Durante su visita a Puerto Rico para evaluar los daños del huracán, Trump realizó el martes una parada en la iglesia evangélica Calvary Chapel, en el sótano de un centro comercial en Guaynabo, donde repartió comida y linternas, y arrojó papel toalla a las personas allí reunidas.
There's video of Trump shooting paper towels into the crowd and it does not disappoint pic.twitter.com/KPfJ1AeAqk
— Caleb Ecarma (@calebecarma) 3 de octubre de 2017
El acto fue interpretado en las redes sociales como un gesto de poco respeto a las necesidades que viven los puertorriqueños después del huracán.
Tampoco cayó bien cuando Trump dijo que María no es “una catástrofe real” como la de Katrina, al destacar el bajo número de víctimas mortales, y advirtió de que el presupuesto federal se verá “desfasado” como consecuencia de los graves daños.
