CIUDAD DE MÉXICO (La Silla Rota).- La rotación en el equipo del presidente Enrique Peña Nieto, como pasa en todas las administraciones, fue una constante, sin embargo, el mexiquense tuvo al menos seis personajes que resultaron intocables durante su sexenio.
Tal es el caso de Ildefonso Guajardo en la Secretaría de Economía (SE), Gerardo Ruiz Esparza en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y Pedro Joaquín Coldwell en la Secretaría de Energía (Sener), quienes están a un mes de lograr mantener el trabajo en un sexenio completo.
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También están personajes que se movieron de puesto dentro del gobierno peñista como Rosario Robles y Luis Videgaray, este último con un periodo sabático que no rebasó los seis meses.
Estos funcionarios no se salvaron de polémicas y hasta señalamientos de corrupción, no obstante, nunca perdieron la confianza del Presidente.
A continuación revisamos las “balas” que tuvieron que librar para mantenerse al lado del titular del Ejecutivo federal:
“Rosario, no te preocupes”
Rosario Robles fue siempre cercana al presidente Enrique Peña Nieto. Arrancó como secretaria de Desarrollo Social y luego, en uno de los acostumbrados enroques del mandatario mexiquense, recaló en la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu).
Fue en 2013 cuando Peña Nieto pronunció una frase tranquilizadora a favor de la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México: “Rosario, no te preocupes”.
Corrían en ese año los procesos electorales de ayuntamientos y diputaciones en 14 estados, ahí vinieron señalamientos contra Robles por una serie de audios en los que se presumía el uso electoral de la Cruzada Nacional Contra el Hambre, programa que había arrancado en enero de ese año.
A eso, el Presidente pronunció en un acto público: “Rosario, no te preocupes, hay que aguantar porque han empezado las críticas de aquellos a quienes preocupa la política y las elecciones”.
En comparecencias ante el Congreso y entre exigencias de renuncia, afirmó que la gente ya no se deja manipular y ahora entiende el valor de su voto.
Luego vino la “Estafa Maestra”. Mexicanos Contra la Corrupción encontró en datos de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) un esquema de triangulación de recursos a través de empresas con el cual se habrían saqueado cerca de 3 mil 400 millones de pesos de las arcas federales entre 2013 y 2014, cuando Robles estuvo al frente de Sedesol.
Asimismo, la ASF también señaló posibles desvíos de mil 311 millones de pesos cuando Rosario Robles estuvo al frente de Sedesol y Sedatu, entre 2014 y2015.
Aunque la PGR tiene 21 carpetas de investigación abiertas por el caso que ha causado sanciones contra 72 funcionarios públicos, 63 de ellos de la Sedesol, Robles se mantiene “limpia” de las acusaciones.
Ruiz Esparza, el “Houdini” del gobierno de EPN
Seis años tambaleando en el cargo, pero firme ante la defensa de su jefe, Gerardo Ruiz Esparza, secretario de Comunicaciones y Transportes, tuvo que sortear socavones, pagos irregulares, cancelaciones de obras y varias acusaciones por corrupción. Se convirtió un auténtico “Houdini” para no perder el trabajo.
Uno de los capítulos más duros de los que logró escapar fue el Paso Exprés, donde el 12 de julio de 2017 dos personas murieron debido a un socavón que se abrió en esta autopista de Cuernavaca, la misma que costó 2 mil millones de pesos y tenía solamente tres meses de haberse estrenado.
Ruiz Esparza negó tener alguna responsabilidad con respecto a este tema y, por el contrario, dijo que las víctimas "pasaron un mal rato".
Inclusive presionó a familiares de las víctimas para que aceptaran un cheque con la amenaza de que si se negaban, el proceso podría durar por años.
El 10 de octubre pasado, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) responsabilizó a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) de "todas las irregularidades derivadas de la planeación y ejecución" de la obra. Aunque se pidió la cabeza de este personaje, el Presidente decidió no tocarlo.
Otro episodio oscuro se presentó cuando Paulo Díez, representante legal de Infraiber, denunció ante PGR que la SCT habría traspasado irregularmente 3 mil 600 millones de pesos al gobierno del Estado de México.
En 2009, y aún como miembro el gobierno del Estado de México, el cual estaba encabezado por Enrique Peña Nieto, inició el reclamo del dinero, el cual en 2013, como titular de la SCT, aprobó.
La millonaria cantidad pudo haber tenido haberse utilizado con fines electorales, ya que el gobierno mexiquense no presentó documentación alguna sobre su destino, aseguró Díez y Alfredo Figueroa, de la Iniciativa Ahora. Dicho pago no fue autorizado por la Secretaría de Hacienda, de acuerdo a una investigación que realizó Aristegui Noticias.
El caso de la cancelación del tren México-Querétaro también causó estragos en su paso por la SCT.
En noviembre de 2014, luego de tres días de haber sido anunciado el ganador de la construcción del tren rápido México-Querétaro, el gobierno federal anunció la cancelación de la decisión y, tiempo después, de todo el proyecto.
