmente Guadalupe cursa el 3 grado de secundaria; se cambiaron de localidad y de domicilio y aunque la menor dice “que siente feo de que no le crean porque ellos no vivieron lo que ella pasó”, asegura que seguirá adelante en su nueva escuela pues sueña con estudiar gastronomía.

ktf