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El lugar donde "El Che" fraguó la revolución cubana

El pasado 9 de octubre se cumplieron 51 años del asesinato del comandante, uno de los principales cabecillas de la revolución cubana y recordamos su paso por el puerto

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Escrito en ESPECIALES LSR el

Boca del Río, Ver. Una antigua fotografía escondida entre una figura de San Judas Tadeo y un ventilador oxidado, es el único vestigio de que en la coctelería “Kochancle”, de la ciudad de Boca del Río, Ernesto “Che” Guevara y Fidel Castro, fraguaron parte de la revolución cubana.

A 51 años de la muerte del guerrillero argentino en Bolivia, pocos en Veracruz saben que parte de los revolucionarios que zarparon del puerto de Tuxpan a Cuba, vivieron por meses en la región de la ciudad de Veracruz.

Lorenzo Montalvo es un empresario restaurantero de la zona, es conocido por su negocio “La Chata”, en donde vende la bebida de licor tradicional de los jarochos: el torito, una mezcla de aguardiente con frutas.

 

Recuerda que su madre Rosa María Iglesias le contaba que cuando era joven la familia rentó una casona ubicada junto a la empresa familiar a 10 jóvenes extranjeros, todos con acento costeño.

Montalvo asegura que un día la señora tuvo curiosidad por saber de ellos, en qué trabajaban, a qué se dedicaban, quiénes eran, según él, ellos le contestaron con educación: “negrita, el tiempo te dirá quiénes somos, ojalá que pronto”.

La gente de Boca del Río calcula que los revolucionarios vivieron seis meses en el año de 1956, poco antes de viajar a Tuxpan, en el norte del estado de Veracruz, en donde zarparían a la isla a combate.

En la actualidad, “La Chata” sigue en pie, dando servicio a los turistas, pero la casa adjunta, el antiguo reducto de los cubanos y del argentino, cambió de manera radical, desde modificaciones a su estructura hasta su fachada que ahora es la de un restaurante-bar, con música, cervezas, licor y muchos mariscos.

La coctelería “Kochancle”, ubicada en la calle peatonal llamada, paradójicamente Revolución, entre las avenidas Independencia y Zamora, de la cabecera municipal de Boca del Río, es un centro de diversión de corte familiar.

En su interior, nada queda de aquel jardín con flores que la madre de Lorenzo Montalvo le narraba en su juventud, ahora todo es cemento, sillas de plástico blancas, manteles verdes, esculturas de madera como máscaras africanas y un letrero que da la bienvenida a los clientes.

Adentro hay música salsa a todo volumen puesta en bocinas distribuidas por el local que son apagadas cuando una pareja de cantantes locales pide permiso para hacer una presentación para ganarse unos pesos.

Nada hace alusión al “Che” Guevara, en las paredes hay fotografías antiguas de Cantinflas, de Pedro Infante, de pescadores de los años cuarenta y sólo en una, oculta en lo más alto, aparece Castro.

Según historiadores locales, parte del contingente que estaba en Boca del Río estaba conformado por el "Che", Fidel, Albertico, Miguel y Raúl Castro.

Los contemporáneos contaban a Montalvo que la actitud de los extranjeros era extraña, los veían salir poco y cuando lo hacían embarcaban en lanchas en el río Jamapa y salían con rumbo al Golfo de México.

Hasta ahora, sólo hay testimonios del paso del argentino por tierras jarochas. Sin embargo, hay constancia de que el grupo anduvo en el puerto de Veracruz antes de viajar a Tuxpan y zarpar a Cuba.

Se trata de una fotografía tomada de manera fortuita en el Tradicional Café de La Parroquia, restaurante fundado en 1808 y que todavía persiste en la actualidad.

En ella retratan a los comensales conviviendo en el interior, pero a diferencia de otras fotos, ésta saltó a la historia porque en primer plano aparece el líder de la revolución cubana, leyendo un libro y bebiendo un café.

La imagen fue amplificada y colocada en toda la pared principal de la sucursal ubicada en la calle Gómez Farías, justo frente al malecón costero.

Años después, los jóvenes cumplieron su promesa a Rosa María Iglesias, el tiempo le hizo saber que ese grupo de 10 hombres fueron parte de los 82 expedicionarios que iniciaron la revolución cubana, y cambiaron parte del mundo.

De la misma manera, Boca del Río cambió de manera drástica, dejó de ser un poblado rural de pescadores a la ciudad más importante del estado, llena de torres departamentales, centros turísticos y bastión del Partido Acción Nacional en todo Veracruz.

AJ