El consorcio ganador estaba conformado, entre otras, por empresas mexicanas eran de personas cercanas al gobierno federal, según documentaron medios de comunicación: Hipólito Gerard, Olegario Vázquez Raña y Juan Armando Hinojosa Cantú.
Este último empresario, cabeza de Grupo Higa, estuvo envuelto también en el escándalo de la llamada "casa blanca", la cual sirvió como muestra de que esta empresa recibía contratos millonarios del gobierno federal, como lo fue también la ampliación del hangar presidencial en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Por si fuera poco, Ruiz Esparza fue señalado por sus vínculos empresa española OHL, la cual ha construido y opera diversas carreteras del país.
En 2015 se hicieron públicos unos audios de llamadas telefónicas entre directivos de la empresa y el propio titular de la SCT.
En ellos se da a entender que el gobierno federal le habría entregado información privilegiada a OHL para que esta ganara licitaciones, además que la compañía le habría pagado vacaciones a Ruiz Esparza y otros funcionarios; los involucrados rechazaron el contenido de las grabaciones.
Luis Videgaray y los riesgos de acercarse a Trump
Luis Videgaray fue sin duda la mano derecha de Enrique Peña Nieto durante su sexenio al frente de la Presidencia de la República, primero como secretario de Hacienda y luego, tras una breve “pausa sabática”, volvió como canciller, puesto en el que terminará el mandato.
La pausa obligada que tuvo en 2016, con su renuncia a la SHCP, se debió a que él fue el artífice de la multicritacada decisión de invitar a Donald Trump a México cuando apenas era candidato a la Presidencia de Estados Unidos, en medio de los insultos que había lanzado contra los paisanos que migraban hacia la Unión Americana.
El mismo presidente Enrique Peña Nieto terminó por confirmar que esa fue la razón por la que tuvo que aceptar la renuncia de uno de sus hombres más cercanos.
El desgaste de Videgaray por la visita de Trump me llevó a aceptar la renuncia como secretario de Hacienda”, dijo en su momento al periodista Ciro Gómez Leyva.
El Presidente agregó que en ese momento el país necesitaba a “un secretario que sea fuerte, sólido, con capacidad para procesar y negociar el paquete económico”.
La visita de Trump resultó en un absoluto desastre para el gobierno central, pues justo cuando el Washington Post informaba de la visita del magnate, la Presidencia se apuró a negarlo.
Sin embargo, en un acto seguido, el candidato Trump tuiteó, costumbre que conservaría al ganar la Presidencia de EU, que había aceptado un encuentro en Los Pinos. Fue entonces que el gobierno de Peña Nieto confirmó la veracidad del asunto.
Ya con la visita consumada, Peña Nieto y Trump ofrecieron una conferencia de prensa en la que el magnate aprovechó para confirmar que planeaba construir un muro entre México y EU. Incluso, en declaraciones posteriores, se empeñó en decir que este tema lo había platicado con el mexiquense, cosa que luego sería desmentida.
Las críticas explotaron en contra de la administración priísta y los medios norteamericanos reportaron que había sido Videgaray quien planeó la visita de Trump, acción que hizo repuntar al republicano en las encuestas.
Una semana después, Peña Nieto anunciaba la salida de Luis Videgaray de la Secretaría de Hacienda.
El presidente de EU se regodeaba con la crisis en México pues comentó en un foro de la NBC que las secuelas de la reunión habían forzado la salida del gabinete del artífice de la misma.
Sin embargo, señalaba que “con Luis, México y Estados Unidos habrían tenido acuerdos maravillosos juntos, donde México y EU habrían obtenido beneficios”.
Con la victoria de Trump en los comicios de noviembre y en vísperas de que tomara posesión como Presidente de EU, Enrique Peña Nieto puso fin a los puntos suspensivos de Luis Videgaray en su gabinete. Fue entonces que lo hizo volver por la puerta grande y lo nombró canciller en enero de 2017, en sustitución de Claudia Ruiz Massieu.
Su tarea la dejó clara el Presidente al nombrarlo, Videgaray debía encargarse de “acelerar el diálogo y los contactos para que desde el primer día de la nueva administración se puedan sentar las bases de una relación de trabajo constructiva” con nuestro vecino del norte.
De tal forma, Luis Videgaray pudo, tras una pausa menor a seis meses, continuar como uno de los intocables en el gobierno peñista que está por terminar.
Coldwell y las gasolineras de su familia
Pedro Joaquín Coldwell es otro que terminaría el sexenio completo al frente de la Secretaría de Energía (Sener), teniendo como uno de sus logros y, al mismo tiempo, retos, la implementación de la Reforma Energética que fue promulgada en el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto y, con la cual, se permitió el regreso de la inversión privada a la industria petrolera mexicana.
