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La escena se presentó en un zoológico de Dubái, Emiratos Árabes, donde el defensa brasileño del Chelsea de Inglaterra se encuentra pasando su periodo de vacaciones, pues no fue convocado por su selección para el Mundial. El jugador colocó dos ramas en su boca para que los animales coman, pero no contó que uno de ellos confundiría sus rizos con la hierba e intente comerlas. El defensor se dio cuenta a tiempo y logró escapar entre las risas de sus acompañantes.