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La presión de arranque en el Congreso de la CDMX

Los diputados locales deberán legislar contra reloj para armonizar leyes y crear nuevos instrumentos ordenados por la nueva Constitución

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Escrito en METRÓPOLI el

El nuevo Congreso de la Ciudad de México, que inició funciones este 17 de septiembre, nace bajo otra realidad política en el que se extinguió su predecesora, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. De entrada, tendría que aprobar 17 reformas secundarias a leyes relacionadas con la armonización con la nueva Constitución, que entró en vigor el mismo día. Así lo explicó en entrevista con La Silla Rota, la experta en temas legislativos, Mary Carmen Nava Polina.

“Estamos hablando que el Congreso tiene prácticamente que aprobar una ley por semana (hasta diciembre) para dar cumplimiento a lo que dice la Constitución de la ciudad”, dijo.

“Son distintas disposiciones, actualizaciones y reformas, no dejemos de lado que si bien es la legislación secundaria y reglamentaria de la Constitución, son reformas que se tienen que dar a la par de las designaciones que se tienen que realizar de los nuevos cargos que establece la Constitución”, recordó la experta.

Al respecto, La Silla Rota consultó al diputado del Partido Acción Nacional (PAN), Federico Döring, sobre las tareas relacionadas con la nueva Constitución.

Mencionó que se avecina abordar, de manera ineludible, el tema de la conclusión del cargo de los consejeros actuales del Consejo de la Judicatura del Tribunal Superior de Justicia y legislar sobre el Consejo Judicial Ciudadano de Tribunal Superior de Justicia para resolver cómo poder procesar los nombramientos del propio Consejo el próximo año.

Otro tema ‘ineludible’ es legislar sobre la ley orgánica del Instituto de Planeación, así como la definición de qué hacer con la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) después de creado el instituto. A ello se agrega la ley de ordenamiento territorial, la cual debe legislarse tomando en cuenta las materias medio ambiental y de desarrollo urbano.

Agregó que el periodo ordinario de sesiones deberá además incluir la discusión de una serie de legislaciones de seguridad social, básicamente sobre los derechos sociales de los trabajadores del gobierno de la ciudad de México y de las alcaldías

“Son los tramos más importantes o ineludibles”, avizoró el experimentado legislador.

Otro tema importante aunque sin un plazo fatal es el del programa general de Desarrollo, basado en lo que dice la nueva Constitución.

“Si no hacemos esas reformas que te digo de planeación pues la gente va a seguir construyendo a través de amparos cuantiosos de los vacíos legales de un programa que tiene 18 años de vigencia y que la Constitución dice una cosa, la ley dice otra y se nos van colando obras chuecas”, advirtió.

Otra reforma constitucional que debería salir este periodo es la que le llaman de Estatuto de gobernabilidad, es decir cómo definir la relación entre los poderes federales y la nueva Ciudad de México.

“Yo esperaría que salieran, salvo que Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum sean quienes las propongan, pero serían muy necesarias tanto para el primero como para el 5 de diciembre, que los gobiernos nuevos tengan definido en qué y cómo tendrán que coordinarse y en que no se deben de coordinar. La cosa es si la debemos definir con sus legisladores o que ellos la hagan parte de su agenda”.

PROBLEMA

Döring avizora que en la discusión de armonización de leyes o la creación de nuevos instrumentos ordenados por la Constitución, el Congreso enfrentará un problema de interlocución, ya sea con el gobierno de José Ramón Amieva, que ya se va, o los que llegan, de la próxima administración encabezada por Claudia Sheinbaum, donde sólo la jefa de gobierno electa, y quienes serán sus secretarios de Gobierno y de Cultura, Rosa Icela Rodríguez y Alfonso Suárez del Real, respectivamente, tienen experiencia de gobierno.

“Tenemos un problema de cómo confeccionar esas leyes: Morena no puede asumir que todo lo sabe aunque tenga mayoría y a qué gobierno vamos a escuchar de aquí a diciembre, si al de Amieva que se va, o a los próximos funcionarios de Sheinbaum que son capaces por su curriculum que los acreditan, pero que no tienen experiencia de gobierno.

“¿Quién me va a dar una postura oficial para tomar en cuenta a la hora de hacer mi trabajo? El que se va y perdió en las urnas o los que entran y no tienen la experiencia en el gobierno. Muchos vienen de la academia”, resaltó.

PARLAMENTO ABIERTO

El Congreso -cuyo trabajo será visto con otra lupa, ya que a diferencia de la ALDF, sus integrantes podrán reelegirse dentro de tres años- no solo se limita a redactar leyes, sino que también debe ser un contrapeso político; es fiscalizador y tiene la facultad administrativa de hacer designaciones de distintos servidores públicos de consejos ciudadanos, recordó Nava Polina.

“Entonces tiene distintas facultades y todas ellas tienen que ejercerse de manera transparente, legal y constitucional”, añadió.

Consideró que en ese sentido el Congreso capitalino tiene el desafío de realizar su tarea de manera transparente y actuar como parlamento abierto, a diferencia de lo que hizo la ALDF, que aunque tenía su lema con ese tema, no lo aplicaba.

Para cumplir con ese objetivo deberá realizar su trabajo a puertas abiertas y poner a disposición de la ciudadanía documentos  que se puedan encontrar en línea.

“Tenemos que observar las declaraciones de interés de los diputados locales, hay una serie de requisitos que con independencia de si tienen experiencia legislativa previa o no, es donde debemos poner el énfasis”.

También pidió priorizar la instalación y armonización del sistema local anticorrupción.

El papel que debe cumplir el Congreso es monumental y enfatizó el trabajo de rendición de cuentas y transparencia porque sin ello “no vamos a poder tener elementos para decir si tienen perfiles para ser reelectos en el futuro”, concluyó.