Sin embargo, el expresidente del PRI no se fue limpio de señalamientos en el cargo, ya que lo acusaron de tener un conflicto de interés al ser propietario de cuatro estaciones de servicio de gasolina y un depósito de combustible de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Esto sucedió en mayo de 2014, cuando el PRD denunció al titular de la Sener, su padre, hijos y un sobrino, de ser propietarios de estaciones de servicio de gasolina de Pemex en la isla de Cozumel, Quintana Roo, al mismo tiempo que tienen contratos vigentes con la petrolera mexicana. Todo lo anterior mientras Coldwell lideraba el Consejo de Administración de Pemex.
Los negocios del titular de la Secretaría de Energía provocan un serio conflicto de interés”, pues podría emplear información de la petrolera estatal para beneficiar sus negocios familiares, al tiempo que transgrede la Ley Federal de Responsabilidades de Servidores Públicos, lanzó la entonces senadora perredista Dolores Padierna.
Asimismo, los senadores del sol azteca exigieron que se le destituyera de la Sener y se le abriera un proceso de investigación.
Al respecto, Coldwell reconoció que estos eran negocios de su familia y admitió tener participación accionaria en los mismos, sin embargo, explicó que estos negocios vienen desde los años 40 en Quintana Roo y que sus derechos al frente de estos fueron adquiridos en la década de los 90.
Declaro enfáticamente, que ni yo, ni ningún miembro de mi familia hemos sido contratistas de servicio u obras de Pemex”, dijo.
También contrarrestó los señalamientos al apuntar que los legisladores de izquierda tenían la intención de emprender una “campaña mediática de mentiras para desprestigiar la reforma constitucional energética”.
Por otra parte, solicitó a la Secretaría de la Función Pública (SFP) desvelar sus declaraciones patrimoniales de los últimos dos años, en los que estuvo al frente de la Sener, con lo que –afirmó- se comprueba que no ha realizado acciones para favorecer a los negocios familiares.
El texto vigente de la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos en sus artículos 47 y 88 estipulan que los funcionarios públicos deben abstenerse de participar en actividades que puedan representar conflicto de interés con el cargo al que fueron asignados.
Deben “excusarse de intervenir en cualquier forma en la atención, tramitación o resolución de asuntos en los que tenga interés personal, familiar o de negocios, incluyendo aquéllos de los que pueda resultar algún beneficio para él, su cónyuge o parientes consanguíneos hasta el cuarto grado, por afinidad o civiles, o para terceros con los que tenga relaciones profesionales, laborales o de negocios, o para socios o sociedades de las que el servidor público o las personas antes referidas formen o hayan formado parte”, reza la ley.
No obstante, el secretario de Energía conserva su puesto hasta la actualidad, a un mes de que concluya el sexenio de Peña Nieto.
Alfredo Castillo, el “delegado” en Michoacán
El 20 de mayo de 2013, se le nombró nuevo titular de la Procuraduría Federal del Consumidor de México, para sustituir a Humberto Benítez Treviño, puesto en el que duró hasta enero de 2014.
El 15 de enero de 2014, el presidente Enrique Peña Nieto, emite un decreto por el que se crea la Comisión para la Seguridad y el Desarrollo Integral en el Estado de Michoacán, un órgano administrativo de la Secretaría de Gobernación que busca pacificar y controlar la situación que el estado de Michoacán afronta por los grupos armados de narcotraficantes. Y ese mismo día Alfredo Castillo Cervantes fue designado como el titular de dicha comisión.
El 16 de abril de 2015, rindió protesta como nuevo titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, en sustitución del que fuera clavadista Jesús Mena Campos.
Castillo fue ampliamente cuestionado por su labor en Michoacán, en donde se le acusó de haber protegido a grupos criminales.
Ildelfonso, el negociador del TLCAN al T-MEC
El paso de Ildelfonso Guajardo en la Secretaría de Economía, por los últimos seis años, no fue sencillo debido a la llegada de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos.
Y es que la política comercial del magnate incluyó los amagos constantes en terminar con el Tratado de Libre Comercio para América del Norte, lo que derivó en una ardua renegociación junto a Canadá.
Ocho rondas repartidas en más de un año de negociaciones fueron un constante estira y afloja, dinamitado en varias ocasiones por las amenazas de Trump de acabar el acuerdo, el cual dio como resultado el nuevo Tratado México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC) y el cual tuvo como un negociador clave a Guajardo.
Fueron largas jornadas en las que Guajardo tuvo que hacer equipo con el canciller mexicano Luis Videgaray y, a últimas fechas, con el representante del nuevo gobierno, Jesús Seade.
Su permanencia en el SE fue de las menos cuestionadas al presidente Enrique Peña Nieto e, incluso, uno de los pocos funcionarios que terminará con buena calificación.
Al final del sexenio, al comparecer como parte de la glosa del VI Informe de Peña, y ante la presión de los diputados quienes lo cuestionaron por el alza en el precio de las gasolinas, Guajardo tuvo su más desafortunada declaración: “Los pobres no comen gasolina”.
fmma